Dios mío,
aunque estoy lleno de canas,
no me abandones;
todavía quiero decirles
a los que aún no han nacido
que tú eres un Dios poderoso.
Eres incomparable,
pues has hecho grandes cosas;
tu justicia llega hasta el cielo.
Tú me hiciste pasar
por muchos aprietos y problemas,
pero volverás a darme vida:
¡de lo profundo de la tumba
volverás a levantarme!
Me darás mayor poder,
y volverás a consolarme.
Tú eres el Dios del universo,
tú eres un Dios fiel.
Por eso te cantaré himnos
con música de arpas
y de otros instrumentos de cuerda.
Te cantaré himnos
y gritaré de alegría
porque me salvaste la vida.
Todo el día hablaré
de tu poder para salvar,
pues los que buscaban hacerme daño
quedaron avergonzados por completo.
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Prosas de un Mercenario
PoetryApenas era un niño cuando comencé en el arte de la guerra, mi deseo al principio era servir a mi rey pero con el tiempo termine convirtiendo en uno, muchos recordaran por siempre mi nombre, pero para mí eso nunca fue lo más importante; a pesar de mi...