❄Capítulo 01❄ "Trabajo Nuevo."

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Elena.

Llevaba más de dos horas sentada en una banca del parque de mi colonia, a la espera del coche de Rafaela, mi amiga de la infancia, pues me llevaría a mi entrevista de trabajo en la empresa DeLuque Inc.

Era la primera entrevista de trabajo a la que asistía, por lo cual traté de ir lo más presentable que pude, poniéndome un pantalón formal negro, con una blusa de cuello redondo rojo sin escote y un saco negro, junto a unos tacones rojos. La verdad, toda la vestimenta fue idea de mi mamá, así que mis respetos para ella por ayudarme a saber el cómo vestir para la ocasión. Y pues, también tuvo que ayudarme a maquillarme, porque en definitiva, yo soy un saco maquillando mi rostro.

Ya estaba comenzando a pensar en tomar un taxi, cuando de repente el rugido del motor de un Ferrari modelo 488 azul me llamó la atención. Traté de visualizar hacia dentro del coche para saber si era Rafaela.

Y efectivamente, era ella. Acercó el coche a la banqueta del parque y bajó el vidrio de la ventana del copiloto.

- ¡Hey, Elena! ¿Lista para tu entrevista? - preguntó.

- Claro que si, Rafi, pero anda. ¡Abre la puerta que tengo que llegar en diez minutos! - avisé un poco acelerada, a lo cual ella asintió y me dejó entrar en el coche. Una vez sentada y con el cinturón de seguridad, la pelirroja arrancó hacia el edificio DeLuque Inc.

A pesar de el poco tráfico que había en las calles de la ciudad, no fue suficiente para poder llegar temprano a la entrevista, pues llevábamos diez minutos de retraso. Y por lo que he escuchado, el Señor De Luque no es muy paciente que digamos.

- Próxima secretaria del Señor De Luque, hemos llegado a su tan esperada entrevista - avisó Rafaela un tanto animosa. Pero no sirvió mucho para poder calmar mis nervios. Inclusive aumentaron.

- Mujer, mejor sólo haz una oración por mi y ya.

- De acuerdo, pero si el Señor ese trata de sobrepasar los límites laborales...

- OK., no es necesario esos pensamientos, sólo dejame salir del coche y estaré bien. Sé cuidarme - le aseguré con apuro.

- Claro, eso dicen todas...

- ¡Déjame salir del bendito Ferrari y ya! - grité apurada, a lo cual ella sólo se escudó detrás de sus manos con inocencia para posteriormente desbloquear la puerta del copiloto y dejarme salir.

- ¡Suerte! - fue lo último que escuché de ella antes de entrar al gran edificio.

En la recepción, detrás de un gran y amplio escritorio color chocolate, se encontraba una señora de avanzada edad, con el cabello canoso, pero muy bien arreglado en una coleta.

- Buenas tardes, linda, ¿En qué puedo ayudarle? - preguntó la señora servicial.

- Buenas tardes, vine a una entrevista de trabajo con el Señor De Luque - respondí con nerviosismo. La señora sacó una libreta del escritorio y comenzó a hojear la misma. De repente se le borró la sonrisa e hizo una mueca de molestia.

- Ah, claro, eres la chica que me quitará el puesto... Maldita...

- ¿Disculpa? - pregunté confusa.

- Oh, no, nada querida. Sólo camina todo derecho por el pasillo y la oficina está a mano derecha - me indicó con una sonrisa algo falsa. Agradecí con educación y seguí el camino que me indicó con rapidez.

Al llegar al final del pasillo y girar a la derecha, pude ver que de la puerta, colgaba un pequeño letrero color dorado, el cual decía: «Lic. Samuel De Luque Batuecas; Director General de DeLuque Inc. » Me detuve un poco antes de entrar. Traté de calmar mis nervios para que en la entrevista pueda sacar lo mejor de mi y pueda obtener el trabajo.

Toqué la puerta tres veces despacio y desde adentro escuché un "pase". Obedecí a su respuesta y pasé con algo de miedo y nervios, cosa que no era nada bueno. El ambiente cambió radicalmente en cuanto entré en la oficina. Se sentía cargado de tensión. La gran oficina llena de objetos antiguos, unos cuantos de madera, otros cuantos de terciopelo y otros cuantos de materiales diversos. Pero todo tenía un toque algo oscuro. Incluso era algo... Intimidante.

Frente a mi, se hallaba un "Señor" de cabello medio castaño. O bueno, eso fue todo lo que pude apreciar, pues se hallaba de espaldas a mi en su silla de cuero negro.

- Buenas tardes, lamento el retraso...

Antes de que pudiera terminar de hablar, una voz un poco aguda pero varonil me interrumpió y dijo:

- No te disculpes. Camina un poco más hacia mi. Tengo un par de preguntas pendientes contigo.



Hola, Buenos días, tardes o noches, me presento. Yo soy SraDoblasG777 y ésta es mi primer novela que espero que les guste mucho lo que escribo. Les agradecería que le dieran click a la estrellita de aquí abajo y dejaran sus comentarios o críticas constructivas aquí en la lectura. De verdad, muchísimas gracias por su tiempo invertido en mi. :)

«Monstruo»  ~• Samuel De Luque •~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora