Sonreí tontamente al ver pasar a Rubius, acompañado por una enfermera de edad, que lo guió hacía el borde izquierdo de la camilla. Logro que se acomodara bien y después salió del cuarto, sonriendo levemente y cerrando la puerta tras de sí.
Rubius tenía una aspecto algo descuidado; El cabello desarreglado, ojeras y un finísimo rastro de barba en su barbilla, que le daba un aspecto más maduro y mucho más sexy. Me saque la sabana de encima y me arrastre hacia su lado, tomándolo por sorpresa y dándole un abrazo. El me correspondió, colocando sus brazos alrededor de mi cintura y enterrando su rostro en el hueco derecho de mi cuello. Pase mis manos por su cabello y suspire.
—No sabes cuánto me alegra que estés bien —Susurro Rubius, apretándome más. Levanto su rostro a la altura del mío y me sentí atrapada en un hechizo de lo que eran sus ojos claros—. Pensé que podría perderte.
—Fue exactamente lo que pensé yo. Estaba tan asustada... Y al final lo arruine todo. Ni siquiera sirvo para eso —Admití, frunciendo la boca—. Lo siento mucho...
—No tienes porque pedir perdón. No hiciste nada mal, ¿vale? Así que deja de culparte por todo —Beso mi nariz, provocándome un cosquilleo en el estomago—. Lo bueno es que los dos estamos bien y podemos fingir como si nada hubiera pasado, ¿Quieres?
Comenzó a besar mis mejillas, para después pasarse a mi costado y morder el lóbulo de mi oreja. Me estremecí y me aferre a su espalda—
—Ajá...
No pude terminar bien la frase, ya que Rubius aprovecho para tomar el control de mis labios, dándome un beso de muerte. Parecía que habían pasado siglos desde la última vez que lo hacíamos. Mordió mi labio inferior y aproveche el pequeño lapso de separación para tomar aire y enseguida deslice la punta de mi lengua a través de su labio. Volvimos a unirnos, y esta vez, nos fuimos corriendo sobre la cama, hasta el punto de lograr que el estuviera encima de mí, aplastándome con su peso. Deslizo sus manos hacia mis piernas flexionadas, recorriendo mis muslos y levantando mi camisón. Me erguí y desesperada por la lentitud, me lo quite yo misma. Rubius comenzó a descender, dándome besos en la clavícula, mientras volvía a deslizar sus manos por mi estomago, mi vientre... Lo oí gemir y me separe de él.
—No podemos, no aquí —Mi voz sonaba aún más quebrada y me lamente por aquello. Rubius gruño y se separo lentamente de mi, volviendo a sentarse en su lugar original. Tome mi camisón y como pude me lo volví a colocar—.
—Nunca podemos, ______. Ni aquí ni en ningún lado...
—Tienes que entenderlo. Las situaciones en las que se nos da... querer hacerlo no siempre son las mejores. Lo sabes muy bien.
—Ya lo sé pero, Hey ¡Soy un chico! Y tengo necesidades. Me tienes sexualmente frustrado y, ¿qué crees? No es divertido.
Sentí mi cara hervir y me acerque a él, tomando su mano—. Lo siento. Tienes que entenderlo. Estamos en un hospital. ¿Qué crees que pensaría si mi madre entrara y nos viera haciéndolo? Probablemente nada bonito. Así que guarda tus ansias para luego. Prometo recompensarte todo el tiempo perdido.
—Haces que suene como si estuviera desesperado—Admitió él, entornando una sonrisa. Me reí y arregle su cabello y sus ropas arrugadas—. Te quiero mucho.
—También yo —Le di un abrazo que fue interrumpido por alguien abriendo la puerta. Me separe de Rubius y agradecí mi abstinencia. Un doctor nos miraba feliz y casi salto de la emoción cuando me dijo que ya podía tomar mis cosas y volver a casa. Finalmente, a casa.
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"Corazón Ciego" {Rdg/Rubius}
FanfictionUna adolescente llamada _______(tú) Navarro que es niñera no de cualquier persona sino de una persona quien es la que va a cambiar su vida totalmente... Este sera su "TODO" de principio a fin. Elenco; ______ (tú) Rubius Mangel (mejor amigo de Ru...