Sin Mirar Atrás [YA EN LIBRERIAS/EBOOK]

Capítulo 28: Para que puedas empezar una nueva vida

El sol entraba por la ventana provocando que mis ojos se abrieran poco a poco para que se fueran adaptando a la luz.

Me di la vuelta para el lado que Marco dormía. Lo contempré un momento porque se veía muy mono durmiendo.

En seguida me deshice de aquel comentario imprevisto y me levanté para hacer mis actividades rutinarias.

Me duché, me sequé el pelo, desayuné y Marco aún seguía durmiendo, lo que me impresionaba era que tenía un sueño profundo, pues yo con nada me despertaba.

- Si te estás haciendo el dormido te pido que pares ya-. Dije a punto de beberme el vaso de agua.

Marco seguía durmiendo, ¿qué hacía? No podía irme al metro dejándolo ahí tirado en el suelo.

Estaba fregando el plato de mi tostada y el baso cuando de repente noto que algo o mejor dicho, alguien me estaba abrazando de la cintura.

- Buenos días-. Susurró en mi oido Marco.

- Buenos días-. Contesté mientras dejaba el plato y el vaso para que el agua se escurriera.

- ¿Cómo has dormido?

- ¿Me puedes dejar en paz y dejar de abrazarme?

- Con que mal humor nos levantamos-. Dijo mientras me dejaba en paz.

- No quiero darte falsas esperanzas-. Dije mientras le daba un pequeño golpe en el hombro.

Hizo un gesto con cara que me probocó mucha risa, cogí la guitarra y lo eché de mi casa.

- Quiero desayunar-. Se quejaba mientras cerraba la puerta del piso.

- Te puedes permitir el lujo de desayunar en un restaurante.

- Pero quiero probar tus desayunos.

- Pero me tengo que ir a trabajar-. Señalé a mi guitarra.

- ¿Vas a seguir en el metro?

- Tendré que comer.

- No se puede vivir de eso.

- No me queda otra opción.

Me mira pensativo y en un par de segundos saca una especie de libreta, anota algo y me lo da, no tardo en darme cuenta de que era un cheque.

- Para que puedas empezar una nueva vida.

Me da un beso en la mejilla de aleja por el pasillo mientras me quedo mirando como desaparece.