-¡Giuseppe! ¡Hola pato de mi amor!
Alzó al plumoso animal, lo apretó, le agarró el pico.
-¡Te extrañé mucho! ¿Y tú?
-Cuack cuack cuack.
-Lo sabía, tu también. Dime, ¿te trataron bien? ¿Amenazaron con meterte en la asadera o hacerte a la naranja?
-Cuack cuack cuack.
-También lo sabía. Ay mi madre...
Dejó al pato en el suelo y caminó silbando hacia la entrada de su casa.
-Volviste. –dijo su madre sin levantar la vista de su café.
-Sí, pero sólo por unos días, mientras espero los resultados. Porque, por si quieres saber, accedieron a hacerse el ADN. Y quizás consiga trabajo, y me quede en Londres para siempre.
-Midori, a mi no me amenaces con eso...
-Me da igual, Caster.
-¡No me llames por mi nombre!
Arrojó su mochila sobre una silla y subió corriendo al ático.
****************
Barbara miraba con reproche a Ringo, él sólo suspiró, resignado, apretó las manos en el respaldo de la silla en la que estaba apoyado.
-¡Dímelo! ¡Dime quién es ella!
-No es una amante.
-Y yo soy tonta. Es otra más. ¡Dime quién es!
-Es una posible nieta.
-Qué raro, siempre con jovencitas.
-Es que no es una amante, es una posible nieta. Y recuérdame despedir a todo el personal, por contarte algo así. Salvo que lo hayan hecho porque los tienes bien entrenados.
-Claro que sí. Y ahora, eso de la nieta no te lo cree nadie. A ver, que sería más lógico que apareciera una hija, pero no una nieta. A esas apariciones de hijos ya estoy acostumbrada.
-Bueno, pero esta vez, apareció una nieta.
-Supongo que no la reconocerás.
-Claro que sí, ya hicimos el ADN, aún no sé el resultado, pero si lo es, la reconoceré.
-¡Estás loco! No quiero aceptarla.
-Me da igual, la realidad es la realidad. Permiso, llamaré a Paul.
Dejó a su mujer, todavía indignada, y se encerró en su oficina. Llamó, rogando que él lo atendiera y no lo hicieran pasar por el millar de secretarias que tenía. Al fin sus ruegos fueron escuchados y atendió Paul.
-Paul, soy yo.
-¿Quién es yo?
-Tu vaca que está a punto de convertirse en hamburguesas. ¡Ven, rescátame!
-¿Eh?
-Tonto, soy yo, Ringo.
-Idiota, no te reconocí. ¿Ahora qué quieres? ¿Te dije que sacaremos la discografí...?
-Me lo dijiste treinta veces. Hablo por algo más importante.
-¡Es importante!
-Será importante hasta que Yoko diga que no le da la gana publicar nada y arruine, como siempre, tus propuestas. Y yo me reiré.
-Me caes mal.
-Ya lo sé. Ey, ha surgido un inconveniente...Verás, Barbara se enteró de la existencia de Midori.
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Mi abuelo es un beatle
Humor¿Qué pasaría si las historias que te contó tu abuela resultaran ciertas? ¿Qué pasaria si, de un día para otro, descubrieras que el abuelo que nunca tuviste es un beatle, pero no sabes cuál es?