"Ha sido la mejor semana de mi vida, hyung. La mejor de todas en verdad."
Jin le miró cansado por arriba de su hombro. Usualmente la cocina también jugaba parte del consultorio mental de mamá Jin.
Consultorio mental, laboratorio del chisme, llamenle como gusten.
"A menos que mueras mañana, no puedes decir que es la mejor semana de de tu vida; Jiminie"
El aludido parpadeó un par de veces digiriendo las palabras del más alto.
"Pues entonces puedo morir ya. Jungkookie me besó, ha aceptado salir a cenar conmigo; y justo anoche nos hemos acostado"
El sonido crudo del vidrio quebrantándose contra el suelo aturdió al menor. Jin había roto un plato, y a él nunca se le escapaba nada.
"Jimin" el príncipe se giró para verle a la cara. Si tan sólo alguien le hubiese dicho lo pálido que se veía. Tragó saliva, continuó hablando "Sabes que Jungkook tiene una relación con Suga, verdad?"
"Qué!?"
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.El plato no fue lo único que se quebró en la cocina esa mañana. Allí en algún rincón del suelo hecho pedazos, estaba su corazón.