Inyección de suerte~Ziall Horalik

Epílogo

Narra Jamie.

Me dolía todo, desde aquel maldito día, me dolía todo. No puedo creer lo que ha hecho. Cada día, intento escribirle algo, aunque sé que no lo reciba, me relaja. 

Desde ese día, me he torturado en varias ocasiones, pero es que la vida sin ella no es lo mismo. Es vacía, oscura y fría, y no me gusta; cuando me corto, me siento mejor. 

Puse (por novena vez en la semana) la cuchilla sobre mi muñeca, pero esta vez, algo falló. Salía demasiada sangre, lo que significaba que o me curaba rápido, o me moría. 

No podía dejar este mundo sin escribirle una carta a Silvia, la última carta. Así que, como pude, me acerqué al escritorio y cogí un boli y un papel:

"Buenas tardes mi amor. Sé que hace tiempo que no te escribo, pero no te preocupes, sólo he estado un poco triste. 

Perdón por la sangre en el papel, no me siento muy bien.

El doctor me ha dicho que tome mis medicinas, que vaya al psicólogo y que deje de cortarme. Pero dudo que eso ayude.

Me siguen preguntando acerca de cuando falleciste, y duele recordarlo. Me preguntan si tenías algún trastorno para hacer eso. Me pregunto si tener buen corazón y ser perfecta es tener un trastorno.

Todavía te amo, sabes? Cada noche veo nuestras fotos, y cada noche me convenzo más de que no encontrarse a nade como tú.

Perdón por la mala caligrafía, perpo me queda poco tiempo.

Es difícil terminar porque hay sangre por todos lados.

Cariño, abre la puerta, estoy llendo a verte." 

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Narra Niall. (Algunas horas después)

Estaba allí, en la habitación de Jamie, y no podía creer lo que había hecho. Mis lágrimas cesaron hace alrededorde una hora, cuando Zayn volvió del hospital y me dijo que Jamie se vuraría , y que no le quedarían secuelas.

Zayn estaba sentado en él suelo y apoyado contra la pared. Yo estaba entre sus piernas apoyado contra su pecho. Enrondes sopló un poco el viento, la ventana estaba abierta y un papel salió volando desde el escritorio hasta nosotros. Lo cogí y vi que estaba lleno de sangre.

Lo leímos y, ya sabíamos por qué había hecho eso, por qué quería abandonarnos a todos así.

Zayn lloraba, nunca le había visto llorar tanto.

-Cariño, ¿por qué lloras?

-Niall, ¿me prometes una cosa?

-Si, claro.

-Si algún día me muero, no hagas esto, ¿vale? El mundo necesita personas como tú. 

-Eso no te lo puedo prometer, Zayn.

-Hazlo, prométemelo.

-Está bien, te lo prometo.

|| (55 años después)||

Narra Niall

-Y así, querida Lindsey, fue la historia de tu abuelo y mía.

-Me hubiera gustado conocer a la novia del tío Jamie.

-Te hubiera encantado.

-¿Es como el Tito Luke?

-Si, Lindsey, o incluso mejor.

-¿La echas de menos, abuelo?

-Si, cariño, mucho. Pero lo que hizo, fue su decisión.

Entonces Zayn apareció por la puerta de la cocina. Ahora tenía el pelo blanco, al igual que yo, pero su mirada no había cambiado nada.  Y estaba más joven que yo, a pesar de que cuando le trasplantaron el corazón, le advirtieron de que no iba a vivir tanto colmo otra persona, aquí está, a sus casi 80 años y más sano que nunca. Quizá es que el corazón es de la persona correcta.

-Lindsey, ya está la merienda– dijo.

Ella salio corriendo. Zayn esperó a que yo me levantara. Entrelazamos nuestras manos, y salimos de la cocina también.

                                                    FIN