Me encontraba en un callejón oscuro, era de noche, las paredes estaban agrietadas, eran de ladrillos, caminé un poco, sentí una mirada detrás de mí.
-¿Quién está ahí?- Una sombra pasó enfrente de mí-. ¡No te escondas, no seas un cobarde!
-Lo siento, pero... No siento nada por ti.
-¿Qué?
Una silueta estaba parada frente a mí, me acerqué un poco, tenía un vestido blanco, no usaba sandalias y su cabello estaba suelto, me miraba con sus ojos castaños.
-Lo que oíste... No siento nada por ti, solo jugaba contigo, me enamoré de otra persona así que... Adiós Bruno...
-Espera... No te vayas.
-Es muy tarde, no vemos...
Se empezó a alejar, la seguí, comenzó a correr, era muy rápida, la perdí de vista a los pocos minutos de perseguirla. Se volvió oscuro, sólo se oían las voces del Jefe...
-¿Quieres unirte a nosotros? Te prometemos que tu familia estará protegida...
-Ese chico es un perfecto torturador, es frío, no le importa nada...
-Parece ser que su última relación lo dejó así...
-¿Cómo se llama?
-Su nombre es Bruno...
-Bruno, Bruno... ¡Bruno! ... ¡Bruno!
Todo se desvaneció. Al parecer era sólo un sueño, lo primero que vi fue a Elizabeth, estaba sentada a un lado de la cama y me miraba preocupada...
-¿Qué? ¿Cómo sabes mi nombre? -Ella seguía mirándome preocupada- ¿Quieres que te de una foto para que sigas mirándome?
-Primero, estabas teniendo una pesadilla, así que decidí despertarte; segundo, me dijo Fernando que así te llamabas y, tercero, no quiero la foto de un torturador que me tiene en su habitación e hizo bañarme en su habitación.
-Uno: no estaba teniendo una pesadilla, así que no esperes mi agradecimiento. Dos: luego mataré a Fernando por andar de chismoso. Tres: agradece que te deje bañarte porque este será el primer baño que tomes y el último de esta semana -me miró enojada- eso no funcionará, por cierto... ¿Dónde conseguiste esa ropa?
-Esta ropa me la dio Alex -la miré enojado- ¿Qué? ¿Te molesta?
-No, pero creo que te estoy dando mucha libertad, así que, a partir de mañana volverás a estar atada.
-¡No puedes hacer eso!
-¡Claro que puedo! además, ¡¿quién te crees que eres para gritarme?!
-¡Eres un idiota! -Esa palabra hizo que perdiera todo el control que tenía, me acerqué y le di una bofetada, ella comenzó a llorar-.
-Tú te lo buscaste, nadie me insulta, ¿me escuchaste? ¡Nadie!
Salí de mi habitación dejándola sola, cerré la puerta con llave y en ese momento apareció Fernando con una bandeja con comida, negué con la cabeza y él se fue.
Salí un rato del edificio y me senté en un banco que estaba entre dos árboles y enfrente había un lago, me quité la máscara y miré la luna.
-¿Por qué tuvo que volver?
-Tal vez sea el destino...
Me levanté del banco y observé la luna con los ojos como platos, alguien tomó mi hombro e intenté dejarlo en el suelo, pero esta persona era más lista y fuerte así que, el que quedó en el suelo fui yo.
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Las Cosas Del Destino [Próximamente en Edición]
Teen FictionÉrick es un chico frío y temido por todos debido a una persona que lo lastimó en el pasado, después de un tiempo, esta persona vuelve, poniendo a Érick en una situación complicada...