6-DOLOR DE LOS PECADOS

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Lo más importante, entre las cosas que tienes que hacer como penitente , es el dolor de los pecados, que también se llama contricción o arrepentimiento .

Este dolor, o arrepentimiento no debe entenderse como un dolor físico en el corazón o en cualquier otra parte del cuerpo; se trata, por el contrario, de un sentimiento o pesar sobrenatural de haber ofendido a Dios, o como bien dice el catecismo:

* « Es el pesar que sintió san Pedro después de haber negado al Señor en la madrugada del Viernes Santo: " Y saliendo fuera lloró amargamente " » (Lucas 22,62)

* « Es también el pesar que sintió el hijo pródigo de la parábola, el cual, después de alejarse de la casa de su padre y de gastar el dinero que tenía, pasaba hambre y gran necesidad. Entonces, volviendo en sí, decidió regresar junto a su padre y pedirle perdón : " Padre - le dijo al llegar hasta el - he pecado contra el cielo y contra ti; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo " (S.Lucas 15,11-24).

El dolor de San Pedro fue dolor de amor. San Pedro lloró por haber traicionado a Jesús, su Maestro y Señor, que tanto amor le había demostrado siempre. Este dolor de amor se llama también dolor de contricción o contricción perfecta y es un sentimiento o pesar sobrenatural de haber ofendido a Dios por ser El quien es, Bondad infinita digno de ser amado sobre todas las cosas.

El dolor del hijo pródigo fue diferente al de San Pedro. Su arrepentimiento no fue sólo movido por amor, sino por otros motivos como la angustia y el hambre que padecía y la fealdad de lo que había hecho. Esta clase de dolor se llama también de atricción, que es un sentimiento o pesar sobrenatural, de haber ofendido a Dios por temor al castigo o por la misma fealdad del pecado.

El dolor de contricción perdona Inmediatamente los pecados si va unido al propósito de confesarlos tan pronto como se pueda. Sin embargo, nadie debe comulgar después de haber cometido un pecado mortal sin confesar antes, aunque haya hecho un acto de perfecta contricción. La doctrina en este punto es clarísima:
" Y para que tan gran sacramento ( la eucaristía ) no sea recibido indignamente, y , por tanto, para muerte y condenación, este Santo Concilio establece que aquellos a quienes grave la conciencia de pecado mortal , por muy contritos que se consideren, deben hacer necesariamente previa confesión sacramental ".

Antes De ConfesionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora