Capítulo 6

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***

Para BaekHyun era normal encontrarse con KyungSoo en el último piso, donde éste le esperaba para dirigirse a su despacho, sin embargo, no esperaba encontrarse con el ceño fruncido del hombre, ni que éste estuviera acusándolo con la mirada mientras pisoteaba el suelo con su pie repetidas veces, haciendo aquel irritante sonido.

—¿Qué coño contigo? —acusó BaekHyun en un susurro.

—¿Conmigo? ¡Nada! —reprochó sarcásticamente.

El de cabellos castaños suspiró mientras regresaba su andar hacia su oficina, ignorando al tipo gruñón que decía ser su mejor amigo. El de ojos saltones le seguía por el pasillo, molesto por quién-sabe-qué. Tomó el pomo de la puerta y la abrió lentamente mientras se adentraba a la estancia, abrió sus ojos como platos al encontrarse con su hermoso despacho descompuesto.

—¡A Park ChanYeol le pasa algo en su puta cabeza! —se quejó en cuanto la puerta se cerró detrás de él. BaekHyun no dijo nada. —¡¿Qué digo algo?! ¡Nada! ¡No tiene nada en su jodida cabeza, solo mierda seguramente!

BaekHyun parpadeó repetidas veces al encontrarse con su oficina tapizada en tulipanes naranjas, estaban en todos lados, por encima de su escritorio, el suelo, sillones y estantes. Se quedó sin palabras, para su suerte quien quiera que haya tenido el laborioso trabajo de poner los tulipanes en la estancia, había dejado un pequeño camino que daba con su escritorio.

Caminó lentamente para no maltratar el hermoso follaje que adornaba su despacho mientras que KyungSoo se había quedado situado a un lado de la puerta mientras seguía maldiciendo a ChanYeol por lo alto, furioso con el gigante hijo de puta, algo así había gritado.

Llegó hasta el robusto escritorio, quitándose el sobretodo negro que llevaba puesto ese día y situandolo por detrás del respaldo de la silla. Se encontró con una nota situada delicadamente sobre el teclado de su ordenador, en fino papel blanco calado por los bordes.

"Recuerdo lo mucho que te gustaban los tulipanes naranjas. Son 1,794.

Espero quepan todos en tu despacho.

ChanYeol"

BaekHyun alzó una ceja, resoplando divertido. Maldito bastardo, ¿quién le había dado el derecho de ser tan cursi? Fue lo que se cruzó por su cabeza, sin embargo, no negaba que lo había conmovido como nunca antes lo había hecho.

El castaño realizó todas sus responsabilidades del día rodeado por los cientos de tulipanes naranjas alojados en su despacho, aromatizaban el ambiente de manera agradable, colándose por las fosas nasales del bajito. Estaba leyendo otro de los muchos reportajes que iban a parar a su oficina, mientras tarareaba una canción para sí mismo.

—Realmente te gusta ChanYeol. —acusó KyungSoo mientras se adentraba al mar de tulipanes, en busca de poder sentarse frente al escritorio.

—Me gustan los tulipanes, no ChanYeol. —respondió meneando la cabeza al compás de algún ritmo que resonaba solamente en su cabeza.

—No me engañas, Baek. —acusó. —Tienes esa sonrisa estúpida que solías tener hace cinco años cuando ibas de encomienda al río Han y oh, sorpresa, también era por ChanYeol. —reprochó.

—Calla, Soo. —ordenó sin despegar su mirada del reportaje. —Solo trabajo en el reportaje de Incheon con él.

—Claro, claro. —movió su muñeca restándole importancia y credibilidad a la afirmación de su jefe.

El reportaje de Incheon iba bastante bien, habían recolectado mucha más información en el último mes en sus diversos viajes. Habían cambiado de estrategia el día que decidieron finalizar el reportaje porque JongIn se los pidió. Terminarían el reportaje, harían correr la voz por dentro de sus empresas, con la pequeña mentira que iba a ser publicada por la competencia y esperarían a que el topo apareciera por algún lado.

Siempre Implícito [ChanBaek / BaekYeol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora