Hola, mi pequeña Alaska:
Simplemente quería explicarte una cuantas cosas de mi vida, en esta pequeña carta que he dedicado para ti:
Te he conocido en un chat, al principio te odié porque ni siquiera sabía tu nombre y realmente no tenía esas ganas de saberlo. Estoy acostumbrada a ser rechazada, tomada como una loca y extraña chica, pero realmente siempre quise ser normal. Quise ser una chica feliz, tener una madre que te apoye y un padre que te acompañe a todos lados, pero no, no fue así. He tenido... amigas, pero siempre me han echo sentir una basura, tanto como el podrido corazón que han tenido.
No necesito gente que me acompañe, puedo estar sola en cualquier momento, sé cuidarme. Aún así, ¿cómo es que derrepente, fuiste tan importante para mi? No lo sé, no lo entiendo, y realmente me encantaría averiguarlo.
Jamás te odié realmente, pequeña Alaska. Simplemente tengo ese miedo y esa angustia de temer encariñarme con alguien porque sé, que tarde o temprano, ese alguien desaparecerá. Eso desapareció, sé que algo o alguien te envió para poder tomarme de la mano y sacarme del terrible abismo que solo me conducía al profundo infierno.
Gracias: por estar conmigo cuando estaba destruida, y no había quién me salve, gracias por todo, gracias por existir.
Tienes que saber qué, esto lo escribí justo cuando te dije que no deseaba hablarte más, pero créeme que me dolió tanto decirte eso como si alguien viniera y clavara una piedra en mi corazón. Cuando estés leyendo esto, tiene que entender que siempre estaré para ti, aunque sea como sea, psicópata, suicida o incluso una asesina que fuma todo tipo de sustancias.
Jamás me había sentido realmente atraída por alguien o por algo, es por eso que quiero decirte algo que no sé si algún día, hora, segundo, milenio, me arrepentiría de habértelo escrito:
No existe ningún tipo de final feliz que no sea contigo. Eres un papel que corta, aún así se ve indefenso pero sigue siendo débil. No hay más palabras melancólicas que quiera dedicarte, posiblemente cuando estés leyendo esto yo estaré a tu lado agarrándote fuertemente del brazo, y llevándote a conocer la bella realidad que tanto nos deprime.
Necesito tu mundo, para poder completar el mío.
Te quiero, Alaska.
Con cariño: Amanda.
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Chat Psicópata. ©
Kurzgeschichten«El problema de vivir en un mundo tan normal, es que todos quieren ser lo mismo. Y se asustan de los que son distintos» Alaska es una adolescente ordinaria de quince años. Un día de aburrimiento entró a una sala de chat, un nombre en especial le lla...