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Suspiro desde mi habitación de hotel. En definitiva Lucy era una criatura fascinante y que quería sólo para mí, debía ser sólo mía, no hay duda de eso.

Soy egoísta, odio compartir. Quería para mí todo lo que ella pudiera ofrecer.

Pero fue más que obvio que mi visita la descolocó, duda de mí, no creyó en mi petición y entiendo eso. No cree que seré honesto con ella.

Ella es mi gran premio y me va a poner a trabajar duro por tenerla, no me rendiré ella lo vale. Así hiera mi orgullo al botarme de nuevo de su casa.

Solté un suspiro viendo la ciudad que nunca duerme desde el ventanal de la habitación, la ciudad estaba mas tranquila, pero nunca dormía, siempre hay un ruido y autos sin cesar. Era  tranquilizador, de alguna manera no me hacia sentir tan sólo, el ruido llenaba los vacíos en mi mente. Vacíos que eran llenados con ella, no tenerla aquí lo hacía duro. ¿Cuando empecé a necesitarla tanto?

-

Estaba cansado cuando me tiré a su lado en la cama, la casa olía a pintura en cada lugar, incluso su cuarto tenía un fuerte olor a óleo y no me molestaba. Me encantaba ese olor, podría acostumbrarme completamente a él. Escuché a Lucía suspirar.

-¿Por qué hiciste eso?- había reproche en su voz. Fernando estas en problemas.

Se venía una buena. Lo sabía, así que me puse de pie y comencé a ponerme la ropa con extrema lentitud, esperando su reacción.

-No te quejaste.- alce una ceja. Me gustaba ser pícaro con ella.

-Eso no quiere decir que estuvo bien.- se quejó.

-A ver Lucia ¿desde cuándo eres decorosa?- abotone mi pantalón. -Teníamos una especie de acuerdo en México.- le recordé.

-Sí, en México.

-¿Por qué no aquí? ¿Sales con alguien?- no pude evitar el coraje que se filtro en esa última pregunta. No quería competencia.

-No.- mi pecho se alivió.

-¿Entonces?- pregunté viéndola fijamente.

-Que tu...- aclaró su garganta.- Pensé que querías...

-¿Estar contigo de manera sería?-dije por ella.

-Si.

-Cambié de opinión.- lo dije en broma y con mucha soltura.

-Oh.- arrugo la cara.- Pues que rápido.- estaba molesta.

-No me vas a aceptar. Aunque te dijera que quiero casarme contigo.

-¡Casarnos!- chilló y rompió en una estridente risa. Bien, así me aplasta el orgullo de un hombre, lo haces perfecto Lucia.

-Me gusta que te cause tanta gracia.

-Vamos Fernando. No fuiste una persona seria con la madre de tus hijos. No lo vas a ser con la tonta artista, no quiero vivir algo como eso y con tu historial...-alzó las manos.

-¿Por qué no dejas el pasado en dónde pertenece?- le espete, soltó un suspiro.

-Me confundes.

-¿Yo?- esta vez el que se reía era yo.

-Vete por favor.- eso cortó de golpe mi risa. La miré esperando haber escuchado mal.-Vete.

-Te llamaré.- no le di tiempo a replicarme y salí como una bala de ahí. Me hubiera gustado que me persiguiera y quisiera tomarse esa botella de vino y seguir uniendo su cuerpo al mio. Pero las cosas no funcionaban así. No con Lucy.

-

Y entonces estoy aquí, viendo la ciudad con un trago de brandy en la mano. Tan amargo como mis pensamientos, negué con la cabeza.  Las mujeres son difíciles de comprender y parece que las artistas aún más.

Aunque ella tiene coraje, y estoy casi seguro que su problema conmigo es el hecho de haber tenido tantas mujeres en mi vida.

No diré que me arrepiento no es así, fui inmaduro y ya no soy de esa manera. Disfruté de mi carrera en ese aspecto, tenía lo que quería y hacia lo que quería con las mujeres.

Espero que ningún cabrón le haga eso a alguna de mis hijas, mis pobres criaturas no merecen eso.

Me quité la camisa y me hice camino hacia el baño; necesitaba una ducha. El agua caliente relajaba mis músculos tensionados a causa de esa bendita mujer. Me tenía adolorido y sólo estaba empezando.

No me podía creer que estuviera casi rogándole, jamás en mi vida pensé que llegaría a este punto. Estuve enamorado de la mamá de mis hijos, los primeros años, luego ella dejó de importarme y todo lo que hacíamos era tener relaciones en cada rincón, ella era muy buena y conocía bien lo que me gustaba, eso hizo que la relación durará unos buenos años más. Pero no fue suficiente, empecé a buscar placer en otras mujeres y era obvio que tarde o temprano ella sabría.

El divorcio fue rápido, lo único que lamento de todo eso es la lejanía de mis hijos, los extraño y en momentos como este que puedo estar con ellos no puede ser posible, porque están con su madre, además que yo estoy aquí rogándole a una artista.

Pero que artista. Recuerdo su piel inmaculada, suave y lisa en el tacto de mis manos y mi verga crece, el agua recorre mi cuerpo una nueva tensión me llena, esa tensión que te llena de placer sin siquiera hacer nada.

Esos pechos perfectos que entran en mis manos y ocupan un espacio justo en ellas, sus pezones rosados que se vuelven tan duros con un simple toque de mis dedos... Lucia- suspiré. Mi erección palpitaba y sólo abría una manera de salir de este asunto. La tomé con fuerza en mis manos y comencé a bombear, lo hacia rápido, se sentía de maravillas, no tanto como se siente tener a Lucy en ella.

La recordé en cada rincón de mi casa, ese día en la piscina, en la sala, en su cuarto y la primera vez que la toqué en la casa de invitados. Ella era tan divina y cada vez era aún mejor, no tenía suficiente de ella y no sólo su cuerpo, Lucia era una maravilla en cada aspecto. Bombeaba más rápido, estaba tan cerca de llegar, tan cerca. Un gemido hizo eco el baño mientras vaciaba todas mi ganas en el fantasma de ella.

Dios estoy agotado.

Miraba el techo de la habitación mientras trataba de relajarme lo suficiente para dormir. Odiaba los hoteles, a pesar de pasar mucho tiempo en ellos nunca he podido dormir bien. Me gusta mi casa y mi cama, no me puedo acostumbrar a hoteles por más que los use.

Si Lucia estuviera aquí acariciaría su cuerpo hasta dormirme con ella.


***

Hola mis hermosas criaturas. Estoy aquí no he muerto.

He estado muuuuy ocupada, no se crean, pero que sepan que tengo intenciones de seguir y culminar este libro, quizas lento pero seguro, ok?

Disfruten mucho, voten y comenten.

BESOS CON CHOCOLATEEEE!

Entregate A Mi (EAT2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora