The Lux Reus Diaries (ILWAFS #2)~.

Capítulo 18. Leah y Promesas.

Capítulo 18. Leah y Promesas.

- Leah—dije viendo a Marcus, era la mañana de navidad estábamos comiendo panqueques con forma de árbol navideño y chocolate caliente con malvavisco.

- ¿Ese será su nombre?—La pequeña cachorra estaba acostada justo en los pies de la silla donde estaba sentada, no se había querido separar de mí.

- Sí, creo que es un lindo nombre, Leah—Mamá me sonrió llegando con su plato lleno de más panqueques.

- Leah es un lindo nombre—asintió hacía mí y vi como papá llegaba y dejaba un beso en sus labios de buenos días.

- Hola chicos, ¿durmieron bien?—Ambos asentimos y él tomó uno de los panqueques para luego llevárselo a la boca.

- Quiero una de esas tazas con chocolate caliente—dijo mirando a mamá y ella asintió para ir por más chocolate.

- Ya quiero abrir mis regalos—refunfuñó Marcus.

- Solo debes terminar tú desayuno, cariño, y luego ya podrás abrir todos esos regalos que dejó Santa para ti—mamá tenía esa voz dulce que así te estuviera reprendiendo sonaba incluso melodiosa.

- Debo ir por algunas cosas para el cachorro—dije viéndolo desde mi altura—comida, juguetes, una cama... ya saben, lo necesario para que viva.

- Oh, es realmente un cachorro muy lindo ¿no crecerá mucho?—Preguntó papá frunciendo su ceño.

-Nop—sacudí mí cabeza—creo que solo un poco más, pero permanecerá pequeño.

- ¿Por qué nunca tuvimos una mascota?—Los ojos de Marcus nos miraron a los tres, yo por mi parte solo me pude encoger de hombros.

- No lo sé, tal vez nunca nos planteamos la idea.

- Oh—lo escuché murmurar y luego comenzamos a hablar del viaje a Australia que estábamos planeando.

***

- ¿Quién es el cachorrito más lindo, quien?—Me reí de Arya mientras le hablaba a la pequeña Leah.

- Creo que es una buena cosa que le pusieras Leah, ya sabes Liam, Lux y Leah... ahora podría mudarse los tres y vivir felices por siempre—rodé los ojos mientras giraba para ir a la tienda de mascotas.

- Solo me parecía un lindo nombre, ya sabes—me encogí de hombros y Arya subió el volumen de la radio ya que estaba comenzando a sonar una banda que a ella realmente le gustaba.

- ¿Se verán hoy?—Fruncí mis labios por su pregunta.

- No lo sé... en eso quedamos, pero antes de que se fuera a casa de Dakota se comportó como un idiota—refunfuñé y luego de dar algunas vueltas por el estacionamiento al fin conseguí un buen sitio.

- Los chicos siempre tienden a comportarse como idiotas, deberías perdonarlo solo por el hecho de regalarte a Leah—dijo como si fuera lo más obvio del mundo.

- La verdad es que se hizo incluso más irresistible regalándome un cachorro, pero eso no justifica sus actos.

- Disculpa, futura escritora de Best Sellers.

- Que dramática puedes llegar a ser, querida amiga—la campanilla de la tienda sonó cuando entramos a ella y una señora con anteojos nos sonrió desde detrás del mostrador.

- Hola chicas, feliz navidad, ¿en qué puedo ayudarles?

- Oh, solo venimos por algunas cosas para cachorros—ella asintió y salió desde detrás del mostrador para darnos una larga y exhaustiva charla acerca de lo que un cachorro necesitaría.