Capítulo 24. Es mío, perra.

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Capítulo 24. Es mío, perra.

Luego de salir de la ducha, con el cabello húmedo y una toalla rodeando mi cuerpo, me encontré a Liam sentado sobre la cama deshecha con una sudadera y manipulando su iPod.

- Correr sobre la arena es como lo mejor que puedes hacer—me sonrió, sin fijarse realmente que debajo de la mullida toalla no tenía ni una sola prenda de vestir.

- ¿Planeas llevarme a correr?—Caminé hacía los cajones y saqué algo cómodo para hacer ejercicios.

- Debo correr todos los días, Lux, puedes acompañarme si quieres. Pero te prometo que cuando sientas tus pulmones quemar y veas esa hermosa playa justo a tú lado te darás cuenta de que vale la pena—sonreí y asentí hacía él, no era de ejercitarme mucho, pero si había algo que me gustaba más que todo lo demás, era correr.

- Iré a hacerme un batido—se acercó a dejar un beso en mi frente, antes de desaparecer por la puerta.

Me puse un lindo conjunto deportivo, y amarré una chaqueta a mi cintura. Salí de la habitación con mejor ánimo, un poco lista para correr.

Todas las puertas estaban cerradas, cada persona en la casa estaba dormida. Y tenía el presentimiento de que dormirían hasta tarde. En la cocina Liam se estaba empinando un enorme vaso de un líquido verde, y que se podía ver, era espeso.

- Ew, ¿Qué es eso?—murmuré inclinándome en la nevera y sacando una manzana.

- Es solo un batido, sabe mejor de lo que luce—aseguró dejando el vaso vacío sobre la mesada.

- Ojalá sea así—di un mordisco a la deliciosa manzana, y seguí a Liam hacía la playa.

Estaba haciendo un día perfecto, sin mucho sol, y la arena se extendía por kilómetros a nuestro alrededor.

- Amo poder correr en la orilla de la playa—murmuró Liam distraído, viendo el agua, que gracias a las nubes, lucía un poco revuelta.

- ¡Vamos!—me reí comenzando a correr y dejando a un distraído Liam detrás de mí.

Estuvimos corriendo hasta que sentí que mis pulmones no podían más y cada músculo de mi cuerpo gritaba que me detuviera, pero Liam tenía una resistencia de mierda, y cuando parecía que yo había entrado al agua y luego salido para seguir corriendo, él solo lucía como un perfecto modelo.

- ¡No puedo más!—Me tiré en la arena, sin importarme llenar mi cabello de esa fina y molesta arena, y comencé a respirar como si estuviera muriendo.

- ¿Eso es todo? ¡Si que puede más, Lux!—corrió en círculos alrededor de mí, sin detenerse ni un momento— ¡A penas estábamos comenzando!

- Eres un jodido deportista que corre para ganarse la vida ¡No puedo más Liam Schenader!—Casi grité tomando respiraciones al decir cada oración.

Liam se alejó de mí corriendo por lo largo de la playa. Había pasado al menos una hora desde que salimos de la casa, y el sol comenzaba a aparecer de entre las nubes. Sin pensarlo mucho, y sintiéndome más acalorada que nunca, me comencé a despojar de la ropa deportiva. Primero el pantaloncillo, quedando en las bragas de encaje de color blanco, y luego la camiseta. El sujetador que traía puesto hacía juego con las bragas, por lo que era totalmente de encaje, y no dejaba nada a la imaginación.

Caminé descalza sobre la arena, un poco fría aún, hasta que llegue a la orilla de la playa. Me fui adentrando de a poco, y cuando el agua me llegaba a la cintura, me sumergí dejándome sentir fresca una vez más. Cuando volví a la superficie Liam estaba parado justo donde había dejado la ropa, sobre la arena y sus ojos se encargaron de recorrerme completamente. Sonreí un poco cohibida, ya que a pesar de que la noche anterior habíamos dado un pequeño paso, aún me sentía tímida ante su mirada azul y profunda.

The Lux Reus Diaries (ILWAFS #2)~.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora