Ya deja esa actitud cohibida, aunque admito que te ves preciosa de esa forma, con esa risita tímida y como disimuladamente juegas con tus manos pequeñitas para ver si así logras calmar tus nervios, ¿por qué te comportas así? ¿acaso me tienes miedo? ¿o yo te causo algo llamado ''vergüenza''?
Pero de ser así pues, no la tengas.
No te comportes así conmigo, tranquila niña, es más, ¡tengo una idea!
Te invito a pasar la tarde conmigo, señorita.
V
amos por un Honey Coffee y unas galletas, más unos cuantos cigarrillos si se te ofrece; mientras me cuentas y te cuento las historias más insólitas y divertidas del planeta, vamos, sólo te quiero ver contenta.
Será divertido ver como te ríes a pesar de que pretendas ser un tanto seria pero conmigo difícilmente se logra, porque tengo cada ocurrencia que te será un poco costoso no reírte, además, si vamos a caminar por ahí es para que disfrutes de mi risa, mientras tanto yo disfruto de tu sonrisa y que quizá nos besemos al compás de la fría brisa,
poniéndola
de
excusa
para
tenerte
cerca,
mi
niña
cohibida.
– L.U.G
18 de diciembre de 2015, 12:56 PM
