Capitulo 2

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Pov Anastasia

Al entrar a mi apartamento me siento mas segura, si no hubiera sido por Joshep no se que hubiera pasado, fue tan valiente al defenderme de esos tipos, pero hay algo que me cautivo de el, sus hermosos ojos grises, que decir de su pelo, sus cara, su boca, sus brazos, su cuerpo... rn ese momento mis pensamientos son interrumpidos por el sonido de un celular, luego siento algo vibrar en mi costado, al mirar me doy cuenta que llevo su chaqueta puesta, entro la mano en el bolsillo y saco el celular que tiene en la pantalla la foto de una joven pelinegra sonriendo "Mía" seguro que es su novia, no contesto, dejo el teléfono sobre la mesa de centro y deja de sonar, segundo después vuelve a sonar y no es su noviecita agosta dice "Casa", no contesto, insiste dos veces mas, descuelgo el telefono pero no hablo.

- Anastasia,- se escucha del otro lado, es Joshep.

- Joshep, creo que me quede con tu chaqueta y tu celular.- digo fingiendo inocencia.

- Eso parece,- me imagino que esta sonriendo,- Que tal si quedamos a desayunar mañana y me la devuelves,- dice.

- Eh...- dudo,-Si esta bien,- digo poco convencida.

- A las 9:00 am paso por ti,- cuelga.

Me hundo en el sofá y aspiro el delicioso olor que tiene su chaqueta, me abrazo con ella y me acomodo en el sofa, después de un rato me voy a la cama y toda la noche unos hermosos ojos grises me acompañan.

La alarma hace que abra mis ojos, veo el reloj todavía falta media hora para que pase por mi, me meto en la ducha, al salir me pongo un conjunto de bragas negras, un jeans azul y una camisa mangas 3/4 blanca, unas balerinas blancas y dejo mi pelo suelto, cuando voy a ponerme el brillo de labio escucho el timbre y voy hacia la puerta, al abrir la puerta me encuentro con el.

- Joshep,- digo casi sin aliento al ver lo sexy que se ve, sus jeans están ajustados y el polo que lleva marca sus abdominales y sus fuertes brazos, una sonrisa  en sus carnosos labios, sus hermosos ojos y su pelo revuelto, por Dios me lo comí con la mirada, siento mis mejillas arder.

- Hola Anastasia,- dice y me mira de la misma forma que yo lo hice hace un momento.

- Pasa,- me hago a un lado para que entre.- Toma asiento en lo que busco mi bolso y nos vamos,- el asiente y lo veo acomodarse, vuelvo a la habitación por mi bolso y de paso recojo su chaqueta y el celular para entregarselo.- Ya estoy lista.- digo entrando a la sala, el se pone de pie y me mira.

- Es muy acogedor y elegante tu apartamento,- dice mirando por todo el lugar.

- Gracias,- digo sonriendo.- Esto es tuyo,- me acerco a el y le entrego la chaqueta y el celular en sus brazos que están extendidos, al hacerlo rozo sus dedos y siento aquella corriente que provoco anoche al ponerme su chaqueta, mis mejillas arden.

- Te ves hermosa cuando te sonrojas,- solo puedo morder mi labio, dice algo entre sus dientes que no lo logro entender y lo miro con una ceja levantada,- Nos vamos?,- dice, yo siento, salimos del apartamento y bajamos los escalones conversando animadaente, al llegar al auto abre mi puerta y cuando ya estoy dentro me ayuda a poner el cinturon, para luego ir a su asiento,- Donde quieres ir?

- Sorprendeme,- le digo, el niega y estalla en una carcajada.

Llegamos a un café y mientras yo busco una mesa el va por nuestro desayuno, me siento al final del establecimiento y me quedo viéndolo fijamente mientras se acerca a la mesa con una bandeja en sus manos.

- Un dolar por tus pensamientos,- dice dejando la bandeja sobre la mesa.

- Te ves joven para tener 22,- digo mientras tomo la taza de te y unos pan cake de la bandeja, los baño con sirop, al mirarlo lo veo tenso.

- Gracias por el cumplido,- sonrie, toma su taza de café y sus muffin de arandanos, mientras desayunamos  conversamos de nuestras vidas, me dice que trabaja con su hermano y estudia administración de empresa, una hora después salimos del local y caminamos hacia el estacionamiento.

- Tienes algo que hacer hoy?- dice, cuando ya estamos frente al auto.

- No, por que?- es sábado y hasta el lunes no comienzo a trabajar.

- Que tal si damos una vuelta por la ciudad?

- Mía no se pone celosa?- le digo encogiendome de hombros, me mira y rasca su barbilla, tengo que saber quien es esa chica y en que me estoy metiendo.

- No, mi hermana me quiere mucho, pero celosa no es.- dice.

- Perdon... yo creí...- pone su dedo en mis labios para callarme, cierro los ojos y disfruto de su toque.

- Vamos a dar una vuelta?

- Claro que si...


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