Prólogo...

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-¿Dónde estoy? ¿Por qué estoy atada?

-¡Cállate! Ya casi llegamos...

Las personas bajaron a la chica, le desataron las piernas y la empujaban hasta un cuarto en el cual, la esperaba una terrible experiencia.

-Vamos, camina, ya casi llegas...

La chica, entre sollozos, se atrevió a decir:

-¿Por qué me hacen esto? ¿Qué les hice?...

- No tenemos por qué responderte, así que camina. - esta persona le dio un leve empujón, haciendo que la chica se tropezara-. Demonios, ¡Arriba! ¡Levántate!

-Espera, ya casi llegamos, así que no tienes por qué alterarte, solo... -La segunda persona tomo a la chica del hombro y le dijo- Oye, sé que estás asustada pero, con esa actitud causas que mi compañero se desespere así que... ¿Te puedes levantar?

La chica asintió y se levantó despacio, segundos después, los tres entraron en un cuarto oscuro...

-Oye, el jefe quiere que la hagas cambiar de opinión, como casi siempre lo haces.

-¿Casi siempre?- Soltó una risa burlona- Deja de comportarte como si fueras un disciplinado, el jefe no puede escucharte aquí Matt.

-¿Enserio? -Soltó un suspiro- Que bueno, bien, hoy te traemos una chica que se opuso a ayudar a un compañero que han lastimado. -La empujó haciendo que ésta cayera de rodillas frente al chico-.

-¿Por qué la tienen atada y vendada de los ojos?- Éste solo observaba a la chica-.

-Sabes las reglas, aunque solo lleves tres años aquí, tienes que respetarlas.

-De acuerdo, Alex.

-¿Sí?

-¿Puedes quedarte un momento con ella? Tengo que hablar con el jefe.

-De acuerdo, pero date prisa.

-No te preocupes. -Los dos chicos salieron, dejando solos a Alex y a la chica-.

-Por favor, no me hagan nada... Por favor...

-No te preocupes, no te haré daño.

-¿Por qué me hacen esto? No les he hecho nada.

-Lo siento, no puedo decirte nada, son las reglas.

-E-Está bien...

Las Cosas Del Destino [Próximamente en Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora