¿Estás embarazada?

38 4 1
                                    

Cristal's POV

-Bien... alguna de ustedes 5 me haría el favor de decirme... -hace una pausa y toma una gran bocanada de aire para luego fulminarnos con la mirada a las 5- ¿QUÉ RAYOS PASÓ AQUÍ? -grita mi mellizo extremadamente fuerte que seguro despertó a los chinos.

Todas quedamos en silencio. La verdad que la única inocente es Ally, la pobre no tendría que estar sufriendo todo este sermón. Me levanto del sofá y decido dar la cara ante todas.

-Yo te lo diré Mat, pero deja ir a Ally, ella no tiene nada que ver con lo que hicimos mis hermanas y yo. -digo con firmeza y él rueda los ojos con obviedad.

-Alison vete a la sala de juegos y no salgas hasta que te lo ordene. -la frialdad de mi hermano asusta a la pequeña rojiza y ésta sale huyendo de la habitación. -habla de una maldita vez Cristal Sasha Foster.

Trago duro, la verdad es que no lo había visto actuar de esta manera desde que tenía 15 y le dije a la abuela que él tenía sida.

-Bien, esto fue lo que pasó...

Unas horas antes...

Luego de que mi mellizo se fue a trabajar, quedé nuevamente a solas con mi rubia hermana menor. Nos fulminamos con la mirada por varios segundos hasta que decido darme una ducha. Odio ser un fantasma con toda esta harina.

Luego de una ducha placentera, salgo directo a la cocina para limpiar el desastre que hicimos, no quiero que mi hermano me eche de su casa, no tengo donde diablos ir. Me paso por la sala mientras iba secando mi cabello y me encuentro con una Sherlyn hablando por teléfono tranquilamente en lugar de comenzar a limpiar. Encima que no va al colegio se queda de vaga hablando con sus amigas. Busqué a mi alrededor y le lancé un almohadón que hizo volar su teléfono por los aires cayendo en un charco de agua y desarmandose por completo, hizo un ruido raro y luego otro que parecía una explosión en el mundo hormiga. La rubia me fulmina con la mirada antes de lanzarse a mí y jalarme del cabello hermoso que la vida me otorgó. La verdad no me enfadé por eso ya que me encanta devolverle los golpes y que sufra más, pero no le voy a perdonar que después de una hora y media bajo la ducha, ella venga y me vuelva a ensuciar porque seguía hecha un asco. Rodamos por todo el piso jalando de nuestro cabellos y dándonos golpes por todos lados. Logro separarme de ella y corrí hasta el cuarto de limpieza, busqué el jabón en polvo y cuando apareció en mi campo visual la bañé con éste. Corrí nuevamente hacia la cocina para echarle agua pero me resbalé con una zanahoria haciendo que caiga. Sherlyn aparece cerca, tenía en manos una cubeta con vaya a saber uno qué. Logré sentarme en lo que ella se acercaba, busqué desesperada a mi alrededor con qué defenderme y sólo tenía una opción...

-¡Atrás rubia adoptada! ¡Tengo una zanahoria y no me caberá miedo en usarla! -ella me mira confusa, aprovecho que bajó su guardia y se la lanzo a la cara provocando que la cubeta se le caiga.

Me puse de pie rápido antes que ella recapacitara, huí de inmediato de esa cocina pero perdí el equilibrio cuando mi hermana se lanzó sobre mí derribandome de inmediato.

El jodido suelo me pedirá ir a lo oscurito en lo que yo siga arrastrándome en él...

-¡Estás gorda Sherlyn! -empecé a gritar y ella rompe un huevo en mi cabeza.

-¡Que te den Cristal! ¡Zorra fácil! -decía mientras me presionaba más al suelo.

-¡Maldita virgen resentida! ¡No es mi culpa que Ari esté enamorado de mí y no de ti!

-¡Sólo eres una fácil!

-¡Deseas estar en mi lugar para que te rompan ese himen! Y para que Ari te preste atención, virgen resentida.

Una pelirroja inesperada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora