Sexy Kate

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Ya había llegado a mi trabajo, mis mejores amigos que también trabajan conmigo también ya estaban en la tienda. No sé si ya había dicho que trabajo en una tienda de música pero lo diré nuevamente.

Diego estaba en la caja contando el dinero y David estaba acomodando los nuevos instrumentos que llegaron a primera hora. Los saludo con choque de puños y me lanzo en mi lugar que es detrás de la prueba de instrumentos eléctricos. Estoy realmente agotado, al salir del colegio de espermi, fui más rápido que correcaminos por mis hermanitas, Liana llegó tarde y recibió un gran sermón acompañado de un castigo. Claramente me quería matar. Luego volví a casa porque olvidé que tenía que traer unos papeles a mi jefe, cuando llegué me encontré con casi todo el departamento destrozado y se escuchaban los gritos de mis hermanas. Cuando entré a la cocina las había encontrado, a Cristal bañada de harina, parecía un fantasma, y a Sherlyn bañada de huevos, café, azúcar, un líquido verde que no quise averiguar de dónde salió, y mi cocina... pobre de ella. Les había dado un grito y que cuando vuelva de trabajo lo quería todo limpio, luego hablé en privado con Cristal para que pase por Ally a la salida del colegio, no porque no me daría el tiempo, la verdad era que no podía volver a ver a su sexy maestra nueva, Mina no ha salido de mi mente, mierda.

Estaba afinando una guitarra por aburrimiento cuando la campana que tiene la entrada suena, levanto mi vista para ver y era una morocha realmente sexy. Era alta, con unos pechos grandiosos, si tengo que usar mi experiencia de sacar medidas a las mujeres, las de esta morocha serían 98-55-85, mierda, me daban tremendas ganas de meterle mi pajarito en su jaula. Y claramente no soy el único que piensa en eso, mis mejores amigos estaban igual que yo. Nos lanzamos miradas cómplices, hacemos un concurso de miradas para ver quién la atendería; como siempre, Diego y yo competimos hasta el final pero claramente fui el ganador. Salté por el mostrador hacia el área de afuera y fui hacia ella. La morocha al verme se muerde el labio inferior y una sonrisa picara se apodera de mi rostro.

-Hola guapa, bienvenida a la tienda. ¿Qué se te ofrece? -digo amable y con un toque de seducción a la vez.

Ella empieza a jugar con su cabello, saca pecho para que se abra su escote y deje más la vista esos hermosos pechos. Mueve su mano hacia atrás dejando caer su bolso a sus espaldas, se agacha a recogerlo y, como traía una minifalda, deja ver más de lo permitido en lugares públicos y su tanga roja. Luego de incorporarse, me sonríe para empezar a hablar.

-Pues venía solo por una cosa pero ahora se me ofrece otra más. -dice, claramente, refiriéndose a mí.

-Pues busquemos lo primero que venías a buscar y lo segundo veremos más adelante. -le doy un guiño y ella asiente.

Mat, hoy te toca un martes feliz y Mat junior lo sabe.

Fuimos a ver unas flautas, ella tenía gran experiencia en este instrumento así que no le contradije en ningún momento, así la complacería en ego y ella a mí en un polvo.

Tranquilo amigo, no te apresures a levantarte y saludar que aún es muy pronto. Le repito mentalmente a Mat junior cada rato para que se comporte.

Fuimos a la caja y cuando estaba a punto de pagar, me pregunta si también puede conseguir lo segundo, y como soy peor que un prostituto le digo que sí, pero sólo si dejaba propinas. La muy fácil dice que sí y nos encerramos en el baño por unos minutos. En la primera parte estuvo grandiosa que ni me lo imaginaba, pero a la hora de meter al pajarito en la jaula fue deprimente, parecía una virgen sin experiencia. Luego de acabar, me deja una propina mayor que el precio del instrumento y se va feliz de la tienda.

-Oye Foster, debes empezar a tener un poco de piedad a tus compañeros de trabajo, hace más de un mes no tenemos sexo con alguna cliente. -dice Diego y suelto una carcajada.

Una pelirroja inesperada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora