Capitulo III

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25 de agosto de 1999

Era un día mas de escuela, como cualquier otro, un día mas, aburrido como siempre; era mi segundo día de escuela y ya me parecían aburridos, pero ella cambiaba esa perspectiva, ella hacia que mis días fueran interesantes.

La primera hora.
Llegó el profesor -Buen día jóvenes ilustres, futuro de nuestro país, responsables, atrevidos, entregados a su patria para servirle algún día al ejercito, a las fuerzas básicas del hospital, para enseñar a las futuras generaciones a leer, sumar, restar y multiplicar, para criar a sus pequeños hijos en un futuro no muy lejano. ¿Como están hoy?-
Sincronizada mente respondimos
--Buen día profesor bien, y, ¿Usted?--

POR LA NOCHE:

cuando llegue a mi casa estaba mi madre llorando -¿Que te pasa madre?- dije con preocupación -Tu hermano mi amor, se suicido, dejo una nota que decía *Querida madre te doy gracias por criar me todo mi vida, gracias por darme tu amor incondicionalmente, te pido que no llores por mi, estoy en un lugar mejor (aunque algunas creencias dicen "aquel que decide quitarse la vida no va al cielo, ni tampoco al infierno. Se le condena a vivir solo con una fuerte perdida de memoria, y con
depresión"-)
Darle gracias a mi hermano por estar siempre conmigo, apoyarme y quererme, estaba harto de las burlas de mis compañero, encontraban cualquier pretexto para hacerlas."

La Chica De Los AudífonosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora