¡Mi collar!

251 28 4
                                    

Llevaba apenas una semana con yeso y mi vida había sido un completo infierno. Ducharme, vestirme y hasta comer habían sido un tormento ¡Y sólo llevaba una maldita semana! Lía ya estaba harta de cubrir mi brazo con una bolsa para poder ducharme y abrocharme los cordones de las zapatillas todos los días, pero aún así actuaba amable.

Luego de mi accidente hablé con cada uno de mis maestros. Para todas mis clases de dibujo sólo podría tomar apuntes y tendría que entregar todos mis trabajos atrasados una vez que me recuperara. Con mis clases extra de danza sería lo mismo. Como no podría bailar por 2 meses, le debería a mi profesor dos bailes, los cuales me permitió dar cuando ya no tuviera el yeso. Las clases de canto era lo único que podría hacer por ahora y eran los únicos créditos extra que obtendría.

Ya eran casi las 10 de la noche y la inspección diaria sería sólo en un par de minutos más. Volví a mi dormitorio luego de cenar, para ordenar un poco mi habitación y prepararme para dormir.

Estaba intentando sacar mi camiseta para ponerme mi pijama cuando vi a alguien subir por el árbol cerca de mi balcón. Estuve a punto de gritar por ayuda, un pervertido en los dormitorios era lo último que necesitaba, pero me quedé callada cuando reconocí al idiota que estaba en mi balcón saludándome alegremente.

- Esto tiene que ser una broma – dije entre dientes ¿Kim Taehyung era estúpido o qué? ¿Cómo se le ocurría venir a la universidad? ¿Y qué hacía en mi cuarto? Fui abrir la ventana del balcón para retarlo y echarlo de una vez, pero él simplemente llegó y entró.

- Hola – Taehyung me sonrió de una manera tan linda, que por un momento mi enojo se esfumó ¿Qué clase de poder era ese?

- ¡INSPECCIÓN DIARIA! – el grito de la señora Lee nos hizo estremecer a ambos y mi enojo volvió enseguida.

- ¿Inspección diaria? – dijo Taehyung con sus ojos abiertos como platos.

- Ven aquí – lo agarré del brazo y lo escondí detrás de la puerta. Para las inspecciones diarias, teníamos que tener éstas abiertas, por lo que era el único lugar donde podía esconderlo – creo que tienes más qué claro que si haces algún ruido o hablas, ambos estaremos muertos, así que por el bien de los dos ¡Quédate callado! – lo amenacé antes de salir de mi habitación a esperar a la señora Lee.

- Señorita Blunt ¿Cómo está su brazo? – ni siquiera me di cuenta, cuando la señora Lee se puso de pie frente a mí.

- Emm no hay mucho que decir, sólo recuperándose – respondí nerviosamente mientas a señora Lee miraba alrededor de mi habitación.

- ¿Pudo llegar a un acuerdo con sus maestros respecto a sus pruebas? – ¿Por qué justo hoy se le ocurría preguntarme esto? Tuvo toda la semana para hacerlo.

- Dijeron que apenas recuperara la movilidad en mi mano podría presentar mis pruebas atrasadas – respondí rápidamente, esperando que se fuera de una vez.

- Me alegro mucho por eso. Bueno, veo que todo está en orden en su habitación, que descanse señorita Blunt. Buenas noches.

- Buenas noches señora Lee – apenas cerré mi puerta, volteé a ver a Taehyung, quién tenía una cara de espanto – ¿Qué rayos estás haciendo aquí? – dije aproximándome a él, dispuesto a matarlo con un solo brazo.

- Tengo algo que darte.

- ¡¿No pudiste mandarlo por correo?! ¿Te das cuenta lo que acabas de hacer? – Taehyung comenzó a buscar algo en el bolsillo de su pantalón, lo cual me tenía completamente desesperada.

¿Podemos ser felices? ~ TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora