Chivo Expiatorio

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Los días pasaban y el papá de Josh seguía igual. No mejoraba, pero el lado positivo es que tampoco empeoraba. Las grabaciones se convirtieron en un infierno; Josh lidiaba con un humor muy particular (no lo culpo), y casi siempre se las agarraba conmigo. Eran discusiones tontas, como "no dijiste bien la línea", "presta atención a lo que haces" y así. Yo simplemente no decía nada, ponía mi mente en blanco y seguía como si nada. Cuando pasaba eso, la tensión en el ambiente se podía cortar con tijera. Mariska en varias oportunidades le puso los puntos, diciéndole que un error lo comente cualquiera y que no siempre soy yo la culpable; que todos nos equivocamos. Pero yo decidía no enroscarme en ese juego, prefería ignorar, aunque por dentro me moría de ganas de salir corriendo hasta donde estuviera mi mama y llorar.
En este momento de la serie es cuando Hannah y Aaron comienzan con su romance, y al fin venía el primer beso de ellos dos. Francamente, estoy que me muero de nervios, digo, no es lo mismo besar cuando no hay nadie, que en frente de casi todo el set. Venía todo bien, lo cual es bastante irónico; en la serie parecen que están enamorados y en la vida real, nosotros estamos muy distanciados. Y cuando llegó el momento del beso, mis nervios me jugaron una mala pasada: me olvidé completamente la letra. Se me hizo un blanco, literal.

-¿Que pasó Agus?-preguntó Dick con dulzura. Él sabía el ambiente raro que había en el set.

-Me olvidé la letra, perdón-dije nerviosa y asustada

-Son los nervios, chiqui linda-dijo Flavius con ternura ayudándome a relajarme

-¿Nervios?-preguntó Josh desentendido

-Si, me da "cosa" que este todo el mundo mirando-contesté tímida

-Wow-dijo sorprendido pero de manera irónica-¿no te parece que sea hora de que seas más profesional?-terminó de decir de una manera super agresiva.
Fue todo, es la gota que rebalsó el vaso.

-¿Justo vos hablas de profesionalidad?-dije, me di vuelta y me fui

-Agus, ¿a dónde vas?-preguntó Dick al verme agarrar mis cosas

-Me voy, no aguanto más-respondí al borde del llanto-yo no vine a trabajar para que me traten así, lo lamento, me voy-terminé de decir y me fui.

Nadie dijo nada, estaban tan hartos como yo; sólo que ellos no recibían el maltrato. ¿Por qué soy yo el chivo expiatorio de esto? No sé, pero no aguanto más. Tengo un límite.

-¡Agustina!-me alcanzó-¿podes volver por favor?

-Lo siento Josh, mi nivel de profesionalidad no me lo permite-contesté irónicamente

-Vamos, por favor, lo dije en un momento de enojo, no fue mi intención-mencionó intentando arreglar las cosas con 0 tacto

-¿"En un momento de enojo"? ¡Toda la semana estuviste asi!-dije intentando de hacerlo entrar en razón

-Es que es el tema de mi papá...-no lo deje terminar

-Si bueno ¿sabes que? Yo tambien tengo problemas y no por eso trato mal a la gente-dije al borde de un colapso-me harté Josh-me di vuelta para irme pero él llamó mi atención da nuevo

-Dale Agus, ya te pedí perdón-dijo cansado

-Eso no es pedir perdón. Si lo vas a hacer, hacelo con un gramo de sentimiento. Adiós-dije y me fui.

Llegué a mi casa hecha una furia. No lo puedo creer, jamás imaginé que algo tan lindo podía terminar así. Me senté en mi sillón y abrazada a un almohadón, lloré. De tristeza, de bronca, de rabia. Yo puedo entender que tengas un mal día, porque todos lo tenemos. Pero una semana entera, no. ¡Encima era siempre conmigo!
Al cabo de 10 minutos llegó mi mamá, con un par de bolsas de supermercado.

-Ay cariño, estabas aca-dijo tranquila al verme

-Hola ma-dije casi inaudible

-Mariska me llamó para contarme lo sucedido y vine lo más rápido que pude-dijo y se sentó a mi lado

-Esta bien, no hay problema-dije cabizbaja

-¿Y que pensas hacer?-preguntó ahorrándose la pregunta "¿qué pasó?" y mi respuesta melodramática

-No lo sé, renunciar tal vez-la mire-es un castigo ir a grabar, ya no quiero ir, ya no lo disfruto, ¿esta mal?

-Agus, uno tiene que hacer las cosas, principalmente, porque tiene ganas de hacerlas. Yo te diría que no renuncies, que sigas, sin embargo, la decisión es tuya; vos tenes que hacer lo que sientas que es lo mejor.

-Es que no lo entiendo, estuve ahí , lo acompañe, ¿por qué soy el blanco?-pregunté en busca de un consuelo

-Capaz porque nunca le pusiste un límite

-No lo sentí necesario; me convencí de que esto sería algo de un día, dos como mucho, y que todo volvería a la normalidad. Pero empeoró.

-Bueno, tranquila. Duchate, sacate esa bronca, y acostate, que también el cansancio te hace mas irritable. Mañana ya pensaremos en una solución, ¿si?

-Te quiero-dije y la abracé

SPOTLIGHT [Josh Hutcherson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora