Palabras silenciosas (JiHan♥)

14. La última vez que te vi

AVERTENCIA: Muerte de un personaje.

No entendía lo que estaba pasando. Todos lloraban. Se abrazan. Todos estaban ahí. Todos menos ella y él, ¿qué había pasado? El cuerpo le dolía, los oídos le piteaban y su caminar era inestable. A cada paso que daba sentía como si una de sus costillas se enterrara en sus pulmones y lo dejara sin respirar.

Siguió avanzando, decidido. Quería respuestas. Alguien que le dijera dónde estaban su hermana y su novio. Sus ojos se había anegado de lágrimas, porque por alguna razón sentía que algo no estaba bien.

"Jisoo" estaba a solo unos metros cuando su madre lo vio. Estaba llorando, pero había corrido a su lado. Sus manos temblaban cuando lo agarró por la cintura.

"¿D-donde e-stá?" preguntó, aunque no sabía bien por quién estaba haciéndolo, y tuvo que forzar a su voz a salir porque su garganta se había quedado seca.

Fue Hansol el que se le acercó, el que movió sus labios y pronunció aquellas palabras que en un principio no entendió.

"¿Qué?" preguntó de nuevo, comenzando a mirar a todos lados, buscando cualquier mirada que le dijera que aquello no era cierto.

"Lo siento Jisoo" susurró de nuevo Hansol.

"No es cierto..." susurró con voz ahogada.

"Perdóname Jisoo..." se volteó inseguro, separándose de su madre.

Aquella voz. Era su hermana.

"Jeonghan está muerto".

De pronto las palabras que Hansol había dicho resonaron en su cabeza como si alguien estuviera gritándole. El piso pareció desaparecer porque su cuerpo se sentía como si estuviera cayendo por metros y metros, como si no tuviera un lugar físico al que caer.

"No es cierto..." volvió a susurrar, los brazos de su hermana fueron los que lo rodearon. Estaba en una bata de hospital como él. Su cara estaba hinchada, tenía vendas en la cabeza y en los brazos. Cojeaba lentamente, pero aún así lo abrazó. Tan fuerte que Jisoo creyó que se desarmaría.

Ya nada le dolía. No sentía el escozor de sus heridas, ni tampoco el lento funcionamiento de sus pulmones. No sentía calor, ni tampoco frío. No sentía absolutamente nada.

Las manos le temblaban y de pronto había comenzado a llorar. Como un niño pequeño.

"No es cierto" aquellas tres palabras eran las únicas que podía decir, como si todo el vocabulario de su mente hubiera desaparecido de pronto.

Se separó bruscamente de Jinah, y tirando con fuerza de la aguja que conectaba su brazo a la bolsa de suero, se volteó hasta Hansol agarrándolo de la camisa.

"¡Mentira!" gritó, desgarrando su garganta. "¡Dime donde mierda está!" volvió a gritar, su manos temblaban, su cuerpo se sentía extraño. Todo parecía un maldito sueño. "¡Dónde!", el hermano de su novio lo miraba con lástima mientras lágrimas caían por sus ojos. Las manos de él estaban sobre sus muñecas, como si intentaran contenerlo más que detenerlo. Lo soltó con brusquedad, mirando a su alrededor. "Están siendo malditamente crueles" les dijo a todos "Entiendo que no acepten mi relación, pero lo amo" volvió a decir, su voz se cortaba, y odiaba la maldita mirada de lástima que todos tenían sobre él.

Tenía que ser todo una mentira.

"Por favor... díganme donde está" les pidió, sus ojos por fin botando las lágrimas que tanto había aguantado. "¡POR LA MIERDA, DÓNDE ESTÁ!" gritó desesperado.

Fue Jihyun la que se acercó esta vez. Lo abrazó con fuerza por la cintura, poniéndose de puntillas para alcanzarlo.

"Tío Jisoo..." susurró ella. Estaba llorando. Tanto como él. "No sigas" pidió. Y Jisoo sintió que el mundo a su alrededor se derrumbaba. Se agachó, hasta quedar a la altura de su sobrina. El cuerpo le tiraba, pero él ya no sentía nada más que dolor en su corazón.