Amor entre dimensiones (Starco) [\finalizado/]

Mi otra yo, Tom fuera, luna de sangre

Narra Star

Logré hacer lo que quería, expulsar a Tom de esta dimensión. Como lo hice?

-oye Tom- me acerqué a él, como si lo fuera a besar -¿sabes cómo soy en realidad?-

-claro.- afirmó -así como estas ahora-

-no- lo contradije y me transformé como lo hice hace algunos años atrás.

Narra Tom

Estado del whatsapp: En el infierno

-¡¿que mierda?!- vi a Star como una gran mariposa color morado con seis brazos y grandes alas.

-así es como yo soy- me dijo -¿aún me amas?- se acercó amenazantemente mientras tiraba enredaderas de sus manos.

Las esquive. No sabía si era una mariposa de verdad, pero por el aspecto y considerando que tenía los ojos blancos, no era Star.

-escucha Tom- aterrizó en la tierra -si no te vas ahora, juro por mi alma que te mataré y te sacaré tus órganos uno por uno.

Me puse pálido, tome las tijera para abrir mi portal y me largue de ahí, juro que jamás volveré a la tierra.

Jamás

Narra Marco

Ya estaba todo listo para mi aclaración a Star.

Hoy en la mañana deje la tarjeta que le hice en su cama, ella estaba profundamente dormida.

-espero que la vea- pensé

Al rato, tome mis cosas y partí a esconderme donde tenía planeado.

-ahora todo depende de Star-

Narra Star

Estoy aliviada, sin Tom aquí todo es MUCHO mejor.

Después de volver a la normalidad, vi que en mi cama había una tarjeta. La pesque y decía.

Hola star:
Hoy es la luna roja o de sangre, por eso te invito a al parque a que la veamos juntos. Te espero a las 10:00 en donde nos conocimos.

Marco

No pensé que Marco se acordaría de que hoy es la luna roja. Me pregunto qué está tramando. ¿Y como no me entere?

Narra Jackie

Marco me tiene más que preocupada, hoy también lo vi merodeando por las calles como el otro día. Solo que hoy estaba más apurado.

-oye Marco- dije casi en un grito para que me escuchara

-hola Jackie- hizo un gesto con la mano -lo siento, tengo prisa. ¡Feliz luna de sangre!- y se fue

Narra Star

Ya eran casi las 9:00 y Marco no aparecía. ¿Acaso había escapado de casa? No... Poco probable.

-supongo que tendré que ir a ver qué quiere- me dije mientras miraba su carta. Tome mis cosas y partí al parque.

Narra Marco

9:36
...
9:47
...
9:58

Narra Star

Al llegar al parque note que no habían farolas encendidas, solo la luna que iluminaba el pequeño parque.

Me adentré en el parque y en un árbol vi a un chico que le colgaba un pie. Me lo quedé mirando un rato, parecía dormido así que me aproximé para despertarlo.

Trepe el árbol y le quite la capucha. Era Marco que fingía dormir. Me asusto y caí a la laguna.

-¡Star!- gritó Marco, él igual cayó en la laguna.

-¡eres malo Marco!- bufé mientras le tiraba agua.

-no lo soy, no quería asustarte- se cubría con las manos.

-¡eres tonto!- me abalance sobre el

-ok. Ok- se rindió -tu ganas Star-

Nos quedamos mirándonos un rato, flotando en la pequeña laguna.

Miro la luna -está muy linda hoy no?-

-si- le respondí -dicen que está luna es como el muérdago- bromee

-¿ah si?- se acercó, siguiéndome el juego -me parece que tienes razón-

Me tomo de la cintura y me besó. No le importó que estuviéramos en una laguna mojados, tan solo me besó y ya.

Al separarnos no salimos de ahí porque podríamos agarrar un resfriado.

-¿para que me invitaste aquí?- le pregunte, aún no sabía el propósito

Narra Marco

Mi velada con Star fue tan linda, como las de las películas. Con la diferencia que me pasó a mi.

-¿para que me invitaste?- me preguntó mientras se secaba el cabello

-es porque- me puse nervioso -porque....-

Star me tomo el rostro y me besó de nuevo. Estaba temblando, pero el beso de Star me tranquilizo.

-¿entonces?- me acarició el cabello.

-es porque te tenía que aclarar que tú eres la única chica a la que amo Star. No quiero a Jackie o a Tom, solo a Star ósea a ti mi querida estrella- lo solté sin más, estaba desesperado por decirlo.

-oh Marco- le brotaron lágrimas de sus ojos azules como el cielo.

-no llores Star- la abrace -vamos a casa, ya es tarde y no quiero que te pase nada-

Se subió a mi espalda y la cargue hasta que llegamos a casa, para ese momento ya estaba durmiendo como un tronco, la deje en su cama, y el cansancio era tal, que me quede dormida junto a ella.

Definitivamente, un día para no olvidar

Continuará