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Me tomó una bueno borrachera con tequila y ácido limón y dos días para pasar la resaca del alcohol y moral, para coger el valor de poder tomar el teléfono y marcarle a Lucia. 

-Fernando...- ¡Mierda! A penas dijo mi nombre y ya estaba jodido. Todo esto está mal, las cosas jamás debieron ser de está manera pero mi compromiso personal y moral no me permite actuar de otra manera, no me puedo romper una promesa personal, eso es casi traicionarme ¿no puedo confiar en mi propia palabra?, no puedo rendirme sin luchar hasta el final para lograr cumplirla, o casi. Siento que me rompo por dentro, me divido entre lo que deseo, quiero y necesito y lo que debe ser, lo que me prometí, lo que creo. Fallarme en lo segundo sería casi un suicidio y fallarme con lo primero se siento mas a sobrevivir. Sí, Lucia se me caló hasta en los huesos.

-Yo...lo lamento.- No sabía qué otra cosa decir o por dónde comenzar a explicar algo que no tenía ni pies ni cabeza. Las emociones me abrumaban y jamás en mi puta existencia me había encontrando en una posición tan cerrada. Pude escuchar un suspiro del otro lado de la línea. Mi mundo se partió un poco más con ese suspiro.

-¿Esto es todo?- Se escuchaba herida. No la culpaba yo también estaba herido y de una manera tal en la que estaba acorralado. Barreras que me impuse, que construí hace mucho y que no sé cómo quebrar sin acabar con todo en el intento.

-Por el momento...- Bufó del otro lado de la línea.

-Una llamada después de semana y media. ¡UN JODIDA LLAMADA!- Está gritando, de verdad que lo jodí.- Ese "por el momento" me vale mucha mierda, Fernando. ¡Jodete! Tú y tus miserables palabras de mentiroso de puta mierda. ¡Jodete!- Insultos, los insultos que más me han dolido tienen nombre y apellido "mentiroso de puta mierda".

La vida y mi carrera me enseñó a hacerme de oídos sordos con las burlas, las críticas y los insultos, pero escuchar estas cosas de la boca de Lucia me lastimaban, lo tenia merecido pero aún así.

-Nunca te he mentido...-Traté de defenderme. Creía que todo podía funcionar pero Daniela, la loca de Daniela ha decido cambiar de opinión justo ahora.

-Cállate. Eres un...- Ni si quiera pudo formular su insulto. Dios santo, dame piedad y perdón.

-Llamaba para poder hablar en persona...- Traté de explicarme, pero si estaba hirviendo de pánico en este momento por una simple y cobarde llamada cuando la vea me dará un infarto, quizás.

-¿Verme? ¿Para qué?

-Hablar...- Eso sonó mas a una pregunta que una respuesta. Dios estoy sudando. Me paso una mano por la frente para retirar el sudor nervioso. El corazón me palpitaba tanto como lo hacia en los conciertos, del puro miedo.

-¡Hablar! No hay nada que hablar. Creía que soltarías una disculpa al aparecerte, pero luego al ver esa foto de manos con tu esposa...pues es obvio que todo quedó claro, Fernando. Nos podemos ahorrar el bochorno de tirarte la bebida y lo que se me ponga frente a mí al tenerte cerca. 

-No espero que lo entiendas...-Susurré. Merecía un florero en la cabeza y estaría feliz de recibiro si venía de ella.

-¡Claro que lo hago!- Lucia empezó a sollozar del otro lado de la línea y me sentí el cabrón más grande del mundo.- Tienes una familia a la cual darle un ejemplo. Eso...-Un sollozo la cortó.-¡Dios, que denigrante!-La escuché sorber unos segundos. Lucia pasó de nuevo a la voz trsite-Eso es lo que más duele Fernando, no poder hacer nada porque no pretendo romper una familia, un matrimonio, eso nunca...

-Lucia...

-Se feliz...- Me cortó.

-Creía que era un...

-Maldito.- Me cortó de nuevo soltando un risita que era mitad sollozo. Otro cambio de animo-Lo sigues siendo por hacerme ilusionarme con algo imposible.

-Yo no sabía.

-No llames más.-La línea se cortó con un largo beep.

El que se ilusionó en primer lugar siempre fui yo. La buscaba, aparecía en su puerta, en su trabajo y en cada lugar, yo la quería para mi, aún la quiero, la merezco y la necesito. Pero eso es algo que ahora ella no va a saber. Miré el aparato electrónico con ganas de estamparlo a la pared.


Mi casa se sentía mas vacía que nunca y eso que estaban ahí mis hijos, pero el problema no era la casa, era yo. El que se sentía vacío por dentro era yo. El que había cagado todo era yo.

Todo tiene un precio y lo estoy pagando, de haber sido una persona diferente, con mas modales y decencia quizás mis cartas hoy en día fueran otras. En otra vida sería feliz con Lucia.

El sol me daba con fuerza en la cara mientras veía a mis hijos jugar en la piscina de la casa. Ni si quiera podía ver esa piscina en paz y pensar en lo que ahí había ocurrido con Lucia, el corazón se me estrujaba con fuerza solo de recordar su cara. 

El recordar sus labios sobre los míos solo me hacia querer llorar.

-Te ves tan desdichado.- Gabriela se acostó en la poltrona al lado mío.

-Estoy feliz de tenerlos en casa...- Le respondí sonriendo. Gabriela era hermosa y mi niña adorada. Siempre serán mis bebes.

-Lo sé...- Me regaló una sonrisa y se quitó los lentes de sol, dándome una vista de sus ojos marrones.-Esta cosa de Lucia...estar con mamá o algo así es lo que te tiene de esa forma.- Su mirada se tornó seria.

-No debes preocuparte por nada de eso...es mi asunto.- Le acaricié la mejilla pero retiró su mano con gentileza.

-Pa'...- Negó con la cabeza.-Somos bastante grandes como para entender que las cosas, lamentablemente, no funcionaron con mamá. No necesitas obligarte...-Explicó.

-No me obligo.

-Tampoco necesitas mentir.- Se volvió a colocar sus lentes de sol. Miró al frente, erguida. -Nunca será fácil aceptar alguien nuevo en la familia...pero tampoco será fácil que te ates a una vida triste.

-Mi vida no es triste...- Respondí rápido. De ninguna manera mi vida ha sido triste. He tenido una vida maravillosa, no ha sido perfecta pero no la cambiaría por nada.

-Lo será cuando te quedes solo...

-¿Solo?- La miré sin comprender.

-Los hijos se van...¿y luego qué?- Tomó sus audífonos y se hundió en su mundo dejándome la cabeza hecha un lío. ¿En qué momento mis hijos se hicieron tan grandes como para darme consejos de vida? ¿El mundo se está invirtiendo? ¿Yo me invertí?

-¡He llegado, que empiece la fiesta!- La voz de Daniela salió del mismísimo infierno y vino a romper mis tímpanos con esa entrada "triunfal". Gabriela se tapó el rostro en desagrado al verla y yo no hice mas que pasarme las manos con fuerza en la cara.-No seas aburrido.- Me dio una palmada en la espalda que me hizo girar los ojos con tanta fuerza que dolieron.

-Es domingo de paz ma'...-Soltó Fernando saludando a su madre con un beso en la mejilla.-No presiones las cosas.- Daniela abrió y cerró la boca sin saber que decir y opto por sacar una revista de su bolso y mirarla con detenimiento. Gracias a todos los dioses, Daniela mantuvo su lengua afilada dentro de su boca.

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Ustedes a qué team le van? Valeria? Gabriela o Fernando Junior? Justifica tu respuesta!

Mis queridos chocolates. No se olviden de votar y por su puesto comentar. Siempre estoy leyendo sus comentarios. Fijamente. lol

Nos leemos en el siguiente. Muajajaja.

Entregate A Mi (EAT2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora