Mire a mis espaldas y nos siguen dos autos, un Shelby rojo y un skyline. Típico de Gael.
—Son Scott y Gael, ignóralos.—Gus bajo la velocidad y se puso en dirección a la casa. Al llegar me encontré a mamá en la entrada junto con Chester.
—Hola cariño ¿Como te ah ido?
—Mal, solo quiero dormir.—Intente seguir y subir a mi habitacion pero ella me lo impidió.—Mama no estoy de ánimos para hablar.
—Iré con los abuelos ¿Me acompaña?
—Mire a la entrada y están Scott y Gael peleando con los guardias para intentar entrar. Se que son tercos y conozco a Scott, entrara porque entrara.
—Si, quiero estar lo mas lejos posible de este lugar.—Entre a la casa y deje mi mochila, al bajar Andrés les esta dando explicaciones muy severas a los chicos.—¿Los chicos no vienen?
—No, ellos se quedaran a limpiar el cuarto de juegos después de su fantástica idea de jugar pinball dentro de la casa.—Miro al trio que esta sentado con la cara abajo.
—¿Tiene pistolas de Pinball? —Asienten.—¿Y no me las han mostrado?— Bola de soquete.
—Por seguridad nuestra Sara.-Dijo Theo.
—Contigo es un arma de doble filo, estas de nuestro lado o en contra.—Continuo Natha.
—Tememos por nuestras vidas.-
—Dijo Noah.
—Pues teman, que las voy a encontrar y pobre de ustedes al ocultarme tan valiosa informacion. —Los tres se miraron asustados, creo que mama hizo muy bien al platicarles de mi.
-Entonces no te diremos que también tenemos una pistola de inmovilid.-Natha no logro terminar la frase ya que Noah, Theo y Andrés cubrieron su boca inmediatamente.
—Cada mes, acabas de entrar en mi venganza.—Deje en el aire una sonrisa malvada que los hizo temblar. Sufran cobardes, que esta me la cobro.
Subí a la camioneta y me acosté en el sillón, en segundos subieron Andrés y mi mama para ponernos en marcha.
—¿Que hacen Scott y Gael peleando con el guardia?—Pregunto mi madre.
—Yo le pedí al guardia que no los dejara entrar, Scott me hizo un drama en la escuela y Gael fue todo un idiota, no quiero verlos.—Pasamos por la entrada y agradezco que las ventana de la camioneta estén polarizadas. Yo los puedo ver, pero ellos a mi no.
—Te hará bien ir con los abuelos.—Y valla que si. Me puse mis audífonos y adiós al mundo.
Tres horas y cuarenta minutos ya estábamos en su casa, el peculiar aroma a galletas nos recibe como ya es costumbre. Saque a Chester de la parte trasera y el maldito corrió por el lugar, quisiera tener su energía.
—¿Donde esta mi pan de jengibre?—No se rían, así me llama mi abuelo y lo adoro.
—Aquí.—Corrí hacia ese hombre que a sabido ser un padre para mi, sin el yo me muero. Literal.
—¿Como esta mi niña hermosa?
—Ansiosa de terminar ese juego en el que voy ganando.—Después de que dieran por muerto a Samuel el abuelo tras mi depresión me enseño a jugar mahjong , es divertido aunque un poco complicado si juegas contra un cerebrito como tu. ¿De donde creen que saque lo genio?
—No podrás Sara, tengo una jugada maestra.
—¿Has visto mis fichas?
—Yo no conozco la trampa pequeña, bien me conoces.—Es cierto, este hombre es el mas honesto del mundo. Mi abuela me dijo que cuando era niño y cometía una vagancia el lo aceptaba y aguantaba el castigo, a ella no le oculto jamás nada y hasta ahora sigue igual.
—Bien, a jugar.
Narra Gael.
Llevo tres horas fuera de la casa de Sara. Scott se rindió unos minutos después de que salieran su padrastro y su mama. Sara no ah salido y los chicos ninguno responde a mis llamadas.
Mensaje de texto a Nathaniel.
Pedazo de excremento dile a tus perros que me dejen pasar, necesito hablar con Sara.
Enviado a las 4:15.
Respuesta del texto de Nathaniel.
