Capítulo Cuarto

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La familia pronto empezó a preocuparse...llevaba tres días durmiendo y en los momentos en los que tenía pesadillas, me subía la fiebre.

- ¡John! Acércate, corre. Parece que Anne se está despertando por fin – dijo padre.

Estaba despertando, sí...pero no era la misma Anne de siempre, esas serpientes se habían llevado una parte de mi.

- Pa...pa – dije con voz débil.

- Si cariño, estoy aquí.

- Iré a llamar al médico – dijo John saliendo por la puerta

El diagnóstico del médico fue que tenía anemia y me recomendaba reposo y comer mucha carne roja.

- Doctor...hay algo más...me siento rara, como si faltara una parte de mi – dije asustada.

- Ja ja ja...no te preocupes Anne. Será mejor que te deje descansar – dijo mirándome como si estuviera loca.

A media mañana, John me subió la comida a la habitación y también...una carta dirigida a mí.

- Tienes que comerte todo Anne y, bueno, quería hablar contigo de esto – dijo señalando la carta.

- Espero que no sea nada malo...

- La carta la envía Paul Hiddleston, el chico con el que bailaste aquella noche – dijo siniestro. – Tengo que advertirte Anne...ese chico no es lo que parece, te hará daño. He de reconocer que sabe cómo enamorar a una dama con sus palabras...pero hay algo en él que me da escalofríos.

- Creo que lo descubriré por mí misma – dije con una sonrisa.

John me dio la carta con recelo y salió de mi habitación. Entonces, me dispuse a leer la carta, que aunque era corta, decía mucho:

Querida Anne,

He de reconocer que la noche del baile fue algo extraña, me dejaste muy preocupado.

Me preguntaba si te gustaría que fuera a visitarte, aunque sino estás recuperada del todo, prefiero esperar a que mejores para ir a dar un paseo en caballo junto al río.

Un saludo, Paul

Leí la carta varias veces porque no me creía nada, no creía que le pudiera gustar a alguien.

- Señorita, ¿qué tal se encuentra? – preguntó Soffi.

- Creo que me encuentro mejor... ¿Podrías hacerme un favor Soffi?

- Eso ni se pregunta señorita, dígame lo que necesita.

- Necesito hablar con madre.

- De acuerdo señorita, ahora mismo aviso de que acuda a la habitación.

Soffi salió de la habitación y de nuevo me quedé sola hasta que llegó madre y entró en mi habitación. le entregué la carta, la leyó y....

- Anne, ahora mismo vas a responderle. Tiene que venir a verte, no podemos dejar que esté tanto tiempo preocupado.

- Es lo que tenía pensado madre, pero no sé qué responder exactamente.

- Escribiré yo entonces. ¿Qué te parece que venga mañana por la tarde?

- Tal vez un poco pronto...¿no crees madre?

- No hay vuelta atrás Anne, ya he cerrado la carta con cera. Ahora mismo enviaré al cochero para que la lleve.

- De acuerdo, gracias madre.

Madre cerró la puerta tras de sí sin decir palabra alguna, solo sonreía, solo eso, estaba feliz de haber encontrado a alguien con quien casar a la "hija adoptiva".

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