Capitulo 25: Jamas te iras.

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Desperté con un dolor de cabeza horrible. Estoy en mi habitación en casa de Andrés, aun es de noche ya que esta totalmente a obscuras y casi no logro ver nada.

Espera, algo respira detrás se ti.

<<¿Un violador?>>

Si idiota, un violador y sigues vestida.

<<Quizás espera a que me despierte para violarme>>

Sara cállate, aquí la que piensa soy yo. Ahora toma algo que este a tu alcance en caso de peligro.

Tome una pantufla que fue lo mas cercano que encontré. Mire mi cintura y esta un brazo de piel blanca rodeándome.

Ok a las tres, uno.

Me levante de golpe y comencé a golpear con todas mis fuerzas hasta que fui neutralizada y tumbada boca abajo en el suelo con mis manos atadas a mi espalda.

—Enserio ¿Pensabas defenderte con una pantufla?—Su voz, su maldita y sensual vos.

—¿Gael que demonios haces en mi habitación?—Libero mis manos eh intente golpearlo en sus partes débiles pero el detuvo mi pie.

—Cállate que nos van a oír, y no agradeces que te cuide.—¿Cuidarme? Por dios, el solo busca una cosa y se muy bien que es.

—¿Como has entrado gusano?—Me tendió su mano para ayudarme a levantarme y la acepte aunque de inmediato me arrepentí. Me jalo con demasiada fuerza y me pego completamente a el, sus manos bajaron hasta mi cintura rodeándome completamente.

—No preguntes eso, mejor pregúntame ah que eh venido.—Huele demasiado bien si puedo decirlo, su colonia me hacia flotar y querer pegar mi nariz a su cuello y jamás despegarla de ahí.

—¿A que has venido Gael?

—¿Porque joder me haces caso? Los dije para que no me lo preguntarás ya que ni yo mismo se que hago aquí.—De golpe se separo de mi. Nooooo.—¿Puedes creerlo? Gael Henderson buscando a Sara Summer porque le preocupa como esta.—Sus palabras me hicieron recordad lo que había pasado hace un rato, el porque me desmaye.

–Sammuel.—Dije sin esperarlo.
—Sammuel esta vivo.—De nuevo las fuerzas abandonaron mi cuerpo haciéndome caer, Gael me tomo antes de que tocara el suelo.

—No de nuevo Sara.—Me tomo en sus brazos y coloco en mi cama, se estaba por retirar pero lo pegue a mi completamente con el resto de fuerzas que me quedaban.

—¿Dime que no fue un sueño? ¿Dime que mi hermano si esta vivo?—Su boca dibujo una sonrisa tierna y burlona, las ansias en mi crecían y el deseo por volver a probar sus labios me ahogaba.

—¿Que me darás por esa información?—Dijo muy cercas de mis labios.—Y si, si es chantaje.—Ahora ven porque es un gusano, un maldito gusano de miércoles.

—¿Que quieres?-Sea lo que sea no lo obtendrá y yo si lo que quiero.

—Esto.—Pego sus labios completamente a los míos, las malditas corrientes eléctricas recorrían todo mi cuerpo provocándome escalofríos. Sus labios se movían tan dulces y suaves. ¡Esperen! ¿Porque estoy correspondiendo? Si ¿Porque le correspondo al gusano que besa genial?—Lo vez Sara, no puedes resistirte a mi.—Volvió a dejar unos cuantos besos mas en mis labios.

—Eres un gusano tramposo, ahora mi información.—Y ahora fui yo quien lo beso tiernamente.

—Si, a de estar abajo con tu madre y los chicos.—Abrí mis ojos de golpe al escucharlo, realmente mi hermano esta vivo y yo aquí besando a un gusano.
Quite a Gael de golpe y me puse de pie, lo único que quería es ver a mi hermano.—Eh, no me gane un beso mas.—Me tomo de la cintura y sentó en sus piernas, se veía tan tierno y lindo que no lo dude y volví a besarlo.—Nos vemos mas tarde, ahora ve con tu hermano.—Le regale un sonrisa y salí de mi habitación.