Sara no esta, deja de jorobar que tenemos mucho trabajo.
Respuesta de texto para Nathaniel.
No juegues, necesito saber quien fue el desgraciado que la golpeo, dile que me reciba, ya se ah ido Scott.
No recibí respuesta, mire de nuevo por la reja y Natha viene a mi.
—¿Me recibirá?—Pregunte esperanzado.
—¿Que parte de no esta no entiendes?
—Yo la vi entrar y no la eh visto salir.
—La camioneta, hace como tres horas.
—Maldición, pendejo eso es lo que soy. Ahora entiendo porque Scott se fue, el sabia que iba en esa camioneta.
—¿Sabes a donde fue?
—Con sus abuelos a Manhattan, no me preguntes la dirección porque no me la se.—Joder, ahora Scott me lleva tres horas de ventaja.
—Tu sabes que le paso a Sara ¿cierto?
—Por un momento creí que no me lo diría, pero es mi mejor amigo y tiene que ayudarme.
—Entra.—Le hiso señas al guardia para que abriera la puerta y lo hizo, yo subí a mi auto y entre.—Quieres información, te costara caro cabron.
—Entramos a la casa y me llevo directo al cuarto de juegos.
—Tuvieron un batalla ¿Y no me han invitado?—El cuarto estaba hecho un asco, la puntura cubría las paredes y parte de los muebles.
—Estabas muy ocupado el domingo mi hermano, y fue algo de improviso.
—Me respondió Theo.—Pero te invitamos a la parte mas divertida, la limpieza.—Me ofreció una brocha y un bote de pintura azul.
—Uuh si, me orgasmeo de tanta felicidad.—Toda la tarde nos la pasamos pintando la habitacion y arreglando el desastre, y valla que había desastre.
—Ven, vamos al patio. —Me llamo Natha y salimos al área de la alberca. —Sabes que si te cuento esto Sara me corta las pelotas.
—Pero me debes muchas cabron.
—Lose, lose. —Puedo notar en su postura que no es nada bueno.
—El papa de Sara intento llevársela a una escuela militar tal y como lo hizo a con su hermano mayor.
—Espera un segundo. —Estoy enserio realmente confundido.
—Sara es hija única, bueno eso yo tenia entendido.
—No, Emma tubo dos hijos, Samuel y Sara. Erick mando a Samuel a la escuela militar a los 18 años, el año pasado en combate se dio por muerto, jamás se recupero cuerpo ni señales de el, callo en terreno enemigo y me imagino que sabes el resto.
—¿Entonces ese mal nacido la golpeo? —La sangre comenzó a hervirme, ahora entiendo lo molesto que estaba Scott y tiene razón, debía cuidarla, tengo que cuidarla. Natha solo asintió.
—Tengo que hablar con Sara.
Narra Sara.
El rugir de un motor demasiado familiar sonó fuera de la casa de mis abuelos, me asome por la ventana y es Scott.
—Puedo pedirle que se retire Sara. —Me dice Andrés.
—No, quiero hablar con el. —Al salir de la casa también sale Gus.
—¿Que haces aquí Scott? —No recibí respuesta, solo a un muy molesto Scott cambiando hacia mi para besarme, por unos momentos correspondí su beso pero hay algo distinto en ellos.
—Maldita sea Sara, te amo y no te quiero lejos de mi. —Coloco su frente sobre la mía unos segundos, debo admitir que extrañaba su fuerza bruta y su adorable loción.
—Scott yo.—No me dejo terminar la frece para cuando otro beso asalto mis labios. —Scott espera. —Toda su precencia me tenia bloqueada, no lograba pensar con coherencia.
—Solo di que me aceptas en tu vida de nuevo, que me perdonas por ser un idiota y que jamás te alejaras de mi. —Tener su cercanía me hacia sentir segura, por alguna extraña razón mi cuerpo estaba agusto con el pero mi ser lo quería lejos. Fueron esta vez mis labios los que terminaron con los centímetros entre nosotros solo que con una muy fuerte diferencia, sin deseo.
Platicamos por mas de dos horas hasta que el se fue, tenia que volver al taller ya que lo cerro para venir a buscarme y su padre se enfadaría.
