La Rebelde

Capítulo 17

En los pasillos me encuentro al general Dawson, un hombre de apenas unos treinta años que ha estado de acuerdo en la mayoría de nuestras decisiones y se mantiene al margen, me hace una reverencia y lo detengo para poder platicar con él, normalmente platico con los demás generales pero son personas más grandes que ya tienen ideas muy arraigadas como en las que su prioridad es castigar a los rebeldes sin importar el fondo del asunto.

-General Ahren tiene mucho que aprender aún, es joven y no entiende más allá de lo que me pide-

-Disculpe General Dawson pero creo que mi juventud me permite ver más allá de lo que su experiencia le permite a usted- el general frunce el ceño con lo que le digo

-Tienes agallas muchacho pero ya veremos qué dicen los demás con tu petición- ríe y sigue su camino por el pasillo.

En realidad si me preocupa demasiado que es lo que va a suceder, estas decisiones no se pueden tomar tan a la ligera y menos tratándose de vidas de rebeldes que buscan "justicia", supongo que si al menos logro convencer a la mayoría puedo obtener tiempo para ellos, quizá pueda ser una prueba para las chicas de la selección, alguna de ellas será mi esposa y deberá estar en todo momento conmigo incluso cuando deba tomar decisiones más duras y esta no es precisamente la más sencilla. Camino hasta mi habitación para prepararme para la cena del día y comentar con las chicas la decisión que he tomado y espero con su ayuda pueda ver desde otra perspectiva lo que sucede.

Llegada la hora bajo al comedor donde ya se encuentran todos a excepción de mis padres, Eady me explica que papá pidió la cena en sus aposentos y que nosotros podemos iniciar la cena una vez que estemos completos.
-Señoritas, les ruego me disculpen por la espera- exclamo y hago la señal para que inicien a servir la cena -Provecho- dicho esto inicia el bullicio entre las chicas que platican entre sí y ríen de vez en cuando con algo gracioso que cuentan Eady se une también a su plática, me dedico a observar detenidamente a todas, alguna de ellas será mi esposa, aún no siento que me esté enamorando y si no fuera por el accidente de Wynet quizá no hubiera tenido la oportunidad de conocerla mejor, debo esforzarme más para que esto funcione y por el bien de todas ellas.

-¿No le parece Príncipe Ahren?- Brithgel me dice aunque yo no he puesto atención a nada de lo que estaban comentando

-Discúlpame estaba un poco disperso ¿Qué decían?- pregunto sintiendo una infinita pena

-Comentábamos que el clima es favorable para una caminata por los jardines del palacio, siempre y cuando usted nos acompañe- Brithgel me explica sonriente

-¡Claro! Lo que me hace recordar que tengo una tarea para ustedes- todas ponen cara de asombro y se hace silencio total -nada de qué preocuparse, se las explicaré mientras tomamos café en el jardín, así que sigamos comiendo- en algunas se dibuja sorpresa en su cara en otras preocupación y me imagino que después de la eliminación de Tamara esperan que salga alguna otra.

La cena termina unos minutos después y pido que sirvan el café en la terraza para poder platicar con ellas, Eady me desea suerte con mi tarea, se despide de las chicas y se retira a sus aposentos. Las chicas y yo caminamos tranquilamente hasta el jardín en donde todo está preparado, les pido que nos sentemos para platicar

-Señoritas tengo una tarea especial para ustedes, alguna será mi futura esposa y deben estar enteradas de lo qué pasa a nuestro alrededor, tras el ataque de los rebeldes al castillo han sido capturados alguno de ellos, la situación es complicada puesto que aunque realizaron el ataque son títeres de una causa que les hicieron creer es justa. Su tarea es decirme qué harían ustedes con esos hombres, si necesitan información completa del caso encontrarán en sus habitaciones el expediente, la biblioteca estará completamente a su disposición en caso de requerir información extra. Me gustaría escuchar su veredicto mañana después de la cena- sonrío todas quedas muy sorprendidas, probablemente no esperaban algo así

-Príncipe Ahren eso suena a una tarea un poco especializada- exclama Rose

-Lo se, pero creo firmemente en que ustedes podrán con ella, no teman a equivocarse o a decir lo que sienten no habrá respuestas malas, quiero saber qué piensan- todas están muy pensativas

-Príncipe Ahren, quiero hacerle una pregunta- Sylvette dice tímidamente

-Adelante- la miro mientras toma su taza de café

-¿Nos sacará a cada una de nosotras en algún plazo determinado?-

-No, todo irá en base a cómo nuestra relación se vaya dando y a su conducta claro. Señoritas me encantaría escuchar como se sienten al respecto, hace unas hora decidí que la Señorita Tamara no era apta para seguir aquí, si alguna quiere expresarse sobre el tema o sobre alguna otra cosa adelante, quiero saber qué piensan y cómo se sienten estando aquí-

La primera en tomar la palabra es Astrid, es muy sensata y expresa muchas cosas, después continúa Scarleth y Leilany; nos quedamos hasta media noche platicando de todo un poco, las cosas se van relajando conforme nuestra charla avanza, creo que necesitaba esto para conocerlas más. Las señoritas que nos sirven café como por quinta vez ya parecen cansadas por lo que decido cortar con la platica además de que tienen una tarea importante para mañana. Nos despedimos y entro a mi habitación sintiéndome más seguro de que alguna de ellas será una esposa maravillosa.