Embarazada En El Vasallaje

Capitulo 6

Cuando despierto, apenas consigo llegar al baño antes de que el licor blanco haga su reaparicón. Quema tanto al salir como al entrar, y el sabor es el doble de malo. Después de vomitar sigo temblorosa y sudorosa, aunque, al menos gran parte del alcohol ya esta fuera de mi cuerpo. En cualquier caso, buena parte de él logró entrar en mi torrente sanguíneo, así que tengo un dolor de cabeza palpitante, la boca seca y la garganta ardiendo.

Abro el grifo de la ducha y me pongo debajo de la cálida lluvia un minuto antes de darme cuenta de que no me he quitado la ropa interior. Mi madre me habrá quitado la exterior, que estaba asquerosa, antes de meterme a la cama. Tiro la ropa mojada al lavabo y me enjabono la cabeza con champú. Me restriego de pies a cabeza, aunque me detengo una vez para volver a vomitar en la misma ducha.

Por fin limpia, salgo del agua y me miro en el espejo. Vuelvo a posar las manos sobre mi vientre como lo hice la vez anterior. Este sigue plano y supongo que es normal dado que solo tengo 6 semanas de embarazo. Espero no haberle hecho mal al bebe, esa nunca fue mi intención, solo que estaba tan histérica por el hecho de volver a la arena que no medí mis actos.

Luego de pasar unos minutos solo contemplando mi figura, me pongo la bata y vuelvo a la cama sin hacer caso del pelo chorreando. Me meto debajo de las mantas, segura de que así es como se siente alguien cuando lo envenenan. Las pisadas en las escaleras hacen que note de nuevo el pánico de anoche; no estoy lista para ver a mi familia. Tengo que parecer tranquila y segura, igual que cuando nos despedimos el día de la última cosecha. Tengo que ser fuerte.

Consigo sentarme en la cama, me aparto el pelo mojado de las sienes (que me siguen palpitando) y me preparo para el encuentro. Aparecen en la pueta con té, tostadas y caras de preocupación. Abro la boca para hacer algún chiste, pero, de repente, rompo a llorar.
Buen intento.

Mi madre se sienta en la cama y Prim se tumba a mi lado, para abrazarme entre las dos e intentar tranquilizarme hasta que me agoto de tanto llorar. Después mi hermana busca una toalla, me seca el pelo y lo desenreda, mientras mi madre me convence para tomar té y una tostada.

Luego de varios intentos, mi madre se da cuenta de que sus peticiones son en vano, ya que me reuso a comer o tomar algo. El simple hecho de tener una bandeja con cosas comestibles frente a mi, me provoca nauseas y ya estoy asqueada de tanto vomitar.

Resignada mi madre dice:
-Katniss, esperaba que fueras tu quien me dijera lo que te ocurre, pero al parecer no confías en mi y te comprendo. Quiero decir que tu hermana y yo te apoyamos querida en todo. Aunque estoy un tanto molesta y triste por ti, no puedo permitirme pasar los ultimos dos meses antes de los juegos enfadada contigo. No voy a preguntarte como algo así ocurrió porque sería un tonteria. Pero voy a apoyarte, como ya te dije en todo.-Ella dice todo esto con seguridad dejándome con la boca abierta, nose que decir ni que hacer.

Miro a Prim quien formula con sus labios un «Lo siento», pero no puedo enfadarme con ella por contarle lo del bebe a mama. Estoy segura de que ella habría guardado el secreto, de no ser por el vasallaje. Seguro se sintió preocupada y decidió decírselo a mama para que me ayudara en las 8 semanas que me quedan antes de la cosecha. Luego miro a mi madre que me observa con tristeza y la abrazo mientras lloro.

-Tranquila-me susurra cuando nos separamos-no tendrás que preocuparte por Gale, el no sospecha nada de tu embarazo. Cree que la puntada en tu estomago se debió a un ataque a tu hígado por causa del alcohol. Nadie le dirá nada a él.-yo asiento medio aturdida por sus palabras. Luego mi madre continúa- Con respecto al bebé, está bien. Te hice unas pruebas caseras mientras dormías y todo está normal. El dolor fue a causa del estrés mezclado con el alcohol.-suelto un suspiro de alivio al saber que mi bebe esta bien.

-Prometo que no volverá a ocurrir mamá.

-Mejor así, no deves volver a tomar alcohol durante tu embarazo.