Capítulo 13: Esto no puede continuar.

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Calum.
*3 meses después*
Saqué un cigarro, mi quinto en la anterior hora, lo prendí y puse mi brazo sobre los hombros de mi chica. Esta belleza pelirroja que seguía a mi lado. Ella sólo se rió antes de terminarse la ¿quinta? Tal vez décima botella de cerveza y agarrar otra de la hielera de a lado de mi cama. Me la extendió y yo la abrí con mis dientes, se la regresé con una sonrisa.
Me alegra que hayamos arreglado las cosas entre nosotros. Yo tengo su permiso de cogerme a cualquier rubia que yo quiera, mientras le traiga sus drogas y aparezca con ella en publico. Supongo que es un gran acuerdo, por lo menos le ayudo con su carrera de ser modelo y ella me alivia mis calenturas.
Le di una última calada a mi cigarro y lo apagué con la cabecera de metal de mi cama. Mi celular comenzó a vibrar y lo conteste sin ver quien era pensando que era una de mis zorras que me necesitaban o que me llamaban para escuchar sus gemidos como una invitación, pero vaya error.
-Calum, ¿dónde estás? -escuché la voz de Luke del otro lado- Deberías haber llegado hace 20 minutos.
-Ya voy en camino. -abrí el cajón del mueble de a lado de mi cama y saqué una bolsita con un polvo blanco dentro. Se lo mostré a Julie y aventó la botella vacía de su cerveza para hacerse una línea de su polvo favorito. Ésta botella hizo tal escándalo que el rubio con el que estaba hablando lo escuchó.
-¿Estás en un bar, Calum? Maldita sea, espero que no estés borracho otra vez.
-No lo estoy, lo juro. -julie me acerco su espejo con la coca restante y un billete hecho rollito para que yo también consumiera. Aspire fuerte.- Ya voy en camino, no me esperen. -le colgué al rubio y me levanté de la cama para poder ponerme algo de ropa. Le lancé un vestido a Julianna y unos zapatos, ella iba conmigo. Aún me gustaba restregarle en la cara a Michael que me prefirió a mi en lugar de a él. Ya vestido saqué una cigarrera del bolsillo interno de mi chamarra para sacar un porro y luego lanzársela a Julie quien feliz aceptó el suyo.
Salimos de la habitación y mientras bajábamos las escaleras de nuestra casa observé la manera en la que los pezones de mi novia resaltaban a travez del vestido negro, las curvas que el vestido apretaba. Maldita sea. Tenía tantas ganas de cogerla ahora mismo. Subimos a mi auto, los dos con cigarros en las manos y tal vez algo drogados, pero ¿qué importa? Soy famoso y ella es tan sexy. Solté una carcajada y arranqué.
Ya íbamos a mitad de camino cuando nos topamos con una luz roja.
-Julianna, me pones muy caliente. -me desabroché los pantalones y los baje un poco para liberar mi erección. Le acaricie la cara con la misma mano y la acerqué a esa zona.- Ahora es tu turno de complacerme. -sin ninguna queja de su parte se metió todo en la boca.
Luke.
-Ya tiene media hora que lo llamé, ¿crees que este bien? -le dije a Ashton.
-Tranquilo, no creo que sea tan tonto.
-Debes tranquilizarte, Lukey. -el
Pelirrojo acaricio mi espalda dando pequeños círculos con su pulgar.- Sé que haces estás reuniones mensuales para monitorearnos y que no nos vayamos por el mal camino, pero Calum ya estaba en el mal camino. -lo volteé a ver con desaprobación y él sólo se encogió de hombros y dejo un beso en mi mejilla. Iba a comenzar a quejarme de nuevo, pero la puerta de un coche cerrándose me hizo cerrar la boca. Ya esta aquí. Levanté la vista de mis manos en el momento exacto para ver la puerta de entrada abriéndose y una Julie mucho más delgada, más pálida y con muchas más drogas en su sistema entraba junto al mismo Calum de siempre, sólo que éste un poco menos amigable. Los dos caminaron del brazo del otro por el pasillo hasta que llegaron a la sala de estar.
-Hola, chicos. -nos saludó la chica- Que gusto verlos.
-Siéntense, por favor. -les dije antes de que Michael pudiera decir un comentario sarcástico a la pareja, que aunque decía que no le afectaba todo el mundo sabía que perdió a su novia y a su mejor amigo al mismo tiempo. No era fácil.
-Comencemos para que me pueda ir rápido, ¿quieren? -le resto la importancia Calum- Hay una conejita que me esta esperando y no me gusta hacer esperar a la gente. -Julie soltó una risa sarcástica y salió de la sala.
-Estaré en la piscina. Avísame cuando estés listo.
Julianna.
Me quité los lentes de sol y los deje a un lado de mi silla reclinable. Maldita sea. ¿Qué estoy haciendo con mi vida? Me desabroché mis zapatos rojos de tacón y los aventé al pasto lo más fuerte que pude. Yo sólo quería ser bióloga. Lagrimas comenzaron a salir de mis ojos y en ese momento fue cuando supe que esto no podía seguir así. Respiré hondo y alcancé una bolsita con 20 píldoras de extasis que guardaba en mi ropa interior. Las tomé todas sin pensarlo dos veces. Perdón, madre. Perdón, Michael. Pero esta ya no es la vida que quería. No hay vuelta atrás. Sentí como perdía el control de mi cuerpo. La sensación era cálida y conocida. Me reí por última vez. Una carcajada seca e irónica.
Michael.
Terminada la sesión del día de hoy salí a la cocina por una cerveza y en mi camino para allá pasé por la puerta corrediza que da a la alberca y vi a Julianna acostada. Se veía bastante tranquila.

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⏰ Última actualización: Jan 11, 2016 ⏰

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Malos Hábitos. (c.h./m.c.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora