Tres inviernos y cuatro primaveras. Fué muy tarde cuando me dí cuenta que cuando la bala hizo contacto con el cráneo de mi querida Amanda, murió ella y me maté yo misma. Puedo asegurarme que estoy respirando, aún así no distingo que es vivir y estar muerta, porque en esta situación ya es complétamente lo mismo. Leer sus blog's hacen que mis lágrimas recorran cada centímero de mi cuerpo, sé que si estuviera viva me mataría por revisar su portatil.
Es entonces entra la famosa cuestíon; ¿me estará mirando? ¿querrá decirme algo? La fe no puede durar más que unos segundos, sabía que quizá ninguna sería lógicamente posible. Entonces es cuando reacciono y me pongo a pensar;
¿Por qué no podría vivir el resto de su vida, como si yo misma fuera la verdadera Amanda? Si algún día ella quizo que reaccionara, no queda más tiempo que esperar y empezar a cambiar. Podrá sentir la felicidad, quizá el amor... emociones que suenan estúpidas. Podrá estar muerta, pero yo sigo respirando.
Haré de ella más de lo que fué.
Te lo prometo.
|*|
¡Hey hey hey! ¿Cómo están?
Espero que ya estén felices porque este será el segundo libro. Pero en esta ocación para no hacer tanto papeleo lo haré en esta misma historia. Posiblemente en uno o dos días publicaré el capítulo que ya está terminado en el borrador.
mi instagram: isabella_ok
¡Saludos!
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Chat Psicópata. ©
Short Story«El problema de vivir en un mundo tan normal, es que todos quieren ser lo mismo. Y se asustan de los que son distintos» Alaska es una adolescente ordinaria de quince años. Un día de aburrimiento entró a una sala de chat, un nombre en especial le lla...