Aunque duela debo aceptar que estoy solo, que mi vida debe continuar y que por nada ni nadie el reloj va a parar, debo aceptar que me haré viejo, que posiblemente nadie llegue a estar a mi lado, debo aceptar que cada día que pasan habrán más canas, más arrugas y debo aceptar de que al final de todo mi hogar será la tumba, mi fría y solitaria tumba.