Capitulo seis

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Volábamos de regreso a Londres en completo silencio, los tres días que habíamos pasado en El Cairo habían resultado fascinantes, sin embargo, cada vez que el morocho recordaba que estábamos oficialmente comprometidos mi felicidad se esfumaba y una angustia se adueñaba de mi pecho. Ya no estaba tan segura que aceptar a Theo hubiese sido lo mejor.
Fue a las diez de la mañana que pude soltar un suspiro de alivio ante la casa de Harry, mi acompañante se había tenido que retirar apenas me dejo, a causa de una junta de trabajo. Lo agradecí mentalmente.
Saque mi llave y me dispuse a enfrentar todos los pensamientos que atormentaban mi mente; me casaría pronto, tenía una hija que adoraba a su padre, su padre era el amor de mi vida, vivía en la misma casa que mi antiguo novio, y lo peor, no me sentía feliz de haberle dicho que si al morocho.

- ¡_____, cariño! - Anne corrió hasta mi apenas me vio - ¡Que bien que has regresado! -

- ¿Como ha estado todo? - mama apareció detrás del umbral -

Trague saliva. No era el momento para decirles de mi compromiso, ¿cierto?

- Bien - fingí una sonrisa - ¿Donde esta Jane? -

Lo único que quería era abrazar a mi hija, la había extrañado tanto.

- Oh, esta con Harry - me indico Anne - Arriba -

Asentí y me dispuse a subir las escaleras, no tenía nada mas que decir por el momento. Estaba... desconcertada.
Camine hacia la habitación de mi pequeña hija, la imagen que vi me enterneció por completo. Harry abraza a Jane con delicadeza mientras le daba pequeños besos en su cabeza. Los observe en silencio, admitiendo que aquella escena la podría ver por el resto de mi vida y sentir la misma sensación que en este momento.

- Te extraño - la ronca voz del castaño me sobresalto -

- Yo a ella - admití - ¿Comió lo indicado? -

- Tenía a sus dos abuelas dándome ordenes las 24 horas del día, no puedes desconfiar de nada - sonrío divertido -

Sonreí también, estaba feliz de volver a casa.

- Bien -

Me acerque con cautela tomando a mi bebe con amor, había pensado en ella durante todo este tiempo y volverla a tener junto a mi, lo era todo.
Quizás fue lo mucho que la había extrañado, pero la veía más grande. Como si en estos días hubiera crecido velozmente, unos cuantos cabellos se asomaban en su cabeza.

- Eres la bebe mas hermosa - susurre -

- No quiero sonar egocéntrico - Harry se puso a mi lado - Pero, ¿Has visto a su padre? -

Solté una risa.

- Más bien - lo mire - ¿Tu has visto a su madre? -

- A cada segundo - mi corazón se paralizó - Su imagen siempre esta en mi mente, inconscientemente, pero ahí está -

Me exigí dejar de lado cualquier cosa que pudiera estar sintiendo, estaba comprometida aunque me costara recordarlo.

- Deberíamos darle un baño - murmure - Su cara tiene algunas manchas - 

- Eso es porque acaba de comer - Anne irrumpió en la habitación, lo agradecí -

- Yo me encargo de dejar limpia a esta dulzura - esta vez fue mama quien hablo - Tu debes descansar un poco -

- Oh no, quiero hacerlo yo - pedí -

- Como tu madre, te exijo que vayas a dormir un rato - lanzó una mirada condescendiente - Anne, ¿Me ayudas? -

- Con gusto - se acercó a su hijo. - Ve a desayunar -

En este momento me sentía como una adolescente, y apostaba a que el ruloso también. Negué con la cabeza divertida y me dispuse a ir a la cocina, me prepararía un almuerzo rápido y luego iría a la cama.
Por suerte había un montón de comida, desde fruta picada, hasta Wafles con diferentes condimentos.

Don't let me fall H.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora