¿Soy Arcano?

Nace un conductor legendario

-Escucha, además de todos los conductores que conoces, existe una clasi...- Antes de poder terminar mi explicación, Sandra me interrumpió -Ya leí tus pensamientos, vamos- Me quedé cómo tres segundos analizando lo que había dicho, pues me tomó por sorpresa, pero cuando capté lo que quiso decir caminé rápidamente siguiéndola hasta estar a unos metros del dormitorio -Espera- Dije deteniéndola con mi brazo -Hay mucha gente allí dentro-

La ilusionista me quedó viendo como pidiéndome que continuara -¿Y?- Dijo

-Pues que... No deben verte-

Sandra entró y casi al instante todas las personas que se encontraban dentro de el dormitorio salieron -¿Acaso puedes controlar las mentes de las personas?- Pregunté curioso

-No, hice que vieran a la directora pidiéndoles que la siguieran-

-Entonces... ¿Puedes hacer que cualquier persona vea cualquier cosa?-

-No, no puedo causar ilusiones en las mentes de los conductores que sean de mi misma clasificación, además las ilusiones no son siempre efectivas, por ejemplo: Sí alguien está luchando conmigo esa persona estará consciente de que yo puedo hacerle ver cosas que no están allí, así sus defensas estarán altas y tal vez pueda diferenciar entre lo real y la ilusión-

-Mmm... Entiendo... Bien, ahora ve allí y has lo que tengas que hacer-

-De acuerdo- Dicho esto, se acercó al inerte cuerpo de mi amigo, y estiró su mano, lentamente se iba acercando, cuando lo tocó, una brillante luz iluminó su cuerpo y el de Thomas, poco a poco la luz se iba volviendo una, en eso, llegó Sabrina, la directora -¿Que está pasando?- Preguntó en voz alta, para ese momento la luz ya había adoptado una sola silueta humanoide -Prier, ¿Qué sucede?- Insistió la profesora, antes de poder responderle la silueta dejó de brillar allí se encontraba Sandra, aunque varias cosas habían cambiado en su apariencia, sus ojos ya no eran morados, eran rojos, las puntas de su cabello cambiaron de ser moradas a ser amarillas y, además un aura de puntitos amarillos y brillantes la rodeaban girando alrededor de ella lentamente, no estaba viendo hacia ninguna parte, sólo miraba hacia alguna de las paredes de la habitación -Señorira Marlette, ¿Qué le ha sucedido? ¿Se siente bien?- Pregunto Sabrina

Sandra levantó su mirada viendo directamente hacia los ojos de la directora -Mejor que nunca, profesora-

-¿Dónde está el cuerpo de Thomas?-

-Si se lo dijera no me lo creería, ¿O sí? La verdad no tengo idea- Me miró por un segundo y luego volvió a ver a Sabrina, sus ojos sé volvieron morados al igual que los de Sabrina mientras ambas se miraban fijamente -Jason, antes de que lo preguntes, estoy causando una ilusión en su mente mostrándole todo lo que pasó antes de que llegara- Me dijo la ilusionista sin dejar de mirar a la directora, haciendo que me exaltara un poco -Sandra, ¿Que está sucediendo?- Le pregunté confundido

-Luego podré explicarte bien- Sus ojos volvieron a la normalidad a la vez que los de Sabrina -Señorita necesito que me acompañe-

-¿Adonde?- Preguntó la ahora semi rubia empezando a caminar, cuando se encontraba cerca de la directora se detuvo en seco, frunció el ceño y dijo -Lo puedo sentir... Siento tu intención-

-¿De qué hablas? Ven conmigo- Se sorprendió Sabrina, Dicho esto, dos magníficas alas salieron de la espalda de la ilusionista, eran de un color blanco sucio, y parecían estar acabando de dejar de quemarse, pues parecía papel encendido luego de ser soplado en las puntas de las plumas. Las extendió y susurró algo que no escuché, pero podría jurar que leí en sus labios un -Genial-

Luego simplemente salió volando de la habitación.