—Cariño, prepare pastel de Nutella ¿Quieres un poco? —Me pregunta mi abuela al verme entrar.
—No gracias, no tengo hambre. .
—La cara de mi madre y de Andrés fue graciosa y como no, para que yo diga que no tengo hambre estoy mal.
Subí a mi habitacion y me deje caer en la cama, según mama nos quedaríamos hasta media noche en lo que ella y la abuela arreglan los detalles de la boda.
—Toc, toc ¿Se encuentra la niña mas hermosa del mundo? —Esa fue la voz de mi abuelo, somos tan unidos que el día que no este me muero junto con el.
—Esta triste la niña mas horrible del mundo. —Entro a la habitacion y se sentó junto a mi en la cama. Extraño esas tardes en el viejo roble cortando manzanas y lanzando piedras al lago.
—¿Cual es su nombre? —Les dije que este maravilloso hombre me conoce mas que nadie. —Porque por Scott no es, eso seguro.
—Se llama Gael ¿Recuerdas mi competencia en YouTube? —El asienten. —Pues digamos que nos llego la rivalidad al instituto.
—¿Segura que es rivalidad?
—Si, porque el es un terco, desesperante, estresante, necio y sobre todo el mas vanidoso del mundo, tan solo pasar 20 minutos con el vuelve loco a cualquiera.
—Tu en versión varonil. —Diablos.
—Exacto, solo que a el lo idiota lo tiene por deporte.
—Pero amas a Gael y no a Scott.
—Exacto. —Sara. —¿Que? No, yo amo a Scott. —Porque siempre me ponen estas trampas.
—Pequeña a mi no me puedes engañar, tal vez a tu madre o a tus amigos, pero a mi no, a tu abuelo no. —Por desgracia tiene razón. Y tan solo pensar que Gael sale con esa rubia de ojos lindos me da mas coraje.
Narra Gael.
—¿Cuando aceptaras que te gusta Sara? —Me pregunta Natha.
—No me gusta Sara, a mi me gustan las chicas femeninas, dulces y sobre todo cariñosas.
—Si, y tu coraje es que Sara no es femenina, ni dulce ni cariñosa, y aun asi te gusta.
—Y dale con eso, no me gusta Sara. —Nos sentamos a la orilla de la alberca y metimos los pies.
—¿Entonces porque te preocupas por lo que le pase? ¿Que haces aquí esperándola? ¿Porque te hirvió la sangre cuando la viste golpeada? ¿Porque te molesta que este con Scott?
—Bueno ya para cabron. Ya lo acepto. Me gusta Sara. —Apareció la sonrisa mas grande del mundo en el rostro de Natha, se que me costara mucho esto. —No te rías.
—No, solo que recuerdas una vez que te dije que a cada romeo le llega su Julieta, y a ti mi querido amigo ya te llego la tuya. —Coloco una mano en mi espalda en forma de comprensión, odio que se ponga cursi.
—No, solo es un capricho, jamás me enamorare. —Me levante y agarre mis tenis para dirigirme a mi auto. Natha esta en un error, yo no puedo enamorarme de Sara, somos iguales y se supone que ¿polos opuestos se atraen y los iguales se repelen, no?
—¿Gael? —Escuche una dulce voz cuando llegue a mi casa, Paulina no esta y Fátima, bueno digamos que dulce solo tiene cuándo come gomas.
—¿Donde te has metido? Se supone que nos veríamos en dos horas en cerebros congelados.
—Diablos, olvide que quede con Zoey por la tarde.
—Lo lamento, lo olvide, pero te lo recompensare, lo juro. —Me pare frente a la rubia molesta que no se ve nada mal, lleva un vestido blanco y una chaqueta azul cielo, sandalias y una bolsa cruzada rosa. Wow.
—Sara ¿Cierto? —Me miro con compasión y odio eso, odio mostrar mis sentimientos.
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Demonio Collins.
Ficțiune adolescențiNi siendo la cerebrito incomprendida, ni una diosa en la guitarra la salva de esta. Sarahi Sommer tras ser expulsada al revelar los sucios secretos del director llegara a uno nuevo donde no solo le ofrecen los mejores programas académicos sino tambi...