A tu lado. (CAMREN)

Capítulo 2

Capítulo 2

Clara Jauregui. Su mismísimo nombre te hacía temblar de inferioridad; la forma en la que elegantemente movía sus caderas de un lado a otro mientras caminaba por el largo pasillo, su cabeza siempre alzada y sus ojos cubiertos por gafas para el sol te hacían saber que era una mujer importante.

Un hombre caucásico de un poco menor altura que la señorita Jauregui seguía a la susodicha.

Hace apenas unos meses se había convertido en "Señorita Clara" simplemente tras la muerte del señor Michael Jauregui en un trágico accidente automovilístico. Clara sufrió demasiado al saber que dos personas que ella amaban se vieran afectadas por causas similares.

-Necesito hablar con el encargado de esta... -pensó unos momentos mirando sus alrededores con obvia cara de asco- este servicio médico para que el hijo de puta que abusó de mi niña se pudra en prisión. -dijo Clara a la señora de mayor edad que era recepcionista.

Camila se encontraba llevando algunos informes a la recepción. Cuando vio a la señorita Clara no se lo creyó pero terminó creyendo al escuchar lo que la mujer dijo.

-Tengo mi abogado aquí -apuntó al hombre a su derecha- ¿Qué acaso tengo que llamar a reporteros que hacen escandalo para ser escuchada en este lugar? -le dijo de forma arrogante a la mujer que desconocía su situación.

Camila temió ese momento, sabía muy bien que la señorita Clara podría hacer que ese hospital cerrará por culpa del hombre que abusó de su hija, y sí, Camila también buscaba que aquél hombre se pudriera en la prisión pero temía la reputación que tendría el hospital ahora.

-¿Qué no sabe quién soy? -preguntó Clara a la defensiva, la mujer no tuvo oportunidad de contestar puesto que Clara la interrumpió- Soy Clara Jauregui, mujer que puede hacer que este lugar esté cerrado mañana si no me dicen dónde está ese bastardo. -la mujer asintió con miedo- James, ya sabes que hacer...

"James" asintió, estaba a punto de tomar algo de su bolsillo pero se detuvo al sentir la mano de Camila en su hombro.

-Señorita Clara. -habló sin tartamudear. Camila sentía que tenía que intentar salvar a los demás pacientes que de verdad tenían la necesidad de ese hospital.

-Tú, la enfermera de mi hija. -o entrometida, como la llamaba Clara internamente- Quiero llevarme a mi hija, ahora.

-¿Se la llevará? -preguntó extrañada puesto que Lauren aún necesitaba recuperación.

-¡Já! -rió con ironía- ¿Crees que la dejaré aquí?

-No, no, pero... -tartamudeo y se vio interrumpida.

-Exacto. -Regresó al hombre a su lado- James, quiero que cuando vuelva de la habitación de mi hija ella pueda estar en casa y el bastardo en prisión, ¿entendido? -el hombre asintió con una sonrisa golpeado la pequeña maleta que llevaba en la mano izquierda.- Vamos con mi hija, Cabello.

Camila apenas escucho aquello y trago pesadamente dejando los documentos en la mesa de recepción. Clara seguía a Camila. Apenas subieron al elevador y la grandeza de Clara cayó; sus espalda se encorvó, sus hombros cayeron tanto como su cabeza.

Una vez frente a la puerta de la habitación de Lauren, Camila se detuvo para ver a la señorita Clara, ahora sus gafas de sol colgaban del cuello de su blusa y el sonido de sus zapatos ya no intimidaba más, se veía débil y devastada.

Cuando Clara se dio cuenta de la forma preocupada en la que Camila la veía levantó sus hombros para dejar de simular debilidad.

-¿Está lista?

-Siempre. -asintió.

Camila dejó que Clara entrará primero. La castaña sintió como si aquello fuera un deja vu; era la misma Clara que se escondía en las esquinas de la habitación sin siquiera acercarse a su hija, igual que el primer día que Lauren estuvo ahí.

Camila se acercó a Lauren con una pequeña sonrisa en sus labios, acarició su mano con ternura, como siempre lo hacía-. Aquí está tu mamá Lauren, te lo dije... Ella vendría pronto. -dicho aquello Camila se alejó de la ojiverde para darle espacio a la señora Clara-. Ella la escucha. -aseguró Camila.

Clara asintió y se acerco lentamente.

-Todo haces mal, mamá... -dijo Clara con una sonrisa amarga, con cuidado tomó la mano de Lauren- fue lo último que me dijiste antes de sufrir tu accidente y... Sí, todo hago mal. -Clara dejó caer las lágrimas- Necesito saber que me perdonas, Lolo... Siempre te dije que iba a estar cuando más me necesitarás y, mírame, te decepcione como siempre lo hago. -besó la mejilla de Lauren- Te prometo que nunca te dejaré sola de nuevo, te voy a apoyar y te voy a cuidar más que nunca y... Y te voy a escuchar, trataré de entender porque te gustan los tatuajes o porque quieres cantar frente a millones de personas, lo haré Lauren, perdóname. -Clara dejó caer su cara en el pecho de su hija llorando sin soltar su mano.

Clara creyó estar soñando cuando sintió la mano de Lauren apretar la suya. Lentamente levantó su cabeza para encontrarse con lágrimas en los verdes ojos de su hija quién la miraba con tristeza pero al mismo tiempo con esperanza.

Camila que se encontraba frente a la puerta no pudo contener sus lágrimas tampoco y las dejó salir. Nunca había hablando con la señorita Clara, sólo intercambiado monosílabos pero ese día Camila se dio cuenta de la gran persona que era Clara al darse cuenta de sus errores. Después de todo, todos merecemos una disculpa y debemos aprender a dejar el rencor, pensó Camila.

-Irás a casa, Lolo. -Clara besó la mejilla de su hija.

-Estoy muy segura que Lauren mejorará, señorita Clara, sólo no la dejé sola nunca. -intervino Camila acercándose a la camilla.

Los ojos de Lauren se conectaron con los de Camila, casi parecía que ella estaba sonriendo. Clara se dio cuenta de aquello.

-¿Camila? -dijo Clara. Camila tardó unos segundos para dejar los ojos de Lauren pero al final lo hizo- Lauren necesitará ayuda de alguien profesional...

-Sí, tengo contacto con algunos de los mejores....

-Te quiere a ti. -interrumpió Clara- Estoy dispuesta a pagarte mejor de lo que te pagan aquí.

-No lo hago por el dinero. -susurró Camila un tanto ofendida.- No estoy segura de que Lauren me quiera con ella, ha pasado mucho tiempo conmigo seguro ésta aburrida de mi -bromeó Camila caminando hacia la salida, los ojos de Lauren nunca pararon de seguir su silueta.

-Ella siquiera me presta atención cuando estas a su lado. -rió Clara con la vista en los ojos de su hija. Extrañaba a su hija y haría lo que fuera por tenerla de vuelta.- ¿Vienes con nosotras? Con Lauren?

Camila se acerco a la camilla con el ceño fruncido. Acarició la mejilla de Lauren y sonrió al ver aquellos cálidos ojos verdes de los cuales nunca se iba a cansar- Al parecer no te dejaré en un largo tiempo...

NO ES IGUAL A COMO ERA PERO, SE ACERCA...
GRACIAS POR ESPERAR.

XOXO