Capítulo 1. Nuevo contrato

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POV. SUNGGYU

Aquello no era lo que había imaginado para mi futuro, pero algo tenía que hacer si algún día quería llegar a donde me proponía.

Había llegado a Seúl después de algunas horas de viaje en autobús y varias llamadas de mis padres preguntándome si estaba bien, si había llegado, si ya sabía que obtendría el trabajo.

Ese era el motivo principal por el cual me había mudado a la ciudad, porque había conseguido una oferta de trabajo que podría funcionarme y tenía la entrevista aquella tarde.

Sí... realmente jamás pensé que trabajaría en algo como eso, pero la situación familiar no estaba demasiado bien y si quería ir a la universidad, no podía contar con que mis padres pudiesen permitírselo, por no hablar de que apenas llegábamos a final de mes.

Debido a mi edad, no había conseguido ningún puesto de trabajo cerca de casa, en todos y cada uno alegaban que era demasiado joven, que no estaba capacitado para los puestos por mi corta experiencia.

17 años. La peor edad de la historia en este competitivo mundo para tener una oportunidad si no tenías estudios o experiencia previa.

O algún familiar que pudiese colocarte en un buen puesto.

Llegué al lugar de la cita un poco antes de lo previsto, vestido lo mejor que pude, con unos pantalones de vestir y una camisa blanca; arreglado pero informal.

Aquello parecía un lugar bastante lujoso, como un hotel caro que solo los más ricos de la ciudad podían permitirse.

Entré después de pensarlo durante unos minutos.

Realmente no estaba nada seguro de aquello... pero era mi última oportunidad para conseguir un trabajo y ahorrar.

Las luces de la entrada estaban bajas, iluminando tenuemente la recepción del logar, bien amueblada, con excesivo gusto.

Estaba pensada para que el cliente se sintiese cómodo, pero yo me sentía demasiado nervioso para apreciar en ese momento los acabados de madera tallada de la mesa de la recepcionista, la alfombra de marca que cubría todo el piso de parqué, el color burdeos de las paredes.

La señorita que atendía al teléfono colgó en ese instante, acercándose a mí para preguntarme qué estaba buscando.

Le dije que tenía una entrevista con el jefe a esa hora y que si podía decirme dónde encontrarlo.

Ella sonrió, mirándome de arriba abajo sin pudor, como si estuviese apreciando un buen material, para luego indicarme que la siguiese por un pasillo al que se accedía por una puerta al final del recibidor.

Me incomodó aquel análisis completo por encima de la ropa, me hizo sentir como si solo fuese un objeto, pero supuse que debía acostumbrarme.

Después de pasar por un largo pasillo, interrumpido por unas escaleras, llegamos a otra puerta que parecía ser de roble, bastante gruesa a primera vista.

La chica llamó y asomó la cabeza, preguntándole a alguien en el interior si podía pasar, que ya había llegado el invitado.

Una voz masculina contestó algo, que interpreté como un "adelante", cuando la recepcionista se hizo a un lado abriendo la puerta e indicándome que entrase en la sala.

Se marchó con una sonrisa, deseándome suerte y cerrando la puerta a mi espalda.

Yo em quedé impresionado por lo lujoso que parecía el lugar.

Era un despacho enorme, con una estantería de libros asombrosa en un lado de la habitación, frente a ella un par de sofás que parecían muy cómodos, y finalmente, un escritorio precioso, con un ordenador y otros utensilios propios de un despacho.

[Woogyu] No hace falta un comienzo perfecto [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora