Capítulo 8

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-¿Qué haces aqui?- pregunto molesto

-Esperandote- solo trae puesta su bata de dormir

-Vete o te mando sacar- la tomo del brazo para que se levante

-Esas no son formas de tratar a una dama-

-¿Y tus acciones son las de una dama?- la jalo hasta la puerta

-Buenas noches Tamara- cierro la puerta en su cara, tengo que deshacerme de ella, me creara grandes problemas, me cambio a mi pijama y tocan en mi puerta ¿Nunca se rendira?

-¿Qué quieres?- abro la puerta pero es Eadlyn -Perdona, pasa-

-¿Qué ocurre?- me pregunta desconcertada

-Encontre a Tamara acostada en mi cama- me acuesto, Eadlyn se sorprende

-Vaya, no quiere perder. ¿Cómo estuvo tu cita?- se acuesta a mi lado

-Muy bien, tierna, como de cuento de hadas- sonrio

-¡Uy! Ahren- me da un ligero codazo

-Aún faltan las demás chicas- Eadlyn se queda pensativa

-Papá quiere que la distracción con los nuevos rebeldes sea mi selección- la miro, su rostro parece inherte

-¿Qué opinas?-

-No me siento del todo preparada pero también siento que nunca lo estare y al igual que tu no quiero que ataquen a los rebeldes- suspira

-Quién diria que a nuestros veinte años estariamos en estos dilemas- suspiro también

-Lo sé- miramos los dos el techo pensativos

-Te vere mañana, descansa hermanito- Eadlyn se va y un profundo sueño me arrastra

-¡Ahren! ¡Ahren! ¡Despierta!- Mamá me sacude para despertarme

-¿Qué pasa?-

-Rebeldes, atacando-

-Rápido mamá ve al escondite-

-No si tu no vienes conmigo-

-Esta bien- yo no puedo quedarme sin hacer nada, camino con mamá hasta el escondite, dejo que pase y cierro

-¡Ahren! ¡No!- mamá grita

-Perdona- corro por los pasillos hasta llegar al frente del castillo es un desastre, varias personas de servicio me ven pero no intentan detenerme saben que sera inutil, cuando llego al frente también esta Aspen tratando y dirigiendo a los soldados para contener a algunos rebeldes

-Ahren- me mira

-¿Cúal es tu plan?- pregunto mirandolo

-No atacare a menos que ellos empiecen- el "muro" de soldados los contiene pero empiezan a caer del centro, unos soldados corren hasta mosotros

-¿Qué hacemos Teniente y coronel?- uno de ellos nos pregunta

-Contengan hasta que puedan pero preparen las armas- respondo

-Ya lo escucharon- Aspen los mira, corren de regreso

-Ire por mis armas- corro hasta donde guardamos el arsenal por mi arma y equipo en el camino veo a una de las chicas mirando por la ventana todo el bullicio

-¿Por qué no estas en los escondites?- Wynett se voltea a mirarme

-¿Por qué esconderme?- me mira seria y convencida

-Porque es peligroso-

-¿Según quién?- camina hacia mi

-Según yo- sonrie burlonamente

-No eres el único que sabe defenderse o usar un arma- se encoge de hombros, por el pasillo escucho que alguien corre hasta nosotros es un soldado

-Necesitamos su ayuda- el soldado me dice

-Claro, enseguida voy- el soldado regresa corriendo

-Dame un arma, te ayudare- se acerca a mi

-Sigueme- la tomo por la muñeca y corremos hasta el arsenal a ella le brillan los ojos cuando ve todas las armas, tomo uno de los trajes antibalas es parecido a los trajes de bucear, me quito el pants y en ese momento Wynett voltea

-Perdon- se ruboriza y se gira, haciendome reir

-No le temes a las balas y te ruborizas al ver como me cambio- me pongo un chaleco y tomo dos armas, una oculta y otra en mano

-Es diferente- toma un cinturon de armas y agarra una pistola también se pone un chaleco

-¿Quién te dijo que puedes venir?- le pregunto acercandome a la puerta para encerrarla

-No te pedire permiso- se encamina a la entrada, me da un codaso y pasa -Vamos, los rebeldes no esperaran- corre por el pasillo y yo tras ella, se detiene junto a Aspen, la pelea se ha desatado

-¿Quién eres tu?- Aspen la mira

-¿Cuales son las ordenes?- pregunto a Aspen

-Las que tu ordenaste- Aspen me mira y mira a Wynett

-¿Qué haces?- me pregunta

-¡Cuidado!- grita Wynett disparando a un costado de Aspen y de mi, un rebelde cae -Después discuten- ambos la miramos con ojos de sorpresa mientras unos soldados toman al rebelde que grita de dolor por el brazo donde le disparo Wynett, corre a ocupar un lugar entre la muralla de hombres que deberia estar protegiendome y a Aspen

-¿Es una chica de la selección?-

-Si- respondo mirando el campo frente a mi, rebeldes callendo al igual que soldados

-¡Retirada!- grita un rebelde y dejan caer una bomba de gas las lacrimógeno

-¡Ahren!- grita Wynett me derriba y lo último que miro son sus ojos azules

La RebeldeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora