Entidad 1: Savannah Monroe, 14 años.
Ubicación clasificada.
Jueves 3 de marzo 2015
2:18 am
La fuerte explosión sacude mi cabeza con fuerza, me retuerzo en el suelo un poco para detener el agudo sonido de mis odios. Después de dos segundos me levanto con agilidad y corro, pero en la esquina me sorprende son policías, los miro y luego levanto mis manos y la honda de Ethan los hace volar por los aires dejándome el camino libre. Tantos paseo a media noche por la clínica me han servido para aprenderme de memoria los atajos y poder llegar a la parte trasera del edificio.
Ajusto mi buso y sigo corriendo por los largos pasillos, noto que una de las puertas se abre y veo a la anciana Betty que siempre vengo a visitar cuando estoy muriendo de aburrición. Esta me mira consternada pero rápidamente le doy un abrazo y sigo por mi camino, alcanzo a oír un suerte pero no me despido; le prometí que cuando fuera libre del gobierno vendría a llevármela muy lejos de los idiotas de sus hijos.
Atravieso la última puerta que me lleva a la salida de emergencia que utilizarían más enfermeras por si algo como que estoy creando aquí dentro pasara, pero esta desierta. Feliz salto desde el séptimo piso sin ante gritar.
― ¡Atrápame Ethan! ―siento como su presencia me toma y me deja caer al suelo con calma. ― eso es, ahora larguémonos de este maldito manicomio― doblo la esquina asomando la cabeza primero antes y para mi desagrado veo a más de 30 policías esperando a que aparezca. Bueno por fin tuvieron acierto en algo. Sonrió maliciosa y salgo a la vista levantando las manos. Estos me apuntan en seguida y un oficial usa su alta voz para dirigirse a mí.
― Quédate donde estas niña ―me orden este, lo miro con odio y luego sonrió― si haces algo no dudaremos en disparar ―debo confesar que tiene agallas al decirme esto. No sabe con quién se ha metido.
― Primero las armas, luego estalla los tanques de gasolina ―le ordeno a Ethan mientras este lo hace y las armas de los oficiales se les caen las municiones y aprovecho esto para salir corriendo por la calle adyacente. Corro cono no hubiera un mañana mientras escucho las explosiones de Ethan sobre los autos. Sonrió sin dejar de correré hasta unas cinco cuadras aproximadamente. Me detengo y limpio el sudor de mi frente con la manga del buso.
Estudio mi siguiente acción mirando por la desierta calle, tengo que salir de la cuidad. Eso está claro; pero como. Autobús, descartado abran oficiales en la estación de autobús, avión... menos. Lo que me deja la única opción. Tengo que robar una moto e irme por los lugares solitarios de la cuidad.
Me pongo la capota y hundo mis manos en los bolsillos del buso y comienzo a caminar tranquila buscando alguna moto para poder robarme. No consigo éxito si no hasta la cuarta cuadra, es grande mucho más grande que yo. Pero bueno... Qué más da tengo que robarla.
― Ok Ethan enciende el moto ―este la enciende en cuestión de segundos y sonrió― muy bien, larguémonos de aquí. Ya no seremos más ratones de laboratorio. Podremos vivir tranquilos los dos.
Pasó la pierna por encima del cuero desgastado del asiento y miro un poco como demonios es que funciona esto. Recuerdo la primera vez que papá, no el señor ese. Me enseño a montar bicicleta él dijo "montar en bici es como andar en moto, cuando estés grande y tu madre no se dé cuenta te comprare una" Ok, utilicemos el único consejo practico que me dio el idiota ese.
― Ethan ayúdame a que no me caiga ―le ordeno quitando la palanca de seguridad y asiendo rigor el motor y saliendo de apoco de la acera y entrando a la carretera, por suerte está sola. Así que me tomo unos segundos hasta acostumbrarme a su velocidad y los frenos. Cuando ya logro manejarla más o menos oigo el sonido de las sirenas de los policías. Genial, refuerzos.

ESTÁS LEYENDO
Stranger
Fiksi RemajaMi nombre es Savannah Monroe, tengo 18 años, y soy una de las personas mas buscadas por el gobierno de los Estados Unidos de América por tener una "Habilidad" especial. Mis padres me abandonaron en una clínica a los siete años dejándome a mi suerte...