—Joder, esta muy frío.—El mármol del suelo quemaba la planta de mis pies pero no me importo mucho, podía escuchar la risa de Samuuel y ya quiero abrazarlo.

—Ya despertó la ogra durmiente.—Dijo Theo. Llegue al sofá y brinque a el por el respaldo, claro después de darle un zape a Theo. Me abrace de mi rubio y sexi hermano que se ve muy bien ya con pijama. Trae una venda en la cabeza y creo que lo lastime al abrazarlo ya que se quejó.

—Heridas de guerra enana, tranquila.—Examine con cuidado su rostro y esta algo demacrado, tiene ojeras enormes y su cabello no tiene ese brillo habitual de Sammuel Summer.

—¿Estas herido?

—Nada grave, lo peor ya paso enana, mejor abrázame.—Lo obedecí y abrace, nos dejamos caer en el sofá y mama y yo estamos pegadas como chicle a el.

—¿Mama no deberías estar en tu luna de miel?—Dije para apartarla y que sea solo mío.

—¿Y tu no deberías esta haciendo tarea o estudiando? Es mi hijo.

—Es mi hermano y son las 4:50 am nadie hace tarea a esta hora.

—Ya paren las dos, ahí suficiente Sammuel para ambas.—Desde que desperté a las 4:47 am estamos en el sofá, Sam nos contó absolutamente todo lo que vivió. Me dijo que cuando se perdió fue para rescatar a una niña de tres años que estaba en la línea de fuego, al tomarla una granada exploto y salió volando a terrenos enemigos, quedo herido y a punto de morir. El papá de la niña al ver lo que hizo se llevo a escondidas a mi hermano a su casa, lo curo y cuido hasta que tubo fuerzas para despertar. No recordaba nada, se quedo con ellos todo el tiempo ya que si salía lo podrían matar, se vistió como ellos, aprendió a hablar su idioma y cuido de esa pequeña llamada Florencia. Le recordaba a mi.
Le hicimos miles de preguntas y lloramos a morir. Resulta que Andrés cuándo mama le dijo que había pasado contrato a un investigador privado y el fue quien lo encontró y que desde el compromiso Sammuel esta en Estados Unidos y observándonos, conociéndonos y recordando su vida. Andrés me lo ah regresado.

—¿Y los abuelos?—Pregunte.

—Dormidos, mi papa no se sentía bien y fue a dormir.-Me contestó mama.

—¿Dandane?

—O la pulga, dormida con Natha.—Dijo Sam.

—Jamás te iras ¿Cierto? jamás. —Mama y yo nos abrazamos a el con demasiada fuerza, enserio que me hizo mucha falta.

Así nos quedamos abrazados y dormidos hasta que amaneció y escuchamos ruidos en la cocina.
Fui la primera en despertar de los tres. Me levante con cuidado y fui a la cocina encantándome con Andrés.

—Buenos días Sara.—Sin decir nada corrí a el para abrazarlo sin previo aviso, se sorprendió de mi reacción y tardo unos segundos en responderme y abrazarme el.—¿Y a que debo tanto afectó?

—Gracias, mil gracias por regresarnos a Sammuel.

—Por nada cariño, son ahora mi familia y siempre las voy a cuidar, son mi vida.—No me despegue de el, enserio estaba tan agradecida.—Solo espero que no vuelvas a pegarme a una boquilla de trompeta o a la silla de mi escritorio.—Se me escapo una risa algo fuerte así que me separe de el. Creo que lo aturdí.

—Si seguían pegados unos segundos mas te hubiera asesinado Sara.—Dijo mama recargada en el marco de la puerta.

—Tranquila, yo amo a Gael.—¡Sara!—Scott, dije Scott.—El rostro de mama y Andrés están petrificados, hasta el mío.—Necesitó dormir, ya estoy delirando.—Salí de la cocina con prisa, no quiero sentir sus miradas. Subí a mi habitación y ya esta Sammuel apoderado de mi cama.

—Bueno, al menos ahí algo que no cambia en ti, eres un completo envidioso.—Solo se dibujo una sonrisa y se hizo a un lado para dejarme acostar junto a el y poder descansar.




Demonio Collins.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora