Capítulo 7.

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Desperté abrazado por Elizabeth, recordé las palabras del jefe: "Ella te controla, y si no lo hace, quiero que mañana la tengas atada para que la convenzas al menos un 60%"...

Me levanté con cuidado de no despertarla, tomé mi ropa y entré al baño, me lavé los dientes y el rostro, me rasure, me coloqué mis pantalones negros, una sudadera roja, una franela negra, y unas botas cafés claro.

Terminé de arreglarme y salí, me encontré a Elizabeth todavía dormida, tocaron la puerta, la abrí y era mi jefe.

-Jefe, ¿que hace aquí?

-Vine para avisarte que estaré presente durante las primeras dos horas de este día para asegurarme que cumplas tu trabajo, después de que Fernando le dé de comer a Elizabeth -vio mi reacción de asombro- ¿pasa algo?

-N-no, no pasa nada, está todo bien...

-Bien, iré a comer y, regreso, justamente a... -observa su reloj- las 10:30, nos vemos.

Él se fue, cerré la puerta y me senté en la cama nervioso, me frotaba el rostro con las manos, sentí que alguien tomó mi hombro y me retiró las manos del rostro.

-¿Pasa algo? -me miró con preocupación- ¿Qué tienes?

- El jefe estará aquí en... -observé el reloj que estaba en la pared- una hora, treinta minutos y... Va a estar presente durante dos horas para verificar que te tenga atada y haga mi trabajo.

Ella me miró preocupada pero con una sonrisa, me acarició la mejilla y me dijo:

-Tranquilo, sé que podrás hacerlo, además, tu siempre me convences.

La miré agradecido y le di un beso en su mejilla, tocaron la puerta, Elizabeth se sentó en la silla mientras yo abría la puerta.

-Hola Bruno.

-Hola Fernando, pasa -me retiré de la puerta y él la cerró-.

-Hola Elizabeth, te traigo de comer.

-Fer, después de que termines la amarras -él me miró sorprendido- órdenes del jefe.

-De acuerdo, lo haré.

Me acosté en la cama mientras él la alimentaba, me cubrí los ojos con mi brazo mientras recordaba las palabras del Jefe:

"Ella te controla, ¿Qué no lo ves?, ella tiene esa habilidad..."

" y tus amigos están bajo el control de ella..."

"Ella usa su habilidad sin saberlo, es posible que ella te esté controlando..."

Sentí que tocaban mi hombro y lo agitaban así que quité mi hombro y miré a la persona culpable.

-Lo siento, creí que te habías dormido y, como a Fernando se le olvidó atarme, pensé que debía despertarte.

-No te preocupes, luego mataré a ese idiota -ella me miró preocupada- ¿Qué sucede?

-La última vez que dijiste eso, casi matas a Fernando...

Las Cosas Del Destino [Próximamente en Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora