PARTIS V

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La sangre tenía un sabor agradable para Trent, un sabor dulce, le recordaba su niñez, su inocente niñez. Sus ojos se cerraron al disfrutar del dulzor. La dulzura duró poco, y pronto se volvió amarga. Trent, asqueado abrió los ojos con sorpresa, el repentino cambio de sabor fue un golpe duro. Al mirar a su alrededor notó que ya no estaba en aquel cuarto, ni en una bañera, si no en el césped de un jardín, el cual reconoció inmediatamente. La sangre de sus muñecas había desaparecido, y los cortes ya no marcaban su piel. Con algo de inseguridad recorriendo su sistema, se levantó del suelo para observar la escena que tenía frente a sus ojos, los cuales se llenaron de lágrimas al recordar lo ocurrido aquella vez, el acontecimiento que cambió su vida.

Felicia gritaba, su dolor en el pecho aumentaba con cada segundo. Le estaban quitando a sus hijos, todos de un padre distinto. Ella gritaba pero no podía hacer nada, cuando se acercaba para forcejear con las personas que se llevarían a sus hijos, estos se volvían casi transparentes, invisibles, si se alejaba, podía volver a verlos. No podía tocarlos, ellos no podían escucharla, ni verla. Todo era una ilusión que su mente creaba para romperla en miles de pedazos. El dolor le invadió el cuerpo y cayó al suelo con un grito desgarrador que dejo ir su ya lastimada garganta.

Ella los ama, son sus hijos, y a pesar de todo, son su felicidad, si puede llamársele así, y ahora que ya no están con ella, toda pizca de felicidad se esfumó. Ellos son tan pequeños, tan inocentes, no tienen la culpa de que su madre sea una adicta, alcohólica y enferma, ellos no tienen la culpa, no la tienen.

Las piedras calaban en las palmas de Matt, pasó de estar en un oscuro pasillo a transportarse extrañamente a algún tipo de bosque oscuro. El frío le caló en los huesos y humo salió de sus labios. Buscó con la mirada algo que le pareciera conocido pero falló. Alrededor solo había árboles, unos más delgados que otros. No había luna, ni estrellas, era un cielo negro, limpio, sin luz; tenebroso y triste.

Sin una ruta, caminó a donde sus pies lo llevaban. El bosque se volvía más espeso y más oscuro conforme sus pasos avanzaban. Dentro de su cabeza lidiaba con los recuerdos, "Dana, la chica que secuestraste, violase y mataste el 18 de noviembre de 1897" Dana, Dana. No la recordaba. 1987, él tenía apenas 16 años, su memoria estaba bastante mal como para recordar algo que pasó 18 años atrás. Podría ser cualquier chica, hubo tantas que era muy difícil de recordarlas.

Un susurro detrás de su oído lo paralizó del miedo, y al girarse se encontró con la nada. Se estaba volviendo loco, probablemente. El camino que iba siguiendo no lo llevaba a ningún lado, comenzó a pensar que estaba yendo en círculos. Se detuvo un momento para echar otra mirada a su alrededor y logró identificar, a pesar de la oscuridad, un camino de piedras. Sin pensarlo mucho caminó por allí. No mucho tiempo después vio un pequeño pueblo. Las casas destruidas, se respiraba el miedo, los caminos de tierra parecían haber sido dejados de pisar hace mucho tiempo. Entonces reconoció el lugar, ese pueblo, ahora fantasma, era el pueblo en el que él vivió su adolescencia, y la chica "Dana", era su linda vecina de 14 años. Su memoria le favoreció ayudándole a recordar a la linda niña, sus ojos negros, su cabello castaño oscuro, sus labios carnosos y sus lindas mejillas. Internamente sonrió, aquella fue la mejor noche de su vida. Sus ojos llorosos suplicándole piedad, los jadeos que salían de sus rosados labios, sus mejillas rosadas y su piel de bronce tan suave como la seda, aquella noche fue el inicio de su pasatiempo favorito.

Tania huía de su padre, de sus sucias manos y sus asquerosas intenciones.

— ¡Por favor, ya no quiero que me toques! — gritaba ella.

— Solo quiero hablar, hija. — decía su padre con tono de burla.

Una botella de cerveza en su mano, el botón de su pantalón y su cinturón desabrochados. Sí ella volvía a oponerse, él le pegaría, el cinturón de piel era un muy buen método para castigar a su hija.

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⏰ Última actualización: Jan 05, 2016 ⏰

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Sueños Siniestros. (Pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora