-¿que ha pasado con mi vida? ¿desde cuando se volvió Claude tan distante?- esas solo eran dos de las preguntas que se hacia el conde mientras descansaba en su cama - no puedo mas ... Me siento tan lúgubre entre ellos, como si no existiese entre ellos... Jamas pensé que aceptar a Shiro se convertiría en algo que lo separara tan brutalmente de Claude; pero... En tan poco tiempo se ha convertido en alguien que me importa ... De esos "alguien" que te importan mas que nada ni nadie...- diciendo todo eso para si mismo comenzaron a caer las imprudentes lágrimas rodeando sus tersas y rosadas mejillas, aquellas finas gotas de agua adornaban sus cristalinos ojos haciendo que estos se llenaran de brillo y parecieran dos hermosos cuarzos. En ese momento el mayordomo que tenia tanto demande entro a la habitación viendo como su amo era consumido por su propio tormento, lo miro a los ojos y ahí estaban esos ojos que deseaba ver con ansias de nuevo; el mayor se acerco con un paso tranquilo hacia el conde y lo tomo de los hombros - Amo, ¿que sucede?-
- Nada, nada- el conde limpio las lágrimas de su rostro tranquilizando la desesperación -solo pensaba-
-solamente pensar no es razón para llorar, ¿que pensaba entonces?-
-en... Que...- el conde se quedo callado un momento mirando a ver hacia la puerta dándose cuenta que Shiro estaba ahí observándolo y escuchando, Alois opto por terminar la frase diciendo así: - solamente pensaba en mis padres.... - sonrió ligeramente haciendo así que Shiro sonriera y se retirara de ahí; pero Claude no era tonto, el sabia perfectamente lo que sucedía, así que tomo al rubio de las mejillas haciendo que lo mirara fijamente a los ojos y exigió - ahora que se ha huido digame que pasa - el rubio lo miro con los ojos húmedos y bajo la mirada
- Claude... Es irónico saber que... La persona que te alejo de mi... Me es imposible odiarla... -- amo, yo no me alejaré de usted, mucho menos ahora que... Esa mirada que tiene me tiene tan confundido-
- ¿mirada? -
-si, esos bellos ojos azules que me miran me tienen atado como un prisionero en su celda, complacido por estar en ella- diciendo esto en mayordomo se acercaba lentamente a los labios del conde haciendo que su aliento y el de el se combinaran.
- Claude...- tan cerca de cometer una falta, Alois se separo bajando la mirada con las mejillas ruborisadas - gracias por no alejarte de mi por completo, Aprenderé a ser feliz así - se dibujo una tierna sonrisa en su rostro retirándose de la habitación dejando al mayordomo solo en esta haciendo que suelte un suspiro profundo...
- ¿porque me hace confundir cada vez mas amo? - pregunto el mayor para si mismo...
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una hermana menor...
Fanficel conde Alois Trancy y su frío mayordomo Claude Faustus se han llevado una sorpresa con la llegada inesperada de una pequeña que ha pedido acogo en su casa; sin embargo, no contaban con lo que hiba a suceder con su llegada