- Anne, despierta. Hoy es un día importante y no podemos perder el tiempo en la cama.
- ¿Madre?
- Soffi vendrá a ayudarte con el vestido enseguida.
Madre siempre era fría y distante, sobre todo en las ocasiones especiales...como lo era mi presentación en sociedad.
- Buenos días señorita. ¿Está nerviosa por lo que pasará esta noche?
- Creo que sí, no sé. Todavía no he tenido tiempo ni de despertarme – dije mientras volvía a taparme con las sábanas.
- Señorita, no hay tiempo que perder. En cuatro horas vendrán los invitados.
- Pero... ¿qué hora es? – pregunté confusa.
- Son más de las 4 señorita.
- ¿Cómo? – dije dando un salto de la cama.
- El señorito John ordenó que no se la despertara hasta la hora de prepararse.
- Pues más vale que nos demos prisa Soffi – dije quitándome el camisón.
- Se la ve feliz señorita – dijo Soffi mientras me acercaba el vestido.
- La verdad...no me gusta mucho conocer a gente nueva, pero papá y madre estarán felices, así que supongo que yo debo de estarlo también.
Las horas antes de un presentación en sociedad son muy felices, aunque en mi caso no lo fueron demasiado.
No paraba de pensar en las pesadillas y en la gente... Mis propios pensamientos me agobiaban. Intenté relajarme mientras Soffi me peinaba, pero no funcionaba, nada funcionaba. Quería salir fuera, huir bajo la lluvia...
- Señorita, ¿le gusta el peinado?
- Si si Soffi, queda perfecto.
Ya estaba arreglada, pero quedaba una hora para que llegaran los invitados y no sabía muy bien qué hacer para distraerme de mis pensamientos.
Me senté en la cama, cambié con cuidado el vendaje de la mano y me quedé allí sentada hasta que llamaron a la puerta.
Mientras bajaba por la escalera intentaba reconocer las voces de las personas que llegaban.
- ... seguro que su niña será agradable a la vista de mi querido Ronald...
La conversación se perdía con el ruido de los caballos fuera. Tampoco es que me importaran mucho ese tipo de conversaciones, sabía perfectamente para qué se celebraban estas fiestas... Tenía que exhibirme para que finalmente...alguien me "comprara".
- Anne, querida, me complace presentarte al señor y la señora Willoughby...y por supuesto, su hijo Edward – dijo madre mientras me acercaba hacia el chico tirando de mi brazo.
- Es un placer conocerles – dije haciendo una leve reverencia.
- Edward gana 5.000 libras al año, es un buen partido Anne – dijo madre susurrando y sonriendo.
Me limité a sonreír y saludar...y a ignorar los comentarios que madre hacia sobre la renta anual o herencia de cada joven que entraba en la casa.
Cada vez estaba más nerviosa, intentaba buscar a John con la mirada y justo cuando le había encontrado al final del salón...resbalé y caí al suelo.
- ¿Estás bien? – dijo mientras me ayudaba a levantarme.
- Emmm...sí, gracias.
- Me presentaré, soy Paul Hiddleston y tú supongo que eres Anne.