Volvía a la universidad después de haber estado dibujando toda la tarde en el Río Han. El verano ya se estaba acabado y el frío que se sentía en estos momentos, solo delataba la llegada del otoño.
Iba caminando tranquilamente por la calle, escuchando música, cuando un chico chocó de frente conmigo. El choque fue tan fuerte que caí al piso, recibiendo todo el impacto en mi mano derecha. Intenté levantarme pero el dolor en mi mano era demasiado.
Divisé mi preciosa caja de lápices hecha un desastre en el piso. Esa caja lo era todo para mí, así que no tenía la más mínima intención de dejarla botada a mitad de la calle. Aunque mi mano doliera como mil infiernos, iba a recuperar cada uno de mis lápices. Sin embargo, cuando logré levantarme para recoger mis cosas, el chico con quién había chocado, tiró de mi brazo rápidamente haciéndome correr ¡¿Qué mierda le pasaba?! ¡¿Cuál era su maldito problema?!
Batallé a duras penas para zafarme de su agarre pero fue inútil. El chico terminó llevándome detrás de unos arbusto y tapó mi boca ¿Sería un ladrón o un violador? el miedo y pánico me invadieron y lograron que lágrimas comenzaran a brotar de mis ojos.
- Tranquila no te haré daño - susurró a mi oído este chico con su ronca voz y su respiración agitada.
Pero mis lágrimas seguían cayendo, mojando su mano. El chico sin nombre volteó a verme asustado y preocupado. Quitó su mano de mi boca, al ver mi expresión de terror, permitiéndome decir mis primeras palabras.
- Creo que ya lo hiciste - le mostré mi mano, la cual ya estaba hinchada y parecía un arco iris, debido a los múltiples colores que tenía, definitivamente esto era una fractura. En ese momento lo único en lo que podía pensar era ¿Qué haría con mi beca ? no podría dibujar, escribir o bailar quien sabe por cuánto tiempo.
Quise hablar nuevamente pero el chico tapó mi boca otra vez ¿De qué estaba escapando? Repentinamente, al menos unas 20 chicas aparecieron corriendo desesperadamente por la calle y comprendí un poco la situación.
- ¡Lo perdimos! ¿Dónde se fue? - eran las palabras que más podía entender entre sus groserías y maldiciones. Luego de unos minutos más de desesperación, finalmente desaparecieron y sentí como el cuerpo del chico se relajaba junto al mío.
Salimos de los arbustos, una vez que todo se vio tranquilo y sereno. Era hora de conocer al responsable de mi fractura. Alcé mi vista para encontrarme con su mirada y me quedé sin aire. Este chico era hermoso. Desde que había llegado a Corea, generalmente los coreanos me hacían sentir mal conmigo misma porque son demasiado bonitos y este chico no fue la excepción.
Sus ojos cafés me miraban con atención y preocupación, su cabello estaba totalmente despeinado y se veía bastante cansado. Miró mi mano y pude ver como su cuerpo se tensaba otra vez, era obvio que era un problema.
- Vamos sígueme - dijo el misterioso chico.
- No - yo no iría a ningún lado sin mis pertenencias - necesito mi caja de lápices y mi croquera, no puedo dejar mis cosas allí - dije dirigiéndome hacia a mi cosas tiradas en la calle.
- ¡Solo sígueme! Vendré por tus cosas luego - me gritó.
No pude protestar más, ya que el chico sin nombre comenzó a tirar de mi brazo para que lo siguiera. Luego de un par de minutos caminado en completo silencio, llegamos a un departamento. Para ser honesta me asusté, pero este chico no se veía tan malo como para ser un violador, así que intenté tranquilizarme.
Entramos a un enorme departamento, el cual comparado a mi habitación de la universidad debía ser al menos unas diez veces más grande.
- Taehyung~ah ¿Eres tú? ¿Compraste la comida?
Escuché la voz de un hombre proveniente de una de las habitaciones y me asusté de nuevo, al notar que no estábamos solos.
De la habitación salieron 5 chicos todos tan atractivos que sentí como mi cara se ponía roja ¿Qué pasa con ellos? ¿Por qué eran tan perfectos? yo debía ser un desastre en estos momentos.- Taehyung ¿Quién es ella?- preguntó uno de los chicos mirándome descaradamente las piernas.
- Emmm como decir esto, primero ¿Cuál es tu nombre? - me preguntó Taehyung, el chico que había quebrado mi mano.
- Emily.
- Bueno chicos ella es Emily - dijo Taehyung sonriendo tontamente.
- No me digas V ¿Qué hace ella aquí? - respondió un chico con el pelo algo verde de forma malhumorada.
Taehyung contó todo lo que le había pasado y comprendí que no estaba con chicos comunes y corrientes, sino frente a idols. Nunca le había prestado atención a la cultura asiática hasta que gané la beca y desde que llegué a Corea, la verdad tampoco le había prestado la suficiente atención a la música coreana.
- Nuestro manager llegará en un rato con Namjoon, él la llevara al hospital - dijo un chico alto, que miraba mi mano con preocupación.
¿Manager? Definitivamente estaba con idols, pero ¿quiénes eran? habían millones de grupos de k-pop y yo no conocía ninguno. Cuando estuviera de vuelta en los dormitorios, visitaría a mi amiga Lia, estaba segura de que en su habitación encontraría a estos chicos pegados en su pared.
- Taehyung, necesito mi caja de lápices, de verdad que la necesito y mi croquera también, todos mis trabajos están ahí - le insistí.
- Iré a buscarla - dijo para tranquilizarme.
- ¡No! - el chico de pelo verde lo cortó enseguida - tú no te mueves de aquí, ya has hecho mucho por hoy, yo iré por sus cosas ¿Dónde están?
- Afuera del 7eleven que esta a unas cuadras de aquí - podía escuchar en la voz de Taehyung pura culpa y bueno, como no lo estaría si me quebró la mano.
- Vuelvo en un rato. Pónganle algo de hielo en la mano a esa chica, se ve realmente mal - dijo el chico antes de irse.
Dios y mi mano sí se veía horrible y ni siquiera podía describir el dolor que sentía.
- Toma - uno de los chicos me entregó una bolsa de hielo. Era muy lindo, parecía ser el más pequeño de la habitación, una lástima.
Unos 20 minutos más tarde Suga regresó, había podido escuchar su nombre mientras los chicos hablaban. Este dejó sobre la mesa mi caja de lápices hecha un completo desastre. Comencé a llorar al verla así, todos los lápices estaban rotos y mi croquera pisoteada por todas esas chicas. No podía parar llorar, esa caja de lápices fue la primera que me regaló mi abuelo y no la usaba siempre ya que era muy preciada para mí y ahora estaba hecha mil pedazos.
Alguien se me acercó y tocó mi hombro para tranquilizarme, levanté mi vista para saber quién era y encontré a un alto chico mirándome. Creo que su nombre era Jin, no estaba segura. El dulce chico me entregó un pañuelo para que pudiera secar el mar de lágrimas que salía de mis ojos. Estaba tan afectada, que ni siquiera pude decir gracias.
- Emily, de verdad nunca tuve la intención que esto pasara ¡te compraré otra caja de lápices! Y ¡una nueva croquera también! tus dibujos no los puedo pagar y lamento mucho que los perdieras - dijo Taehyung supongo que intentando hacerme sentir mejor pero lo único que logró fue que me enojara. Nadie nunca podría reemplazar mi caja de lápices, nunca.
- ¡Es que no lo entiendes! - grité en toda la habitación- esta caja de lápices me la regaló mi abuelo cuando era pequeña - dije entre sollozos - ¡Comprarme una nueva no será lo mismo!
En ese instante la puerta principal se abrió y dos hombres entraron. El más joven de ellos supuse que era Namjoon y el otro su manager, quién me miró con una cara de 3 metros, al ver que estaba en la habitación. Su mirada pareció suavizarse cuando vio mi mano.
- Vamos, te llevaré al hospital - dijo sin cerrar la puerta detrás de él.
Me levanté sin decir nada, intentando recoger mis cosas pero uno de los chicos me ayudó guardándolas en una bolsa y entregándoselas a su manager. Creo que su nombre era J-Hope o algo así, solo le agradecí inclinándome un poco y salí del apartamento sin más. Pude notar que al pasar junto a Taehyung quiso decirme algo pero las palabras no salieron de su boca.
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¿Podemos ser felices? ~ Terminada
FanfictionLa vida nos da muchas sorpresas, algunas veces buenas, otras veces malas pero siempre suceden por alguna razón.