Capítulo 1: Tormentas

2.3K 117 8
                                    

Zoro Roronoa

Como era mi costumbre iba durmiendo en la cubierta del barco sin hacer caso a las tonterías y los gritos que lanzaban y hacían mis compañeros. Quizá era un poco serio, no me gustaba hacer el tonto, yo era así, quería ser el mejor espadachín del mundo y tenía una gran disciplina, yo no hacía el tonto como ellos, era fuerte y así lo demostraba frente a todos... pero ahora tenía una gran debilidad y su nombre era Luffy. Había llegado a rebajarme mucho por él y es que me había dado cuenta de que le amaba por un maldito error... al menos me había dado cuenta de una cosa... no me convenía nada beber.

Aquella vez nos habían dejado solos custodiando el barco, bueno... a Luffy le dejaron custodiando el barco para intentar que no se metiera en líos por la ciudad mientras iban a por provisiones, a mí me dejaron custodiando a Luffy para que no se metiera en líos y al final... acabamos los dos borrachos perdidos en la bodega y no sé cómo narices pudimos acabar en la cama de la habitación de mi capitán, pero no recuerdo nada. Me enfadé mucho y es que yo tenía mucho carácter, a Luffy tampoco le hizo ni pizca de gracia y lo mantuvimos en secreto mucho tiempo, empezaron nuestros compañeros a pensar que estábamos raros y lo estábamos de verdad, nos daba vergüenza vernos y hablarnos... pero acabé dándome cuenta de que le quería, a medida que pasaban los días, no podía dejar de pensar en él y por fin un día lo hablamos y acabamos de nuevo en la cama... éramos un caso perdido, pero estaba feliz.

Todos estaban centrados en Nami que llevaba el mapa y buscaba un lugar para atracar el barco y poder repostar y es que estábamos faltos de todo, lo necesitábamos con urgencia, pero la costa más cercana estaba demasiado lejos de nuestra posición. Yo miré a Luffy y sonreí antes de volver a mirar el horizonte ante la vergüenza que me dio cuando me devolvió la mirada. Me extrañó ver aquellas nubes a lo lejos, nos iba a caer una gran tormenta y eso me preocupaba un poco, porque íbamos directos hacia ellas.

- Chicos – les llamé – creo que deberíamos cambiar el rumbo – les comuniqué.

Todos miraron hacia esas nubes que yo miraba y no pareció que les dieran importancia, pero yo sentía algo extraño ¿Ellos no lo notaban? Cero que no estaba todo bien, que deberíamos cambiar el rumbo pero Luffy se acercó a mí sonriendo y me golpeó el hombro como si fuéramos sólo colegas, olvidándose de las noches que pasábamos juntos y de las locuras que hacíamos.

- No te preocupes Zoro, sólo es una tormenta, hemos pasado por muchas – me dijo, pero yo no me quedé tranquilo.

Al final no quisieron cambiar el rumbo y me quedé preocupado, tanto... que decidí bajar a las bodegas y quedarme allí un rato. Me apoyé contra unos barriles y permanecí sentado pensando en Luffy, llevaba meses pensando en él. Qué locura era habernos acostado una vez y que todo cambiase desde aquel accidente, pero me alegraba de que hubiera pasado, porque me gustaba mi capitán, incluso cuando se ponía en plan mandón y yo por supuesto... siempre hacía caso a Luffy, porque aunque tenía mucho genio y odiaba que me dieran órdenes, las de mi capitán las cumplía hasta con los ojos cerrados si era necesario.

Al principio creí que todo era un error, que habernos acostado era el peor de mis errores y más siendo él mi capitán, pero ahora nuestros encuentros aunque a escondidas, eran cada vez más frecuente y yo sabía que le amaba cómo él me amaba a mí, disfrutábamos juntos y esperaba que algún día a no mucho tardar... les contase a todos los demás que estábamos saliendo juntos, ese era mi mayor deseo, que todos supieran que le amaba.

La puerta se abrió y entró Luffy con su cara siempre sonriendo aunque le vi cerrar la puerta tras de sí y acercándose a mí con lentitud.

- ¿Desde cuándo te dan miedo las tormentas? – me preguntó

¡Atrapado! (One Piece, Ace-Zoro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora