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#Sorpresa

#SoyloBest

Me metí en el elevador y pulsé el número de piso. No voy a negar que estaba nervioso por este arrebato que me atacó de la nada pero no le demostraría nada. Soy un duro o eso intento.

-¡¿Quince?!- Lucia apretó con fuerza mi mano.

-¿Le temes a las alturas?- solté burlón.

-¿Me vas a tirar desde ahí?-Tonta Lucia.

-Claro que no... imposible.-acaricié su rostro pero apartó la cara.-Vamos a ver cuánto te dura esto...-Mordí mi labio a sabiendas que su mirada quedaría ahí atrapada. Sus ojos respondiendo con un brillo de reconocimiento y debo decir que ya me sentía ganador.

Llegamos por fin y busqué la puerta "15-FF"

Me gustaba que el "FF" coincidía con mis iniciales. A veces el mundo me regalaba pequeños caprichos como este. El dinero también formaba parte de esta coincidencia pero nadie tenía que saberlo, era un pequeño secreto entre el vendedor y yo.

Abrí la puerta y dejé que Lucia entrara de primera al vacío lugar.

Sus tacones hicieron eco en la madera mientras llegaba al centro de la sala y apreciaba el espacio.

-Será la sorpresa para mis hijos...-le dije mirando su hermosa figura a contraluz. El sol entraba como un río por las ventanas descubiertas haciendo resaltar su figura.-Tengo que afinar algunos detalles y claro comprar más muebles.-se giró hacia mí un poco sorprendida. Esperaba que mis hijos actuaran de manera más emocionada pues este lugar costó una fortuna. Seré millonario pero me gusta que mis hijos valoren cada cosa y creo que lo van haciendo bastante bien a pesar de la mamá trastornada y un poco superficial que les tocó; han aprendido las cosas positivas.

-¿Te vas a mudar aquí?- asentí.-¿Aquí, aquí?- Giré los ojos.

-New York, sí.- caminé hasta uno de los sofás y quité el gran plástico que lo cubría. Era uno de los pocos mobiliarios en el lugar y era excelente para sentarse a hablar o quizás para hacer otras cosas.

-¿Por qué?- parecía de verdad sorprendida. Alguien no me esperaba tan cerca.

-Haré mi vida aquí, Lucia.

-¿No podías elegir otra ciudad entre...

-Contigo.- agregué.-Y mis hijos.

-¿Yo? ¡No seas insolente!- se llevó una mano a su pecho, pero su rostro rojo demostraba que la idea le gustaba.

-No empieces a chillar, Lucia.- me acerqué a ella.- Las cosas son como son y tu lugar es a mi lado. Es obvio.- Me encogí de hombros. Ella no le pertenece a más nadie que a mí y yo a ella. Es el destino y nuestros corazones.

-¡Pero estás siendo ridículo! Acabo de enterarme que sí estás casado y que pretendes volver con tu mujer...-lo pensó mejor.-reconciliarte. ¿Qué te crees?- estaba furiosa e indignada. Bueno era verdad pero somos humanos, podemos cometer tonterías.

-Ni si quiera puedes dejar que te explique nada...- Me frustraba su postura pero la comprendía perfectamente. Yo solo me había metido en este lío y lo había enredado todo sin necesidad alguna.

-Es que no quiero escucharte ¿No lo entiendes? Me lastimas y debo alejarme de ti.- Dio un paso atrás y sabía de sobra que quería salir corriendo.

-Lucia.

-Eres tan egoísta. Te podías mudar a cualquier lugar del mundo...-paró un segundo.-¿Por qué aquí?

-Lucia

Entregate A Mi (EAT2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora