La familia pronto empezó a preocuparse...llevaba tres días durmiendo y en los momentos en los que tenía pesadillas, me subía la fiebre.
- ¡John! Acércate, corre. Parece que Anne se está despertando por fin – dijo padre.
Estaba despertando, sí...pero no era la misma Anne de siempre, esas serpientes se habían llevado una parte de mi.
- Pa...pa – dije con voz débil.
- Si cariño, estoy aquí.
- Iré a llamar al médico – dijo John saliendo por la puerta
El diagnóstico del médico fue que tenía anemia y me recomendaba reposo y comer mucha carne roja.
- Doctor...hay algo más...me siento rara, como si faltara una parte de mi – dije asustada.
- Ja ja ja...no te preocupes Anne. Será mejor que te deje descansar – dijo mirándome como si estuviera loca.
A media mañana, John me subió la comida a la habitación y también...una carta dirigida a mí.
- Tienes que comerte todo Anne y, bueno, quería hablar contigo de esto – dijo señalando la carta.
- Espero que no sea nada malo...
- La carta la envía Paul Hiddleston, el chico con el que bailaste aquella noche – dijo siniestro. – Tengo que advertirte Anne...ese chico no es lo que parece, te hará daño. He de reconocer que sabe cómo enamorar a una dama con sus palabras...pero hay algo en él que me da escalofríos.
- Creo que lo descubriré por mí misma – dije con una sonrisa.
John me dio la carta con recelo y salió de mi habitación. Entonces, me dispuse a leer la carta, que aunque era corta, decía mucho:
Querida Anne,
He de reconocer que la noche del baile fue algo extraña, me dejaste muy preocupado.
Me preguntaba si te gustaría que fuera a visitarte, aunque sino estás recuperada del todo, prefiero esperar a que mejores para ir a dar un paseo en caballo junto al río.
Un saludo, Paul
Leí la carta varias veces porque no me creía nada, no creía que le pudiera gustar a alguien.
- Señorita, ¿qué tal se encuentra? – preguntó Soffi.
- Creo que me encuentro mejor... ¿Podrías hacerme un favor Soffi?
- Eso ni se pregunta señorita, dígame lo que necesita.
- Necesito hablar con madre.
- De acuerdo señorita, ahora mismo aviso de que acuda a la habitación.
Soffi salió de la habitación y de nuevo me quedé sola hasta que llegó madre y entró en mi habitación. le entregué la carta, la leyó y....
- Anne, ahora mismo vas a responderle. Tiene que venir a verte, no podemos dejar que esté tanto tiempo preocupado.
- Es lo que tenía pensado madre, pero no sé qué responder exactamente.
- Escribiré yo entonces. ¿Qué te parece que venga mañana por la tarde?
- Tal vez un poco pronto...¿no crees madre?
- No hay vuelta atrás Anne, ya he cerrado la carta con cera. Ahora mismo enviaré al cochero para que la lleve.
- De acuerdo, gracias madre.
Madre cerró la puerta tras de sí sin decir palabra alguna, solo sonreía, solo eso, estaba feliz de haber encontrado a alguien con quien casar a la "hija adoptiva".