Capítulo 6: Provisiones

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Portgas D. Ace 

Discutir con Luffy no me sentaba nada bien, yo no solía enfadarme casi nunca, tenía mucha paciencia y trataba de entender las cosas, sobre todo cuando se trataba de mi hermano pequeño, pero esto que estaba haciendo no tenía perdón, me ponía de los nervios y me hacía enfadarme, quizá porque era Zoro... quizá porque no me gustaba que se comportase así, yo jamás le había enseñado eso. De todas formas... no podía dejar de pensar... que mi hermano jamás había sido así, había cambiado al llegar a la isla ¿Pasaba algo raro en la isla que estuviera cambiando su carácter? ¿Pasaba algo en general que le estuviera cambiando a él? No lo sabía, pero estaba claro que no reconocía a mi hermano.

Ni siquiera había hablado con mi hermano sobre lo de las provisiones y es que me había puesto de tan mal humor ver como trataba de forzar y de golpear a Zoro, que me había quitado las ganas de dialogar con él sobre nada, lo único de lo que tenía ganas, era de decirle cuatro cosas bien dichas haber si cambiaba de una maldita vez esa actitud que tenía. Empezaba a pensar que había algo en esta isla que le había hecho cambiar de actitud, porque él nunca había sido así y esta isla a mí me resultaba realmente extraña.

Dormí lo que pude y no fue mucho, aún estaba preocupado por Zoro con todo lo que había pasado. No esperé que mi hermano se pusiera de esa forma y menos cuando había sido él quien lo había dejado. Zoro me estaba volviendo loco, verle me excitaba, tenerle cerca era una verdadera tortura sabiendo que jamás podría tenerle, que jamás sería mío. ¿Cuánto había deseado besarle? Demasiadas veces, no sé ni cómo había conseguido contenerme, supongo que porque no quería asustarle, pero cuando vi a Luffy tratando de pegarle, la sangre me hervía, no podía dejar que nadie tocase a Zoro, sólo necesitaba saber que estaba bien.

Me habría ido hace mucho a seguir con mi misión o habría vuelto con mi tripulación, pero no quería dejar a Zoro solo ahora mismo en estas condiciones. Sé que lo estaba pasando mal y necesitaba algún apoyo en este barco hasta que todo volviera a ser como antes, porque esperaba aún que mi hermano recapacitase en lo que había hecho. Estaba pensando en todo esto y no me di ni cuenta de cuando me quedé dormido, pero me desperté con los primeros rayos del sol y ya había ruido por la cubierta y los pasillos, seguramente todos se habían levantado, así que me decidí a levantarme.

Pasé por la habitación de Zoro, pero éste parecía haberse despertado ya. Caminé por el pasillo cuando escuché todo aquel jaleo que venía de la cocina, seguramente estaban desayunando, pero yo pasé de entrar, no me apetecía encontrarme con nadie y menos con mi hermano. Sabía que estaba desayunando, escuchaba su voz gritando animadamente como solía ser mientras comía con el resto. Pasé por la puerta en dirección a la cubierta cuando me di cuenta de que la puerta estaba abierta y no pude evitar mirar dentro encontrándome con todos, incluido Zoro. Fue el único en darse cuenta de que yo pasaba por allí, me vio pero no dijo nada y yo seguí hacia la cubierta saliendo al exterior y respirando aire fresco por fin.

- Gracias – escuché a mi espalda y al girarme me encontré con Zoro y su leve sonrojo en las mejillas.

- De nada – le dije sin darle mayor importancia, ya sabía cuánto le costaba a Zoro mostrar sus sentimientos. No quería forzarle.

Empecé a caminar hacia la playa para ir al pueblo, ya que Luffy y yo no habíamos tenido la conversación sobre los materiales, había decidido ir en persona a cogerlos, ayudarle a reparar este maldito barco y que siguieran rumbo para yo poder volver con mi tripulación. Me sorprendió cuando Zoro me siguió hasta la pasarela de bajada y cuando yo llegué a la arena, él habló desde la cubierta.

- ¿Dónde vas? – me preguntó preocupado.

- A por los materiales del otro día – le dije.

¡Atrapado! (One Piece, Ace-Zoro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora