Lo que fui

551 69 2
                                    

Se envolvió en la manta,temblando. Muchas de las mujeres con las que hacía la calle estaban en algún bar o en el coche de alguna. Pero él tenía que trabajar. Era lo único que sabía hacer. Vio acercarse un coche y dejó caer la manta al suelo. El automóvil se detuvo. Era caro,muy caro. Eso a Liam le gustó. La ventanilla bajó,dejando ver el rostro de un atractivo hombre de ojos de hielo.
_¿Quiere compañía...?
La puerta se abrió como respuesta a aquello. Él se acomodó en el asiento del copiloto,doblando la manta sobre sus rodillas.
_¿Cuántos años tienes?
_Quince,señor.
_No me llames señor.
_Disculpe. Es la costumbre.
_¿Y tu nombre?
_Liam. Me llamo Liam.
_Yo me llamo Keiran. ¿Sabes quien soy?
El moreno negó con la cabeza,clavando sus ojos azules en él.
_¿Quién...?
_Te lo diré si te portas bien.

***
Rodeó su cuello con los brazos,gimiendo a su oído. A los hombres con los que iba les gustaba aquello. Vio la sonrisa de Keiran. Sus embestidas se hicieron más fuertes cada vez. Clavó las uñas en su espalda,echando la cabeza hacia atrás al correrse. Pero él no se detuvo. Golpeaba aquel punto que le mataba de placer. Suplicó por más,a punto de echarse a llorar.
_¿Quién es tu chulo?
_No tengo de eso. Trabajo por mi cuenta.
_¿En serio?
Asintió,enloquecido por el movimiento de sus caderas.
_Entonces yo te cuidaré ahora

***
_¡No!
Se incorporó de golpe,despertando a Keiran.
_¿No que, cariño?
Los labios le temblaban y se apartó cuando él intentó tocarle. A aquellas alturas,aunque fuera lo último que quisiera hacer,debía. Para protegerse,para poder huir. Se recostó contra su pecho,haciendo un leve puchero.
_Me duele la herida. ¿Me das un beso para que se cure?
Keiran lo acercó a él,presionando suavemente sus labios sobre la venda. Al fin se había rendido. Dio un jadeo al notar la mano de Liam agarrar si miembro.
_Amo,quiero que me folles. Ahora.
Se subió sobre él. Sexo. Obediencia. ¿Eso era lo que quería? Pues iba a dárselo. Todas y cada una de las cosas que quisiera. Hasta que estuviera confiado y entonces... Sonrió internamente al ver el rostro de Keiran. ¿Rendirse? Únicamente un oportuno cambio de táctica.

***
_¿Estás seguro de que es aquí?
_Por supuesto,Ascott ¿es que dudas de mi?
Lance suspiró,siguiendo a Ariel hacia el interior de un edificio abandonado. Para su sorpresa,se oía música en los pisos superiores. Segundo piso,puerta sesenta y nueve. Muy adecuado. Subieron por escaleras y llamaron a la puerta. Esta se abrió dejando ver a una joven de melena rosa chicle e intensos ojos azules.
_Si sois polis no sé nada. Aunque si tu quieres saber algo...te lo diré.
Agarró las solapas de la chaqueta de Lance con una coqueta sonrisa. Ariel la apartó de un suave empujón.
_Preguntamos por Liam Fitzgerald.
_¿Liam..? Lo siento. No está aquí
_Llamó a este número antes de desaparecer.
Ella miró a todos lados,apartándose de la puerta.
_Entrad. Rápido.
El piso era pequeño y estaba decorado de una forma un tanto estrafalaria. En el sofá,dormía a pierna suelta un joven al que la chica despertó de una soberana patada.
_¡Joder,Carmen! Un poco de cuidado.
_Estos hombres preguntan por Liam,Haytham.
_¿Por Liam? Mierda... esto es malo. ¿Son polis?
_El alto no. Del bajito no estoy tan segura.
_Soy periodista -protestó Ariel cruzándose de brazos.
_Ah,ya sé. Eres el tío este que estuvo preguntando por el barrio con un teléfono y un nombre. Me diste un bonito billete. ¿Quién nos delató al final?
_No pienso revelar mis fuentes.

Lance se adelantó.
_Mi nombre es Lance. Lance Ascott. Yo quisiera encontrar a Liam. ¿Sabéis donde está?
_Sí,me suenas.Recuerdo que te investigué para Liam hace un tiempo.

Haytham se sentó frente a uno de los ordenadores encendidos.
_Lleva más de un mes sin contactar con nosotros. Cuando pasa esto tenemos un plan de acción. Ven,Lanzarote.
_Me llamo Lance
_Minucias. Carmen,prepara café para todos.
_Voy,voy

***
El grupo de Haytham tenía pinchadas las cámaras de vigilancia de varias tiendas y centros comerciales. Liam debía volver a sus viejas costumbres y robar algo ,dando la señal para que ellos estuvieran pendientes de su correo o su teléfono. Cabinas,directorios o cibers. Su siguiente paso. Si es que Keiran O'hair no lo tenía prisionero,que era lo más probable. Ariel se había quedado dormido en el sofá de su apartamento entre fotocopias de los informes policiales que se había ingeniado para conseguir. A Lance le daba la sensación de que en cualquier momento lo meterían en la cárcel.Bobby le había llamado a primera hora de la tarde para decirle que todavía no habían localizado a la persona a la que Liam telefoneaba. En
casos como aquel el método de Ariel era más efectivo. Y quizá debiera
seguir la investigación por él. Posiblemente se metiera en líos con la
policía luego, pero debía encontrarle cuanto antes.

***
Liam se aferró con una sonrisa al brazo de Keiran mientras él jugaba
su partida de poker semanal,rodeado de guardias por todas partes.
Había analizado cada lugar,cada situación. No había manera de escapar
del edificio a no ser que contara con un pequeño ejército,que no era
el caso. Su única esperanza era que lo dejara salir fuera. Podía
noquear a un tío de alguna manera y luego correr hasta la boca de
metro más cercana. Luego tendría que ponerse en contacto con Haytham y
los demás, pero sus teléfonos no eran seguros. Lance volvió a su
mente. Quizá él le ayudara. O puede que estuviera haciéndose vanas
ilusiones. Era probable que no significara tanto para él como a Liam
le gustaba pensar. Al fin y al cabo apenas habían pasado juntos una
semana. Ni siquiera eso. Hizo un puchero,mordiendo con suavidad la
oreja de Keiran.
Trevor clavó la mirada en él desde el otro lado de la mesa. Era
imposible que se ganara al hermano, y menos despues del robo del
dinero que mantenía bien guardado en una caja fuerte bajo las tablas
del suelo de su apartamento. Aunque dos de tres tampoco estaba mal. Le
daba muchas opciones. Él no se fiaba de Liam y con seguridad
insistiría en que uno de sus hombres le acompañara al exterior. Por
supuesto uno en el que confiaba para llevar a una partida de aquella
índole.
Aquella noche se centró en analizar a los hombres que Trevor llevaba
consigo.Cualquiera de ellos sería difícil de matar,pero no de aturdir
para darle tiempo a escapar. ¿Un golpe en la cabeza? Para ello
necesitaría algo contundente,como un bate. Le tentaba la idea de usar
una llave inglesa,como en algunas películas aunque debía ser realista.
Era más probable encontrar un bate que una llave inglesa del tamaño
necesario. Clavó la vista en los bultos bajo sus chaquetas. Una
pistola le vendría bien. Dejarlo k.o,desarmarlo y correr. En el caso
de que llevara refuerzos tendría que montar un buen lío para
escabullirse entre la gente. Un tiroteo. Con dos balas al aire
bastaría para encender la llama del pánico. Cientos de personas se
precipitarían a la salida y él entre ellas. No. Aquello podría jugar
en su contra. La salida de emergencia era su mejor opción. Todos
estarían buscando al tirador y nadie se fijaría en él. Debía centrarse
en otro detalle: el lugar. Un sitio que él conociera como la palma de
su mano,lo suficientemente grande para darle acceso a todo lo que la
lista que elaboraba en su cabeza contenía. El centro
comercial,objetivo de su primer robo,era perfecto.
***
Disparó al hombre sin ningún remordimiento en la mirada. Como Keiran
le había enseñado,tenía que revisar hasta el último lugar por si
quedaba alguien. El mafioso miró a su joven obra perfecta abriendo
puertas e investigando de forma minuciosa cada lugar en el que una
persona podría esconderse. Pero no fue hasta que abrió al puerta del
armario del salón cuando lo encontró. Se trataba de un niño pequeño,
de no más de diez años.
_Dispara,Liam.
Los ojos azules del chico se clavaron en el niño y alzó el arma. Pero
no disparó. La mano comenzó a temblarle.
_Pero es un solo un niño,Keiran.
_Ese niño nos ha visto la cara. ¿Quieres ir a la cárcel? Te aseguro
que no es como ese centro de menores donde estabas.
_No puedo... ¿No podemos dejarle vivir? Solo es una criatura
inocente,no representa ningún peligro para...
Oyó el disparo y el pequeño cayó desplomado al suelo con los ojos muy
abiertos y una mueca de terror en el rostro. Liam se volvió hacia
Keiran que sostenía su arma,todavía apuntando al armario.
_La próxima vez que dudes morirás tu primero.
Aquel fue el momento donde el joven adolescente abrió los ojos a la
realidad. No importaba lo que hiciera. Si no cumplía sus expectativas
él no dudaría en hacerle daño o incluso matarle. No era nada para
Keiran. Solo un objeto que podía usar a su antojo. Una puta,un
asesino. Nada más. Se había hecho ilusiones con la persona equivocada. Durante los meses siguientes a aquel episodio fue trazando un plan. Uno que lo liberara del yugo al que él mismo se había sometido y al que no estaba dispuesto a seguir soportando.

Montaje perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora