Dios es dueño de toda la tierra
y de todo lo que hay en ella;
también es dueño del mundo
y de todos sus habitantes.
Dios afirmó la tierra
sobre el agua de los mares;
Dios afirmó este mundo
sobre el agua de los ríos.
Sólo puede subir al monte de Dios
y entrar en su santo templo
el que siempre hace lo bueno
y jamás piensa hacer lo malo;
el que no adora a dioses falsos
ni hace juramentos en su nombre.
Al que es así,
Dios lo llena de bendiciones;
¡Dios, su Salvador, le da la victoria!
Dios de Israel,
así son todos los que te buscan;
así son los que a ti acuden.
«¡Abran los portones de Jerusalén!
¡Dejen abiertas sus antiguas entradas!
¡Está pasando el Rey poderoso!»
«¿Y quién es este Rey poderoso?»
«¡Es el Dios de Israel;
Dios fuerte y valiente!
¡Es nuestro Dios,
el valiente guerrero!»
«¡Abran los portones de Jerusalén!
¡Dejen abiertas sus antiguas entradas!
¡Está pasando el Rey poderoso!»
«¿Y quién es este Rey poderoso?»
«¡Es el Dios de Israel,
el Rey poderoso!
¡Él es el Dios del universo!»
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Prosas de un Mercenario
PuisiApenas era un niño cuando comencé en el arte de la guerra, mi deseo al principio era servir a mi rey pero con el tiempo termine convirtiendo en uno, muchos recordaran por siempre mi nombre, pero para mí eso nunca fue lo más importante; a pesar de mi...