Una historia de amor

Capitulo 2: "La Carta"

 "El amor es un concepto universal relativo a la afinidad entre seres, definido de diversas formas según las diferentes ideologías y puntos de vista. Se puede interpretar como un sentimiento relacionado con el afecto y el apego."

 ¿Quién no ha escuchado hablar del amor? Todos conocen la palabra, la han oído, y muchos han creído en ella, pero pocos han sentido su verdadero peso. Es un sentimiento que despierta un deseo profundo por otra persona, que te hace anhelar su bienestar y protección. Para algunos, es solo un pretexto romántico para la pasión, pero ¿qué hay de aquellos que defienden su existencia genuina?

Han pasado dos semanas desde mi conversación con mamá. Mientras contemplaba el jardín desde mi ventana, me encontré con mi hermana menor, Sebastiana. Ella, concebida poco antes de la muerte de papá, ha sido siempre una luz en nuestra familia.

"¿Qué haces en mi habitación, Seba?" pregunté, dejando de lado mis pensamientos.

"No me llames Seba, me hace sentir como un niño", respondió ella, con tristeza en sus ojos.

"Lo siento, pequeña. ¿Qué te trae por aquí?"

"Vine porque Angeline... ¿Sabes quién es Angeline?" preguntó tímidamente.

"¿La cocinera?"

"Sí, ella. Ya no quiere jugar a que tenemos un restaurante", suspiró tristemente.

"¿Y qué quieres que haga yo al respecto? ¿Quieres que hable con Angeline?"

"No, no quiero meterla en problemas. Solo quiero que juegues conmigo."

"Estoy ocupada ahora mismo. Deberías pedirle a Mamá que te preste atención", sugerí.

Ella estuvo de acuerdo y se marchó. Una vez sola, mis pensamientos volvieron a Nicolás. ¿Por qué no podía sacarlo de mi mente? ¿Acaso él pensaba en mí de la misma manera? ¿Por qué me estaba sucediendo esto ahora, cuando apenas habíamos hablado? Recordaba su voz profunda, el color intenso de sus ojos y, sobre todo, cómo me miró con una intensidad que aún me hacía estremecer.

Un suave golpeteo en la puerta me sacó de mis pensamientos. Era Valeria, la criada.

"La cena está lista, señorita Julieta", dijo tímidamente.

"Gracias, Valeria. Bajaré enseguida."

"Oh, señorita..."

"Dime, Valeria."

"Un joven de ojos verdes y cabello castaño dejó esta carta para usted", dijo, entregándome un sobre sin nombre.

"¿No dijo su nombre?"

"No, señorita. Y el sobre tampoco tiene nombre", respondió.

"Está bien, muchas gracias, Valeria. Puedes retirarte."

Una vez sola, cerré la puerta y abrí el sobre con curiosidad. Dentro había una carta que decidí leer de inmediato.

"Oh, Julieta, mi dulce y hermosa Julieta. He decidido escribirte esta carta porque no puedo dejar de pensar en ti, día y noche, incluso en mis sueños. No sé cómo llegarás a leer esto, pero haré todo lo posible para que llegue a tus manos. Mi padre me ha prohibido hablar contigo, y me amenazó con severas consecuencias si vuelvo a verte, pero no entiende que no puedo evitar pensar en ti, extrañarte y añorarte constantemente. Sentí algo único contigo, algo que solo se siente una vez en la vida y se llama 'amor'. Espero que no te asuste que te hable de amor tan pronto, pero necesito saber si sentiste lo mismo. Te esperaré esta noche en el jardín de tu casa a las 7 pm. Tendrás que encontrarme, pues me esconderé para no ser descubiertos. Necesito tu respuesta en persona, lo más pronto posible. Si no puedes venir hoy o no recibes esta carta a tiempo, estaré allí todos los días a la misma hora, esperándote."

Mi corazón latía con fuerza mientras leía cada palabra. Nicolás había desafiado a su padre por mí, y ahora esperaba una respuesta en el jardín. La idea de encontrarme con él allí, bajo las sombras del anochecer, me llenaba de emoción y temor. Sus palabras resonaban en mi mente, y aunque apenas nos conocíamos, sentía una conexión inexplicable que me impulsaba a descubrir más.